Lecciones de Amor

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│🦋 Dulce María│

U― Y si te digo lo que me detiene, intentarás convencerme de lo contrario. Citará mil y una razones por las que ya no pienso como pienso.

Christopher se queda con la mirada distante. Noto un poco de sufrimiento y tristeza allí. Nunca lo había visto así antes. Parece que está sintiendo algo de dolor. No dolor físico, sino interno. Apuesto a que Hannah es la clave para desentrañar los misterios de este hombre. Sus palabras de ese día en que invadió mi casa resuen en mi mente: "Hannah, lo siento mucho. Lo siento por el mal que te he causado. Me perdona. No quería que eso te hubiera pasado."

D ― ¿Por qué sería malo eso también? {Siento tu mano}

U ― Porque no merezco que me arreglen, Dulce. Algunas cicatrices no merecen curación.

D ― ¿En qué sentido? ¿Qué es lo que tanto te impide querer intentarlo? {A pesar de saber que se negará a responderme, lo intento}

U - Como dije: algunas personas no sirven para tener relaciones sólidas y largas. No soy un hombre para ser amado. {Acaricia mi mano}

D ― ¡Pero por supuesto que lo eres ! {Aseguro tu cara y te hago enfrentarme} - Pensé que no sentías algo por mí, pero lo sientes. {Doco una ligera sonrisa} ― Entonces eso significa que las cosas tienen una solución. Déjame ayudarte. Déjame entrar en tu corazón. {Apoyo mi mano libre en tu pecho}

U ― Sé que voy a terminar jodiendo con todo. Quiero evitar hacerte daño. No te mereces tener el corazón roto de nuevo. Acabas de deshacerte de un ex gilipollas, y no mereces tener otro en tu vida.

D ― No eres como Leo. Lo sé, Christopher. {Digo en tono firme} ― ¿Y cómo estás seguro de que vas a joder con todo? ¿Cómo sabes que me va a romper el corazón? Tal vez sea yo el que rompa el tuyo.

Levanta las cejas y parece estar buscando la mejor respuesta que puede darme. Lo único que Christopher tiene que hacer ahora es tratar de quedarse conmigo y arriesgarse. Quererlo ya ha dicho que me quiere, sin embargo, debe haber algún tipo de bloqueo en él o algo que deba superarse. Sus ojos bajan a mis pechos. Su atracción por mí es clara.

D - ¡Deja de mirar mis pechos! {Los cubro con las manos y siento que mis pezones se endurecen}

U ― Ayer sentí tantos celos. {Cambia el rumbo de la conversación} ― Cada vez que veía a ese imbécil tocándote. {Él suaviza la cara y yo sonrío}

D ― No pasó nada entre Alfonso y yo y tampoco va a pasar. {Una cosa me pasa por la cabeza: ¿es que Christopher suele ser posesivo en las relaciones? ¿Por eso tienes miedo de entregarte?}

U ― ¡ Dulce ! Es tan difícil resistirte. {Besa mi cuello y me da escalofríos}

D ― Quédate conmigo. {Susurro y me mira a los ojos} ― Ahora. Te quiero ahora. {Apreto mis pechos y abajo los tirantes de mi pijama}

U ― Dulce... {Aprieta los ojos y suelta un suspiro}

Si Christopher es reacio a decirme la verdad, creo que puedo aprovechar su deseo por mí; como una forma de descubrir lo que tanto esconde. Si el sexo es el camino para eso, ¡que lo sea! Quizás si mantenemos una relación puramente sexual, el profesor finalmente se sentirá seguro para abrirse conmigo en el futuro. Bajo una mano por mi cuerpo de la forma más seductora y la meto dentro de mis pantalones cortos, tocando mi sexo.