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Beomgyu despertó con los labios de Yeonjun sobre su pene.

Echó la cabeza hacia atrás, soltando un pequeño quejido, bajando las manos para tomar los mechones castaños de Yeonjun, quien lo miró desde donde estaba, acomodado plácidamente entre las piernas del chico, chupando su miembro que se endurecía lentamente.

-¿N-nngh- a-ya? - Beomgyu gimió y Yeonjun inclinó la cabeza para chupar a un lado, lamiendo su longitud. Beomgyu miró a Yeonjun, mordiéndose el labio, sintiendo como su miembro se endurecía con los labios del hombre alrededor.

-Mmm, solo... te sientes tan bien, cariño -dijo Yeonjun con voz ronca, besando su longitud, haciendo que el chico levantara sus muslos, los cuales se apretaron a ambos lados de la cara de Yeonjun, apretando un poco su cabeza entre ellos.

-Ah - Beomgyu dejó escapar, levantando sus caderas suavemente. Yeonjun estaba simplemente succionando la parte superior de su pene, por lo que se quejó-. M-me despertaste para esto, al menos hazlo bien.

-Dándome órdenes, ¿hmm? -dijo Yeonjun, mirando hacia arriba con sus profundos ojos. Beomgyu se mordió el labio.

-No. Lo siento, señor Choi. -susurró, viendo a Yeonjun sonreír y tomarlo completamente, tragándolo hasta la base, haciéndolo jadear.

Llevaban tres días en Francia. Habían paseado en canoa, habían pescado, habían horneado. Era como un escape a la realidad, de las cargas de la sociedad a la que pertenecían. Aquí eran solo ellos. Solo ellos sin miedo, sin extraños, sin presión de su entorno. Solo ellos.

Beomgyu finalmente se vino en la garganta de Yeonjun, dejando escapar un quejido de sorpresa cuando lo hizo. Yeonjun lo tragó intencionalmente y apartó lentamente los labios de la suave polla de Beomgyu, haciéndolo temblar. Finalmente se apartó y levantó la vista para mirar al chico, quien se miraba desaliñado.

-¿Cuál es el plan para hoy? - Beomgyu gruñó, recostando su cabeza contra el cojín.

-No lo sé, honestamente solo quiero quedarme recostado en la cama contigo todo el día -dijo Yeonjun arrastrándose para recostarse a su lado.

-Bueno, entonces, ¿por qué hiciste eso? - Beomgyu se burló, volviéndose para mirarlo-. ¡Has desperdiciado mi uso! No podré llegar al orgasmo por unas cuantas horas -gimió enterrando la cabeza en el cuello de Yeonjun.

-Haré un buen uso de ti, mi ángel -dijo Yeonjun y Beomgyu lo miró-. ¿Y quién dijo algo sobre sexo? Podemos hacer muchas otras cosas -Yeonjun susurró y
el menor le sonrió.

-Si tú lo dices. Pero tomemos una ducha primero, me dejaste todo sucio -dijo Beomgyu haciendo una mueca, rodando para levantarse de la cama. Yeonjun se sentó, mirando al chico caminar hacia el baño, balanceando sus caderas, su trasero luciendo lindo, probablemente dolorido por la noche anterior.

-¿Te dejé todo sucio? Tú fuiste el que se vino en mi boca -dijo Yeonjun, levantándose también de la cama, siguiendo a Beomgyu al baño-. Aunque sabes bastante dulce.

-Creo que es porque como mucha fruta - Beomgyu canturreó y Yeonjun se rió, yendo a mirarse al espejo. Beomgyu observó atento a la forma en la que el hombre se miraba a sí mismo, volviéndose un poco para arreglar su cabello. Lo vio dar un paso hacia atrás, admirándose, y luego volteándose para mirar a Beomgyu.

-Crees que eres bastante guapo, ¿no es así? -el pelinegro le preguntó divertido y Yeonjun levantó una ceja.

-¿No es eso lo que todos piensan sobre mí? - Yeonjun preguntó y Beomgyu no se atrevió a contradecirlo. El hombre se quitó la camisa y Beomgyu giró el pomo y entró en la bañera. Observó a Yeonjun desnudarse y girándose a mirar a Beomgyu, quien ya estaba desnudo.

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