SHIELD [Endeavor/Todoroki Enji]

Capítulo 5

❄️CONGELAR EL INFIERNO❄️

 

—No te muevas. Solo me falta un punto—Ordenó Shield mientras suturaba una herida en el costado derecho del torso de Endeavor.

Se encontraban en la casa de la heroína de hielo. Ambos estaban sentados en el sofá de la sala-comedor con un kit de primeros auxilios sobre la mesita central. Él se había quitado la parte de arriba de su uniforme para ser tratado adecuadamente.

Desde aquel día el héroe de fuego solía frecuentar la casa de Kyoko. A veces iba para leer algunos libros que ella poseía. Otras veces llevaba comida y compartían la cena. Y en la gran mayoría de sus visitas la heroína de hielo tenía que tratar alguna herida.

Endeavor era un héroe muy fuerte, pero no era invencible. El idiota ni siquiera se daba cuenta de que estaba herido hasta que ella notaba las manchas de sangre o los moretones. O tal vez simplemente ignoraba el daño de su cuerpo para tener una excusa para estar cerca de Kyoko. Una excusa muy dolorosa, pero excusa al final de cuentas.

—¿Mejor?—Endeavor dejó de divagar en sus pensamientos al escuchar la voz de Kyoko.

Sintió los fríos dedos rozando su herida y generando una ligera capa de hielo. Tuvo que reprimir un gemido de placer. Ese era otro motivo por el que prefería ser tratado por ella en lugar de ir directo a un hospital.

El tacto de Kyoko cuando usaba su quirk era como un elixir divino. Era muchísimo mejor que cualquier compresa fría o anestesia. Y todo se debía a la delicadeza con la que recorría su piel como si fueran las caricias de una madre a su hijo. Pero, para Enji, representaba algo más profundo... más... íntimo.

No se atrevió a responder por unos momentos. Temía que retirara la mano de hielo de su piel expuesta. Sin embargo sabía que no podía disfrutar para siempre de aquella placentera sensación. Así que se limitó a afirmar con la cabeza sin pronunciar palabra alguna.

—Tu cuerpo es muy caliente—Comentó ella mientras desplazaba sus dedos por encima de un moretón que estaba formándose cerca del abdomen.

Enji tuvo que usar absolutamente todo su autocontrol para mantenerse relajado. No quería tensar su cuerpo y que Kyoko descubriera el efecto que tenía sobre él. Sería demasiado vergonzoso y además la situación se volvería muy incómoda.

Mente sana como una manzana... Mente sana como una manzana...—repetía para sí misma como un mantra.

Kyoko, por otro lado, trataba de mantener sus pensamientos puros. Podía generar una capa de hielo sobre las heridas del héroe sin tan siquiera estar en contacto directo. Pero sus dedos le picaban por tocar el fornido cuerpo masculino. Le gustaba sentir los ejercitados músculos bajo su mano.

Y ahora estaba sintiendo completamente el paquete de ocho de Endeavor. No sabía que los músculos de un hombre podían sentirse tan firmes. Su único novio no había sido del tipo deportivo, así que esta era la primera vez que estaba en franco contacto con un cuerpo masculino bien ejercitado.

—Mi quirk es de fuego. Mi temperatura corporal usualmente es más alta del promedio—Explicó este sin apartar la vista de la mano de hielo de Kyoko en su abdomen.

—No me refería a eso...—Murmuró por lo bajo mientras desviaba la vista a un lado para ocultar el ligero rubor de sus mejillas—De todos modos... ¿Qué tal va todo en tu agencia?

—Bien. Recién llegaron tres estudiantes a hacer pasantías. Aunque me preocupa un poco el temperamento de una de ellas.

—¿Problemas de ira?—Kyoko volteó a encararlo con una ceja alzada con curiosidad.