Luzu Borja y Álex Quackity se conocieron en la primaria estos mostraron desde un inicio el cariño asia el otro, pero después de la despedida de luzu las cosas cambiarían para Quackity
Un reencuentro se daría cuenta Quackity se apareció en el institu...
Al terminar el primer día de clases, luzu regreso a casa con algunas cosas rondando por su mente, pero una cosa era clara, y eso era que no estaba para nada disgustado.
_ joven luzu, le quería informar que hoy sus padres no vendrán a cenar _ dijo uno de las mucamas del hogar desde fuera de su cuarto, el ojirubi no sintió nada más que emoción de escuchar eso, realmente no le importaba si sus padres se quedaban fuera todo el día, el estaba encantado de quedarse solo.
_ esta bien, gracias por avisarme _ le respondió sin salir de su cuarto, este se encontraba en su cama descansando un poco mientras revisaba su celular, la verdad no era como si tuviera mucho que hacer, y su pareja aún no respondía sus mensajes, le había había preguntado cómo le fue en su primer día.
Aunque esas actitudes fueran normales en su pareja, aveces estás eran las que le asían sentirse inseguro de su relación, desde que está comenzó, no habían dejado de tener problemas, problemas que eran bastante insignificantes, pero que igualmente le afectaban.
No quería perder a auron, ya que por el pudo volver a darse la oportunidad de hacer amigos, y de ser el mismo, aunque nunca a podido mostrarle lo que es realmente, tenia miedo, de que su pareja se asustara al conocer su verdadera forma y esencia.
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(...)
Era un día aparentemente normal, o eso quería hacerse creer, estaba a punto de ir a una nueva escuela, otra vez estaba devuelta en su país natal, pero realmente no quería estár allí, daría lo que fuera por volver el tiempo atrás.
Pero ya era demasiado tarde, está vez su padre fue más estricto y duro con el, por qué era esto o nada, aunque realmente ya no quería nada después de saber que no volvería a ver a su amigo, nisiquiera para poder disculparse por lo sucedido, y estaba seguro de que este lo odiaria.
Por no cumplir su promesa...
El castaño de ahora 10 años, bajo lentamente del auto negro y lujoso, quedando justo en la entrada de un nuevo instituto, este que tenía un nombre algo curioso y le asia recordar su karma.
El castaño de ojos carmín, se adentro con calma, aunque notaba todas las miradas sobre el, no se digno a prestar atención a estas, ni mucho menos a darle un poco de su importancia.
Si cabeza estaba atado en una coleta, pues este había crecido un poco y no quería cortarlo, su ojo izquierdo era cubierto por un largo muchon, y llevaba una sudadera negra, que era acompañada con una camisata cuello de tortuga del mismo color, este ocultaba una nueva cadena puesta por su padre.
Puso sus cosas en su casillero una vez pudo encontrar estos, y se dispuso a buscar su salón de clases, esto sele hizo algo difícil.
Aquel lugar era enorme, y ya se sentía algo perdido, pero prefería estar perdiendo antes que tener que hablar con alguien.
