I- Recuerdos del pasado.
20 de Noviembre de 2014
Hee Sun corría con gran prisa pues tenía 3 minutos para llegar a clase, la última clase para presentar su proyecto final, subió las escaleras de la facultad hasta llegar a las grandes puertas del auditorio, donde expondría su proyecto.
Al llegar su profesora la recibió con el ceño fruncido.—Hee sun si no tiene un control en sus tiempos siempre llegará tarde a todos lados —le reprendió la profesora, Hee Sun sonrió apenada.
—Lo siento, no volverá a pasar, me quedé dormida hasta última hora y-
—Ya, vete a tu lugar, los jueces vendrán en un momento —Interrumpió su profesora. Hee Sun asintió con energía y se apresuró a preparar sus respuestas para los jueces. Entonces, Hee Sun miró atrás de ella, donde su proyecto era exhibido, seis cuadros, cada uno representaba el tema que se les había dado, en su caso fue la "belleza espontánea de la vida", observó cada una de las fotografías, en especial a la modelo que usó. Esta era parte de los cuadros grandes donde una mujer joven sonreía con esa naturalidad que representa al ser humano cuando demuestra la felicidad sincera, en otra fotografía se veía igualmente a esta persona con un diferente ángulo, contemplado la belleza de la naturaleza misma, se podía notar en la foto como sostenía una flor con sus manos, como si estuviera acariciándola.
—Me encanta tu proyecto, es fascinante, Me gustaría saber quién es la modelo que usaste para tu concepto, —Preguntó una voz por sus espaldas, Hee Sun volteó con nervios, reconoció a aquella persona, un fotógrafo profesional parte del jurado, Hee Sun abrió completamente los ojos sorprendida y emocionada, el fotógrafo que más admiraba en la vida estaba frente de ella y no solo, le había dicho que le fascinaba su obra.
—Y-Yo..Ell-Ella en realidad —lo pensó un poco, no podía describirla como una desconocida, no cuando pasó toda una semana con esa persona, sabía su nombre, que le gustaba, lo que no, su sueño, pero aún se sentía como una desconocida.—Ella es una persona que conocí durante una pequeña caminata en el parque, la conocí por casualidad, yo iba a tomar una foto a una flor cuando mi lente la enfocó.
El hombre escuchaba atentamente cada palabra con una sonrisa.—Supongo que su belleza te cautivó tanto para proyectarla en tu trabajo
Hee Sun sintió sus mejillas arder y asintió—Es cierto, supe que ella era lo que necesitaba para mí proyecto, al principio realmente tuve que rogarle para poder tomar esas fotos, pero ella accedió, le agradezco mucho lo que hizo por mí —Sonrió pensando en ella, el fotógrafo sonrió de igual manera y asintió.
—Tu obra realmente es digna de admirar, si algún día quisieras trabajar en mi agencia, yo realmente estaría muy agradecido con tener a un talento como tú —Dijo para sacar una tarjeta del bolsillo de su chaleco.—Esta es mi tarjeta, ahí viene mi número y el de mi agencia, sería un honor tener a una gran fotógrafa como tú en nuestra empresa —Y así se retiró para observar los demás trabajos, Hee Sun suspiró con emoción, no podía ocultar su felicidad, mucho menos cuando sintió unos brazos rodearla de la cintura, sabía perfectamente de quién se trataba. Ella reconocía perfectamente esos brazos.
—Sana! Estás aquí, creí que no podrías venir —dejó caer un poco su peso hacia ella, sintió como esta descansaba su cabeza en su hombro.
—Hmm no podía perderme de esto —su voz sonó tranquila y sincera, Sana observó los cuadros, detallando mucho en los que ella aparecía —¿Realmente soy así de linda? —Su pregunta salió de su interior, más que para ella, pero igualmente fue escuchada por Hee Sun.
—Lo eres, eres muy preciosa, Sana —respondió con sinceridad. Sana sintió sus mejillas arder, mordió sus labios reprimiendo su sonrisa.
—¡Aah Sunnie!~ no digas eso! Haces que me sonroje —Dijo ocultando su cara en el hombro de la más alta.
—Lo siento, pero creo que debió quedarte claro cuando te lo dije las primeras diez veces —Soltó una risa nasal.
Hee Sun realmente apreciaba a Sana, se soltó del agarre de la japonesa para mirarla frente a frente.—Gracias Sana—Dijo haciendo una reverencia. Sana negó con la manos.
—No es necesario que lo hagas, la que debería estar agradecida debería ser yo, me haz mostrado algo que yo no había visto antes —habló apresurada la nipona.
Hee Sun no tuvo tiempo de hablar cuando vió como el jurado y sus profesores se acercaban hacia ellas, Sana se hizo a un lado para observar la situación.
—Señorita Eun, el señor Yamada ya nos habló un poco de lo que vió en tu expositor —Habló el principal jurado, un señor mayor de edad.—Dinos, ¿Que es lo que estamos viendo?
Hee Sun pasó saliva con nerviosismo, al fondo pudo notar a la japonesa sonriéndole con apoyo.
—Lo que podemos ver en las fotografías son la expresión de la espontaneidad de la vida, la belleza que no vemos a simple vista pero que siempre tenemos a nuestros ojos, lo que la hace hermoso sin necesidad de verlo, porque ya sabemos cómo es para poder apreciar en nuestra imaginación...
Su discurso no tardó mucho, pero estaba claro que ella se había graduado, en realidad todos lo habían hecho, pero Hee Sun ganó los aplausos y las felicitaciones por su trabajo, después de todo ella tenía un talento envidiable, ella no fue la única en recibir reconocimiento por su trabajo, también otros lo hicieron, incluso llegaron ofertas de trabajo para todos ellos.
Lamentablemente no todo era felicidad, Hee Sun había aceptado la propuesta del señor Yamada, donde esté gustoso le dió un gran puesto en la compañía, pero este era en el extranjero.
—Prometo que algún día nos volveremos a ver Hee Sun —Dijo Sana, abrazando a la coreana que no paraba de pedirle disculpas, después de todo, Hee Sun había agarrado un cariño especial por la nipona.—No tienes que llorar Sunniee
—No quisiera dejarte, eres muy importante para mí, ¿Por qué tu no te sientes mal?
—Se que volveremos a vernos, tenlo por seguro, el destino siempre hace de las suyas —Respondió con seguridad, Hee Sun asintió y antes de irse abrazó fuertemente a la japonesa, prometiendo volverse a encontrar.
20 de Noviembre de 2020
Hee Sun caminaba por el aeropuerto internacional de Seul, miraba con tranquilidad los aparadores de ropa y los puestos de comida, estaría de viaje durante un tiempo en Corea para una sesión de fotos de una empresa de ropa para su nueva línea de invierno. Entró a la cafetería para desayunar y reacomodar sus ideas, pidió un croissant y un café americano con azúcar extra, agradeció internamente a la cafetería por tener internet gratis para ponerse a trabajar, su trabajo solo bastó de leer todo un contrato junto a las ideas de los ejecutivos a cargo de la línea de ropa.
—¿Por qué piden que guarde mayor discreción? —Se preguntó una vez leyó aquella parte del contrato, donde explicaba que pedía guardar la discreción por los modelos que usarían para la sesión de fotos. Hee Sun le restó importancia y siguió leyendo, su vuelo se había adelantado y ella había llegado dos horas antes de lo esperado, la empresa que la recogería no llegaría hasta dos horas después, así que para perder el tiempo Hee Sun indagó en su celular, cuando una notificación típica de Google fotos donde te recuerda esas situaciones del pasado, siendo esta la foto que se tomó con cierta chica japonesa aquel día de su graduación.
Nuevamente un recuerdo vino a su mente, el primer día que conoció a Sana.
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El angulo perfecto||ᵐⁱⁿᵃᵗᵒᶻᵃᵏⁱ ˢᵃⁿᵃ
Fanfiction𝗘𝗣 ||Hee-sun, tiene que lidiar con su nuevo proyecto de fotografía, que mejor que pedirle ayuda a una chica desconocida sin saber que en un futuro estaría fotografiando a la misma chica ahora famosa.|| "Tenias razón, el destino siempre hace...