VIII

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VIII-¿Despedida?

Cuando Sana terminó de contar, Chaeyoung entendió un poco su situación, aunque no comprendiera del todo aquellos sentimientos intentó no demostrarlo. Sana estaba tan absorta en su historia que no se había percatado que pronto sería su turno, solo faltaban ella y Chaeyoung, para suerte y petición del editor Sana tendría que esperar un poco más, ya que al parecer querían una de las chicas en grupos de tres, siendo Nayeon, Dahyun y Tzuyu quienes formarían aquella alineación.

Y mientras tanto la fotógrafa asentía a cada una de las instrucciones del editor, quién parecía sacar fuego de sus ojos, hablaba con tanta determinación que Hee Sun no podía decirle que no tan fácilmente.—¡Y deben tener una buena iluminación! ¡Quiero ver los detalles de los atuendos! —Le explicaba, mientras tanto Hee sun asentía tomando algo de su café, mirando hacia la computadora donde se proyectaba la pantalla de la cámara.

Dió un pequeño trago y miró al editor.—No veo algún problema en la iluminación, si pone de más se vería extraño, incluso lastimaría su vista —explicó, el hombre a su lado asintió comprendiendo.

—Está bien —Había funcionado.—¡Empiecen!

Hee Sun asintió sin ganas.—Sí  —Las tres chicas se acomodaron en los lugares indicados y después de eso todo fue muy rápido, en menos de unos minutos Sana estaba lista para su toma individual, ¿Estaba nerviosa? Sí, ¿Quería irse? Claro, ¿Podía irse? No exactamente.

Hee Sun miró a través del lente, aquella visión nueva de la japonesa detuvo todo su mundo, ¿Desde cuándo Sana había cambiado tanto? Si antes la consideraba bella, ahora era más que eso, ¿Se puede ser mucho más hermosa que antes?

Claro que sí

Hee Sun salió de su embelesamiento y respiró hondo, sintió un gran deja vu, así como una vez le rogó a la japonesa por fotografiarla, no creyó que esa insistencia le habría llevado a la misma situación seis años después.

Su dedo presionó aquel botón y el flash de la cámara salió como aquella primera vez hace seis años cuando tomó la primera foto de Minatozaki Sana. Y tal vez por ese momento Hee Sun supo que estaba completamente perdida en esa japonesa.—Y-Ya terminé.

Los sentimientos eran confusos hasta cierto punto, ¿Realmente había esperado por Sana? ¿Le gustaba?
¿Era mutuo? ¿Y si solo ella se había hecho todas esas ilusiones? ¿Por qué Sana esperaría tanto tiempo para estar juntas?
Y los malos pensamientos aparecieron, sintiéndose abrumada.

Pero ninguna de ellas sabía lo fácil que podría ser hablar nuevamente como los viejos tiempos, ambas se hundian en los profundos recuerdos del pasado y nuevamente había un muro que les impedía acercarse y fortalecer su relación, todo este tiempo esperaron a la presencia de la otra, cayendo en la oscuridad de la melancolía y el amargo recuerdo de un primer amor, un amor de verdad, el cual difícilmente podría ser restaurado sin la ayuda de ambas.

Desafortunadamente tanto Sana como Hee Sun temían de alguna acción negativa por ambas partes, lo que ocasionó que al final de la sesión ninguna se dirigiera la palabra, y por más que tratara de negarlo, la coreana esperaba en su interior que la japonesa tomara la iniciativa como en un principio.

¿A dónde se fue toda esa confianza que tuvo en un comienzo?








































































Hola!

Estamos a unas del final de esta historia...

El angulo perfecto||ᵐⁱⁿᵃᵗᵒᶻᵃᵏⁱ ˢᵃⁿᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora