~° Lonely Together ~ Miles 42 / Prowler / Merodeador

XIV

Me sorprende la cantidad de gente en capis anteriores que no estaba enterada de que rayita conocía la identidad de Miles... ¿Ustedes no leen con atención o yo me explico mal al escribir? Es una duda que me nace porque literal lo preguntaron mucho 😅.

~•~

—... ¿Cariño?... ¿Estás ahí?... Responde, por favor.—

____ no sentía nada.
No sentía sus brazos,
No sentía sus piernas.
Ni siquiera las grandes manos de Hobie presionando las suyas (uff ke riko).

Pero no pensaba rendirse.

Siguió buscando fuerzas de donde no tenía, y entonces pudo abrir los ojos.

—Hola, linda... Bienvenida de nuevo.—Hobie sonrió con cierto alivio.

—¿De dónde? No me fui a ningún lado...—

—Bueno, según Lyla tus signos desaparecieron por unos minutos.—

La chica suspiró con pesadez, intentando sentarse. Hobie no tardó en ayudarla.

Pasó de no sentir nada, a sentir todo.
Le dolía todo el cuerpo.

~No te apures mucho, tus células están comenzando a reorganizarse. Dales algo de tiempo.~Lyla apareció a su lado~. Me asustaste, niña... Y como IA, eso es imposible.~

____ sonrió, mirando su muñeca. Se extrañó al no ver ningún reloj.

~Te pusimos otro de inmediato, pero mientras estabas inconsciente, diseñé uno más pequeño. Aquí.~

La chica miró hacia su pierna, donde su traje estaba cortado. Podía verse un hexágono bajo su piel, con una pequeñita luz parpadeante.

—Intradérmico, para siempre y casi no se ve que te brilla la pierna.—Hobie le dio una palmadita en la rodilla.

—... Fallé... Kingpin sigue vivo.—

—No pienses en eso ahora, ya lo acabaremos.—Hobie atrapó su dedo meñique—. Promesa de dedito.—

—... Y Miles me odia.—

—¿Trencitas? Estaba muerto de miedo cuando fui por ti.—

—Lyla, dime una cosa... ¿podré volver a la dimensión 42?—

~Deberíamos consultarlo con Miguel apenas vuelva.~

—... díganme que no se enteró de esto.—

~Claro que no sabe. Si se llega a enterar que casi te mueres, nos asesinaría todos ¡y ni siquiera estoy viva!~

—Lyla...—

~Deberías quedarte aquí, revisar tus datos unos días hasta que estés estable.~

—Por favor...—

—Yo iré con ella.—Hobie intervino, mirando a su amiga—. La cuidaré, y si veo que empieza a convulsionar la traeré de inmediato.—____ sonrió.

—Gracias, Johnny.—le guiñó un ojo.

~Por dios... Bueno, si van a irse que sea ahora. Antes de que Miguel vuelva... Esto nunca pasó ¿Ok?~

El par de jóvenes pasó sus dedos por sus labios, simulando cerrar una cremallera.

~¿De verdad tienen 19 y 23? Son unos tontos...~

~•~

—... ¿Quieres ir a verlo?—

Hobie se lanzó al sofá, dejando unos bocadillos en la mesita ratona.