Prólogo

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Se encontraba corriendo bajo la lluvia a gran velocidad, parecía que su vida dependiera de aquello. No lo pensó dos veces cuando se armó de valor esa mañana, que había sido un día soleado, ahora tenía una noche con un aguacero. Creía que en cualquier momento resbalaria al suelo por culpa de sus zapatos, quizá debió escoger mejor su vestimenta.

Estaba buscando a una persona que jamás creyó que volvería a buscar para decirle algo importante, y es que sus sentimientos estaban ahí después de mucho tiempo, había amado a una persona pero después la dejó ir como un imbécil. Estaba arrepentido, de eso estaba seguro. Tenía la felicidad en sus manos y la desechó porque creía que dejó de sentir esa chispa emocionante que tuvo los primeros días cuando su relación había dado inicio.

Grande error.

Juraría que su vida dependería de aquello, no estaba dispuesto a dejarlo ir tan simple. Lo amaba demasiado y eso era lo unico que importaba en ese momento. Sabía que él también debía seguir amándolo, un amor tan fuerte que tuvieron no se podía ir de la noche a la mañana, y aunque, sí, habían pasado algunos meses desde su ruptura. Seguía sintiendo lo mismo por él, solo que se negaba aceptarlo. Si seguía sintiendo lo mismo, lógicamente él también debería seguir amándolo. Confía en eso.

Segundo error.

Cuando se enteró que lo perdería para siempre, se dijo que no podía dejar el asunto así, pero tampoco estaba de acuerdo en intervenir en aquello que apenas estaba empezando. Tenía un debate mental entre lo ético y sus sentimientos, pero después de varias noches en vela y algunos consejos de sus amigos, que no siguió todos, se armó de valor para buscarlo. Tenerlo de frente y admitir que se había equivocado. Se disculparía sinceramente y él lo aceptaría, o eso se hacía creer, solamente pensando en eso lo hacía tomar aquellas fuerzas para buscarlo.

Llegó a dónde lo vería sin que él supiera. Conocía su ruta de estudios y que parada de autobús tenía que bajarse para caminar a casa, así que lo recibiría. Se quedó bajo el techo, a pesar de que era evidente que la lluvia ya había empapado toda su ropa y todo él, sin embargo, se quedó ahí en espera.

Estaba agitado, y le costaba un poco recuperar la respiración, ya estaba ahí, así que solo era cuestión de algunos minutos para que pudiera tranquilizarse. Sentía el sudor salir de su cuerpo, combinándose con las gotas de lluvia. También sentía la mirada de una señora más grande que su propia madre, que lo observaba como si estuviera loco. Esa señora parecía estar examinadolo, y aunque Wonwoo sintió que la insultaria por meterse en lo que no le interesaba, simplemente decidió ignorarla.

El autobús llegó a la parada, así que al instante se puso nervioso. Junto ambas manos y comenzó a jugar con ellas. Veía a las personas bajar del autobús, algunas corriendo ya que no traían paraguas para cubrirse y los otros tomaban su tiempo para abrir el paraguas. Vio la silueta frente él, y aquello hizo que sus ojos se acelerarán. Lo vio abrir su paraguas y bajar del autobús, y cuando lo hizo, sus miradas se cruzaron.

Lo veía con asombro, se preguntaba que estaba haciendo Wonwoo ahí. Notaba su sonrisa nerviosa y como jugaba con sus manos, esa acción que le caracterizaba al tener miedo y estar muy nervioso. No por nada, habían pasado toda su infancia y adolescencia juntos como mejores amigos, y después de confesar como se sentían los dos, iniciaron una relación.

—Wonwoo —habló primero él, Wonwoo solo murmuró un pequeño hola—. ¿Qué haces aquí? Y de esta forma... —se refería a que estaba completamente empapado.

—Quiero hablar contigo —lo vio sonreír en forma de burla.

—Viniste hasta aquí sin paraguas, ¿solo para hablar conmigo? —Wonwoo asintió un poco tímido—. Pudiste haberme llamado.

—Era urgente —se excusó. Mingyu comprendió un poco, aunque le parecía ridículo, sabía que no importará cuánto tiempo pasará, si Wonwoo le hablaba estaba dispuesto a hablar con él.

Wonwoo espero de cierto modo que la parada estuviera vacía, no tardó más de cinco minutos que la última persona que estaba a su alrededor se había marchado. Momento perfecto para iniciar su plática con su ex novio, quien seguía siendo su mejor amigo.

—Dime —pidió Mingyu.

—Mingyu —murmuró. Tomó algo de aire para calmar sus nervios. Entre abrió los labios para decir algo, pero parecía que las palabras no salían. Mingyu no lo estaba presionando, conocía perfectamente a Wonwoo así que esperó paciente—. Yo... —llevó las manos a sus mejillas para golpearlas levemente y despertarse de lo que sea que le estaba pasando, y por fin se armó de valor—. Perdóname —pidió. Mingyu no comprendió a qué se refería, ¿de qué lo tenía que perdonar? ¿Acaso Wonwoo hizo algo que le afectará? Y como si leyera sus pensamientos, respondió a esas preguntas—. Fue un error haber terminado contigo, te sigo amando como no tienes idea y sé que han pasado días, los suficientes para que dejes de sentir algo por mí, pero no puedo... no puedo vivir sin ti...

Mingyu sentía muchas emociones que no sabía que responder a la confesión de Wonwoo. ¿Había escuchado bien? Wonwoo se estaba disculpando después de haber terminado con él, hace tres meses atrás, y lo peor, decía que lo amaba cuando fue él quien tomó la iniciativa de terminar todo.

Quería golpearlo en ese instante, sufrió demasiado por su culpa, porque después de todo, él seguía amándolo después de que Wonwoo decidió terminar su relación. Le lloraba pero no lo buscaba resignado a darle su libertad. Se esforzó mucho para dejar de amarlo, y aunque no lo logró del todo, se sentía furioso porque él ya estaba formando una nueva vida con alguien más.

Wonwoo veía con atención su rostro, podía distinguir un leve sentimiento de enojo en sus ojos. Incluso juró que sus nudillos cambiaron de color en un segundo al apretar con fuerza el mango del paraguas. Estaba molesto. Era justo que se molestará, así que desvió la mirada esperando algún regaño, el cual, no tardó demasiado en aparecer.

—¿Disculpa? —preguntó incrédulo—. ¿Me amas? —su voz estaba llena de ironía—. No puedo creerlo... —Wonwoo quería decir algo, pero sabía que Mingyu no le había respondido todo—. Fuiste tú quien terminó esto, fuiste tú quien dijo que ya no sentía lo mismo, fuiste tú quien me obligó alejarme de ti. ¿Por qué vienes ahora cuando yo estoy amando a otra persona? —Wonwoo estaba arrepentido de decírselo, pero ya no había vuelta atrás—. Deja de bromear con mis sentimientos —fue lo último que le dijo.

Mingyu se había ido, dejando a Wonwoo solo. Estaba dolido, pero no tanto como Mingyu. Su corazón dolía y quería llorar, sin embargo, no parecía que las lágrimas decidieran salir. Se llevó la mano al pecho para calmar el dolor, pero todo fue en un intento vano.

Había arruinado la amistad que tenía con Mingyu, se iba a disculpar con sinceridad con él. Era el momento perfecto para darse por vencido, y seguir con su vida mientras Mingyu hacia de nuevo la suya. Estaba de acuerdo, que nunca amaría a nadie como lo hizo con Mingyu.

Estaba arrepentido de todo.

Solo amigos - MeanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora