Uchiha Itachi:Ángel caído

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En el cielo se me ha prohibido la entrada.

No se me permite accesar al lugar donde nací, y el día en que lo haga, ese día donde volveré a casa será ni más ni menos que para mí juicio por mis pecados.

Parte del trabajo que tengo que hacer me permite poderme acercar al que un día fue mi hogar, más sin embargo, aunque esto me permite estar cercas de mi hogar, yo no puedo llevar a las almas más haya del borde establecido para un ser como yo.

Ya que abandone a la luz y me sumergí en la profundidad de las tinieblas, se me ha prohibido la entrada al cielo.

Fui un traidor que dejó la luz en la que había nacido y sin decir nada me sumergí en la obscuridad que existe en el universo.

Deje mi cargo pues yo era el guardián del amor, la protección y la tranquilidad. Lo deje de lado y me convertí en el portavoz del caos, odio y el desastre, por lo que muchos me llaman el ángel de la muerte.

Por donde paso cada uno de mis pecados caen en dicho lugar. Pero a pesar de ello aún tengo que ser el que cuide de algunas personas.

Esas personas a lo largo de su vida traerán al resto de los mortales todos los males que mi nombre representa.

He estado solo por miles de años, no debo de tener compañía alguna, así que a mis amigos he dejado de ver por largas temporadas y aquellos a quienes podría llamar familia definitivamente no les e visto desde ese entonces.

Mi hermano me odia por dejar mi cargo de guardián y terminar siendo el portavoz de la muerte.

Si tan solo supiera que no era yo quien tenía que estar en este lugar si no él, pero claro que nunca se lo diré.

Los únicos que saben el porque cometí tal deserción son mi Sempai y amigo Kakashi, y primo y mi mejor amigo Shisui, ellos son mis amigos a quienes, solo puedo ver por un minuto al día y solo puedo verlos un día entero cada cierto tiempo, por lo que debo pasar temporadas en total soledad para poder juntar el tiempo que necesito para que sea un día entero.

Ellos son los únicos que saben el porque abandone mi puesto junto a ellos y por qué estoy bajo las normas de no entrar al cielo hasta que se haga mi juicio.

No había más remedio, tenía que ser yo quien tomara este puesto, si no mi hermano jamás podrá cuidar de ella.

Mi pequeño hermano sufriría si tuviera el puesto que le corresponde el cual ahora yo poseo.

¿Cómo podrías cuidar de ella si con estar cerca de ella la harás traer caos y destrucción?

Él nunca se perdonaría así mismo, pues lleva años entrenando para poder cuidar de ella, para que le digan tu eres quien traerá el caos y jamás podrás acercarte a la chica o la dañarás al estar junto a ella.

Soy egoísta, pero no tengo miedo de ello, tenían que escoger a uno de los dos, pues por una u otra razón ambos quedaríamos bien para dicho puesto.

Solo que me adelante a la decisión de mis padres, alegue de que yo podría hacer mejor trabajo al ser el ángel guardián del amor, la protección y la tranquilidad y me convertí en el portavoz del caos, odio y el desastre.

A quien me llamo de esta nueva forma le pareció maravilloso que uno de los tres guardianes de mayor rango desertara de su puesto.

Sabía que nunca más vería a mi familia después de hacer eso, pero me consuela el poder ver a mis amigos casi a diario aunque sea un par de minutos.

Además de recordarme a mi mismo de que cambie lugar con mi hermano, por qué él siempre a querido estar a su lado.

Ella aunque todavía no había nacido, ya había hecho yo que hiciera múltiples sacrificios en su nombre.

Pero no importan los sacrificios que he tenido que hacer, el solo hecho de saber que ella sera feliz, pues mi hermano cuidara de ella, me da la paz y tranquilidad que necesito.

Solo eso es lo que me da las fuerzas suficientes para seguir con el camino que elegí.

Por voluntad propia le cedí a mi hermano mi puesto como su protector, quien cuidara de ella durante toda su vida.

Pero aunque no es algo de mi agrado, será a mi propio hermano a quien me enfrente al final del tiempo establecido para ella, pues mi misión es tratar de estar a lado de ella para traer el caos a todos los que estén a su alrededor.

Cómo el portavoz de la muerte, mi tarea es traer tristeza y pesar a la vida de esta pequeña, será haci.

La misión de mi hermano es evitar que me acerque o que los daños que le provoque no sean tan grandes.

No es algo que sea agradable pero soy el único que puede hacerlo a la perfección, por algo fue que renuncie a mi puesto.

Alguien tenía que hacerse cargo de un puesto tan demandante como ser el portador del caos, la destrucción, el odio y la muerte.

Y aunque había esperado poder cumplir con mi papel como su guardian, se que no soy el indicado para ello.

Por eso se que solo yo puedo hacerme cargo de un puesto tan pesado sin temer caer en la locura solo yo puedo ser ese ángel caído llamado el ángel de la muerte.

Solamente yo puedo soportar cargar con los pecados y hacer temblar al mundo con mi presencia.

Cartas Para El Sol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora