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Han pasado 2 días desde que tu Coronel se había ido. Estabas en el cuartel central, hoy Alejandro no tenía ninguna misión para ti o para el grupo de reclutas, ni entrenamiento, hoy tomarían un día de descanso luego del arduo trabajo que han tenido en los días anteriores.

Te encontrabas en tu habitación, sentada en tu cama, eran las 12 de la tarde, te seguías preguntando en estos días, si hiciste bien en rechazarlo, tal vez era lo mejor para ambos o para ti. Tal vez él no lo entenderia, pero no querias que todo el mundo se enterase, sacando conclusiones que no son. Después de todo, lo menos que querías era aprovecharte del hombre que te hacia dudar tanto de ti o de tus sentimientos, de manera buena o mala, aquel austríaco te ponia en completo enigma ante su "relación".

'Solo te quiero a ti, _____'

Esas palabras dichas por aquel hombre, revoloteaban en tu mente. Movías de un lado a otro tu cabeza, negando aquellas ideas, esa noche solo fueron deseos que ambos tenian. Solo se dejaron llevar por la situación.

Te levantas de tu cama, abriendo la puerta, para inmediatamente salir de tu cuarto. Te encaminabas hacia el campo de tiros, querías mejorar cada vez mas tu puntería o incluso tus reflejos con el cuchillo al tirarlo, tal vez eso te mantendría distraída. Llegando, te disponias a agarrar un fusil de asalto, una M4, estarías probando la mayoria solo para perder el tiempo.

"Solo... Solo necesito un poco de calma" te susurraste poniendote las orejas acústicas en el momento.

'Son para reducir... El ruido del impacto al disparar'

Te vino de recuerdo aquella voz de él. Era como si tu corazón te gritara todo lo que sientes por este pero tu mente lo niegue por tu propio bien. Como si murieses con todos esos sentimientos adentro.

Solo te dignas a respirar suave, tratando de ignorarlo. Agarras el arma con sumo cuidado, para ubicarte en uno de los 10 cubículos que hay en el campo. Empiezas a disparar hasta gastar el primer cargador. Quitando el cargador y equipandole otro, volviendo a reabastecer el arma. Vuelves a apuntar, pero, mientras te concentrabas se te cruzan dos palabras por la mente.

'Débil e inútil'

Disparaste sin pensarlo dos veces, volviendo a gastar nuevamente la munición equipada. Eran las palabras perfectas para hacer añicos aquellos sentimientos. Después de todo, él mismo lo dijo, no dejes que nadie te pisotee.

Tal vez era hora de demostrarle al Coronel cero amabilidad. Exigiendole el respeto que tanto te mereces.

"¿Practicando un viernes por la tarde? Interesante" se hizo presente la voz de un hombre, tenia rato observandote desde fuera del campo, a lo que entro a verte mejor. Volteaste a verle y era aquel chico de tu primera misión.

'Lo que me faltaba' pensaste, bajando el arma y dejando uno de tus oidos libre, para poder oirle mejor. "¿Qué se te ofrece?" preguntaste, en busca de otro cargador para equiparlo al arma.

"Solo observo. Disparas con muchos sentimientos, ¿hmm?" hablo el americano, volteando a verte, tú solo le miraste seriamente, no ibas a discutir con nadie sobre lo que te pasa.

"No estoy para responder ese tipo de preguntas" respondiste, el hombre no te incomodaba del todo pero no estabas para esa clase de conversación con alguien que no conoces para nada.

Oberst KönigDonde viven las historias. Descúbrelo ahora