Solo Ella • Max Verstappen

capitulo 2

Inglaterra, 2019
Olivia

-Aquí tiene, un café americano y una porción de brownie - dejo sobre la mesa el pedido de mi último cliente, recibiendo un gracias junto a una sonrisa.

Vuelvo a la barra y limpio los restos de café que hay sobre ésta,  para que cuando la señora Margaret se le ocurra aparecer por el local, no esté amargada como de costumbre y diga que no hemos hecho bien nuestro trabajo.

A veces quisiera dejar este lugar, pero recuerdo que lo hago más por mi familia que por mí.

Suelto un suspiro y continuo preparando más café mientras mis pensamientos me invaden.

Ha pasado una semana desde aquella noche en club y en la cual conocí a aquel chico de ojos azules que no he podido sacar de mi mente.

Miarda, era jodidamente atractivo y totalmente mi tipo.

Ojalá pudiera verlo de nuevo, pero con solo ver en el tipo de lugar en el que nos conocimos, definitivamente eso no volverá a pasar.

Era un club caro, si Hunter, Joe y Nolan logramos entrar, fue gracias a las mañas y contactos de Joe, porque ni en sueños nos dejarían pisar un lugar como ese en cuanto vieran nuestra vestimenta.

-¿Me dirás qué te pasa hoy? Amargada- Hunter viene a molestarme cuando termina de atender la mesa 4.

-No es nada, solo me levanté con el pie izquierdo y el estrés de la universidad- respondo solamente.

Hoy era uno de esos días en los que solo maldices al universo por existir y deseas que nadie te hable.

Pero como soy la favorita de dios, tengo que aguantar otro día más.

Afortunadamente hoy era mi último día de trabajo y comenzaban mis vacaciones, así que no tendría que verle la cara a las personas y eso ya era demasiado bueno para alegrar mi día.

-Un buen polvo te ayudaría mucho a aliviar el estrés.

-Que más quisiera yo.

-Yo tampoco he echado un polvo- suspira decepcionado.

-Deberías compartirme un poco de tu optimismo- me burlo.

-¿Todavía piensas en el sexy chico que conociste en el club?

Me mira con las cejas alzadas, divertido y con una sonrisa pícara.

Maldito Hunter.

-¿No tienes más clientes que atender?- contradigo.

-Evadiste mi pregunta, eso es un sí - sonríe victorioso y giro los ojos divertida.

-Que va, no lo volveré a ver en mi vida- digo encogiendome de hombros intentando no sonar decepcionada.

-Mujer, eso no lo sabes, el destino puede jugar a tu favor- responde.

-O tal vez no- digo.

Reviso mi teléfono para verificar la hora y me percato que mi turno ha terminado y me viene perfecto para recoger a mis hermanos en el colegio.

-Vaya día ajetreado, ¿no creen?- Nolan, nuestro otro compañero y amigo de la cafetería se acerca soltando un suspiro.

Nolan es un año más grande que yo, proviene de una buena familia y aunque siquiera necesite el dinero para solventarse, le gusta trabajar en la cafetería porque para él es divertido aunque tenga que aguantar clientes gruñones.

Vaya, trabajar por gusto. Ya quisiera yo.

-Que va, he atendido unas veinte mesas en el turno- suspiro un tanto agotada.