Lecciones de Amor

🍎 33 << Amorío

      │🦋 Dulce María │

Ucker - Me diste una sensación de paz. Y esa sensación nunca se fue. Por eso te necesito tanto. {Susurra} ― Tú eres mi cura, Dulce. Es mi rescate y liberación. Es mi paz. {Encola la frente en la mía} - Es lo que me dio motivación y coraje para querer cambiar y ser lo suficientemente bueno para ti. Para merecerte.

Las palabras y declaraciones de Christopher me tomaron por sorpresa. No me imaginaba que estuviera enamorado de mí. Sabía que sentía algo, pero pensé que no era más que una atracción sexual y una pasión, nada comparado con lo que sentía por el profesor. Mi corazón se apretaba más a medida que Christopher me contaba el resto de su historia con Hannah. Todo este tiempo se privó de recibir el amor de una mujer. Todo debido a la culpa que lo consumía por la muerte de su amiga. Cuando me dijo que no podía tener una relación conmigo, nunca se me pasó por la cabeza que fuera por esa razón.

Como dije: algunas personas no sirven para tener relaciones sólidas y largas. No soy un hombre para ser amado. {Ahora esta frase tuya tiene sentido}

Reconozco que fui bastante insistente al ir con todo encima de un hombre que todavía tenía sus traumas, bloqueos y que estaba tratando de superarlos y reencontrarse.

Dulce - También he actuado mal por no haberme puesto en su lugar. {Aseguro tu mano} ― Estaba insistiendo y solo pensé en mí, en cómo me estabas lastimando. No consideré lo difícil que era para ti también.

U ― Fue bueno que hayas insistido y te agradezco mucho por eso. {Besa mi mano} - Finalmente me desperté y creé el coraje para buscar ayuda.

D ― ¿Estás bien? {Sonrío y me quedo todo sin sentido bajo la mira de su mirada penetrante}

U - El problema con el alcohol está siendo mucho más desafiante para mí. {Confiesa y suelta un suspiro}

D ― Me imagino. Pero tú eres fuerte. {Transmito toda mi empatía, comprensión y fe en él}

U ― Empecé a asistir a un grupo de apoyo. Ya llevaba treinta y nueve días sin beber. Pero me puse ansioso y nervioso cuando comencé a hablar contigo por Internet y luego...

D ― Tuviste una recaída.

Afirma con la cabeza y baja la mirada, expresando vergüenza y frustración.

D - No te desanimes. Estas cosas no se resuelven con un chasido de dedos. {Uso mi mano libre para alisar su antebrazo}

U ― Bebí solo una pequeña dosis para relajarme y quitar la sensación de ansiedad. No me emborraché, pero quería completar tres meses seguidos sin poner una gota en la boca.

D - Al menos logró controlar la compulsión. Ya es un gran avance. {Él afirma con la cabeza} - También tardé en aceptar mi nueva realidad. Es decir, todavía sigo en la lucha.

U ― Recuperar la autoestima tampoco es fácil. Más aún en una situación como la tuya. {Aleja los mechones de pelo de mi frente}

D ― Sí. Lo que no podemos hacer es tirar la toalla y dejar de mejorar. Por cierto, ¿el alcoholismo también surgió debido al accidente de Hannah?

U ― Desarrollé este problema después de que ya no pude ejercer mi profesión como cirujano. Bueno, ahí lo has reunido todo, ¿sabes?

D ― De tanto que bebías, te acostumbraste hasta convertirte en un alcohólatra funcional. {Aprieta tu mano que todavía estoy sosteniendo}

U - Al principio era como un escape de la realidad, mis frustraciones y el sentimiento de culpa que me acompañaba día tras día. Luego se convirtió en una adicción.