días difíciles

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Ink.

Hace unas semanas, comencé mi aventura en una nueva escuela en Japón. Como un estudiante extranjero, sabía que podía ser tratado de manera diferente por mi origen, pero nunca imaginé la magnitud de ello.

Cada día, desde el momento en que pongo un pie en la escuela, siento las miradas curiosas y los susurros a mi alrededor. Parece que mi simple presencia causa un revuelo en el ambiente tranquilo y disciplinado de la escuela japonesa. A veces me siento como si estuviera en un escaparate, siendo observado y juzgado constantemente.

Aunque algunos estudiantes son amables y abiertos, hay otros que se muestran distantes o incluso hostiles. Sus comentarios y risas a menudo están dirigidos a mi cabello o piel, como si ser diferente fuera un motivo para ser tratado de manera despectiva.

Ink: ya me voy -en la puerta, con sus cosas en mano-

Error: ten un buen día -leyendo el período en el comedor-

Desde que empecé a estudiar, nuestra relación ah ido apagandose poco a poco. Tal vez sea la carga de trabajo que tiene, o el poco tiempo que pasamos juntos, no lose.

Error ha estado trabajando sin descanso, dedicando largas horas a su empleo y estudio. Al principio, pensé que era algo temporal, que pronto volveríamos a compartir momentos de calidad juntos. Pero conforme el tiempo pasaba, me di cuenta de que su trabajo se estaba convirtiendo en una prioridad absoluta en su vida.

Mientras voy de camino a la escuela solo pienso en lo que pudo haber sido de nosotros en otras condiciones. Me gusta la escuela pero, no se si ese sea un lugar para alguien como yo.

Afortunadamente, he encontrado algunos estudiantes que están dispuestos a mirar más allá de las diferencias culturales y conocerme como persona. Juntos, compartimos nuestras experiencias, intercambiamos palabras en nuestros idiomas nativos y nos reímos juntos. Esos momentos de conexión genuina me dan esperanza y me hacen sentir como en casa, incluso en una tierra lejana.

Cada día, aprendo más sobre la cultura y las costumbres japonesas. Me fascina su rica historia y tradiciones milenarias. A pesar de haber nacido aquí, no sabía el maravilloso mundo que había afuera de un refugio para animales.

Todo fuera perfecto si esa persona no existiera.

Tanaka: buenos días Ink -en la entrada de la escuela-

Ink: buenos días profesor -hace una reverencia-

¿Porque me sigue acosando? ¿No tiene nada mejor que hacer? Me da náuseas con solo sentir el olor de su perfume.

Trato de no pensar en eso pero es difícil cuando siento como sus ojos me desvisten. Es confortante la idea de solo tener una clase con el, pero ¿que pasará después?.

Sakura: Inku-sama... ¡Inku-sama!

Ink: -pensativo-...!! Ah -voltea a verla- hola Sakura

Sakura: ¿en que piensas?

Ink: oh, nada importante

Sakura: te vez muy distraído, Inku-sama

Ink: ¿porque me llamas así? -ladea un poco la cabeza-

Sakura: porque te respeto mucho, obviamente

Ink:... Pero tu siempre me pegas ;-;

Sakura: callate -le da un pequeño golpe en la cabeza-

Ink: ¡ah!

Emiko: no lo molestes -.-

Aiko: es porque queremos mucho a Ink -sonriendo lo abraza-

Mi lindo gatito ^Errorink^Donde viven las historias. Descúbrelo ahora