—No lo sabemos con exactitud pero... Creemos que dos semanas.—
____ revisaba aquel pequeño reloj. Margo lo había fabricado en sus colores favoritos.
—¿Segura de que quieres hacer esto?—
—Claro, si necesitas una voluntaria, yo lo seré. Es lo mínimo que puedo hacer por ustedes.—
Se colocó el reloj, tocando la pequeña arañita del centro.
—¿A qué dimensión vamos, Miguel?—
~•~
Se sentía fuera de lugar. Aquella no era su casa, no era su gente. Las calles eran un desastre.
Y no era su problema.
Pero Miguel la necesitaba ahí, y si él confiaba en que ella podía hacerse cargo, ella lo haría. No era fácil aparecer de un día para el otro en una ciudad caótica y empezar a "limpiar". Aún así no todo era malo, ____ había conocido a buena gente, gente que la motivaba a hacer bien las cosas.
—Si hay una razón por la cual me esfuerzo para que esta ciudad sea segura, señora Morales... Es que usted y Miles viven en ella... Le prometo que daré todo de mi para que estén a salvo.—
—... Te conocemos ¿Verdad?—
—Pues claro, soy su amigable vecina, Spiderwoman.—
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