28

340 10 0
                                    

Se había quedado dormida. Vaya, y al parecer desde hace mucho tiempo. Se sentó sobre el borde de la cama. ¿Por qué Payton no estaba a su lado? Esto era tan típico de él. Anoche había sido genial, fantástico, maravilloso, increíble. Habían hecho el amor. Y había sido una de las mejores noches. Demasiado, diría ella. De pronto escucha la voz de una mujer detrás de la puerta. Está afuera. Y escucha la de Payton. Está también ahí. Está con ella. Los puede escuchar. Puede escuchar sus susurros. ¿Será la mujer de la que Payton le habló? Se pone de pie. Dudosa. No sabe que pensar. Tal vez solo ha venido a hablar con Payton de nuevo. Abre la puerta sigilosamente, dejándola media abierta. Él está ahí...está con ella...con la misma mujer del otro día, con Kendall, la única diferencia...es que están haciendo el amor...

Y entonces despierta.

- Mierda... - susurró. Se apretó los ojos y los volvió a abrir. ¿Pero que puta pesadilla había sido esa? Sacó las manos de entre la espuma, las sacudió y se sobó los ojos. Se había quedado dormida un ligero momento en la antigua bañera del baño de su novio. Echó la cabeza para atrás. Cerró los ojos de nuevo. ¿Por qué había soñado eso? Joder... muchas veces le contaron que las pesadillas más remotas se hacían realidad. Su cuerpo tembló. ¿Cuánto tiempo llevaba ahí metida? Y era tempranísimo. Payton le había pegado esa costumbre. Pero...¿Qué había significado ese sueño? ¿Y por qué ahora? ¿Cuando todo estaba saliendo tan bien... ella soñaba eso?

La puerta del baño personal de Payton se abrió de repente. Era él. No traía camisa, pero sí ese espléndido aire matutino que lo acompañaba en cada día. Estaba despeinado y tenía los ojos pequeños y alineados.

- Te estaba buscando... - le dijo él, con una voz somnolienta. Sensual. Tan masculina. A Amelie le dio una ligera sensación de deseo. – buenos días.

- Te estaba esperando... - susurró ella. Y vaya, aquellas palabras habían hecho que Payton se despierte completamente.

- Podías a verme dicho que estarías aquí. – le sonrió él. Se bajó los pantalones de un momento a otro, al verla metida en esa bañera caliente. Y mucho más caliente se pondría con él ahí adentro, follándola. - ¿hay espacio para mí? – le preguntó antes de bajarse el bóxer.

Amelie asintió, con una sonrisa pequeña. Fue entonces cuando él comprendió que algo le pasaba.

- ¿Estás bien?

- He soñado algo... extraño...

- ¿Has soñado conmigo? – bromeó él. Pero a ella no pareció darle gracia.

- Esto es enserio. Pero... - respiró hondo. – te burlarás de mi.

- Sabes que no. – se acercó a la bañera repleta de agua, aún sin quitarse la última prenda de vestir. – no puede ser tan malo... - se puso en cuclillas.

- Vale, ya. Te cuento. Pero te lo he advertido. – le dijo, Payton la miró divertido. Lo que no sabía es que su semblante cambiaría de un momento para otro. – he soñado contigo y con...ella... con tu amiga. - Amelie bajó la mirada, jugueteando con el agua. – soñé que hacían el amor...

Seduceme - Payton Moormeier (3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora