Capítulo 3

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❄️¿TENGO QUE CONGELARLE EL CULO?❄️

 

El desayuno transcurrió en silencio. Kyoko estaba muy centrada en su comida para no ponerse nerviosa. Enji la miraba fijamente, tratando de descubrir el motivo por el cual se sonrojó. Así fue hasta que terminaron de comer y ella empezó a recoger la vajilla.

—Gracias—Espetó él de repente, haciendo que ella lo mirara—Aprecio mucho las palabras que dijiste antes... en la Billboard Chart.

No fue exactamente como anoche, cuando él estaba ebrio e invadía su espacio personal. Pero Kyoko sintió su pulso acelerando. Bajó la mirada con las mejillas levemente sonrojadas y de algún modo se las arregló para no tartamudear al decir:

—Está bien. De todos modos, solo dije la verdad.

Permanecieron en silencio por unos momentos. Entonces él se puso de pie. Alzó su mirada para verlo acercarse a ella.

—Yo friego. Es lo mínimo que puedo hacer por las molestias ocasionadas.

Se limitó a asentir. No estaba segura de qué saldría de sus labios si se atrevía a hablar. Probablemente los nervios la dominarían y terminaría congelando el comedor. Después de que Enji lavara toda la vajilla, recogió su chaqueta y corbata para irse.

—Gracias por cuidar de mí—Él realizó una pequeña reverencia a modo de despedida.

—No hay de qué—Kyoko también se reverenció—Sé que te esfuerzas mucho por tus metas, pero cuídate y no te sobre-exijas, ¿sí?

—No tienes que preocuparte tanto. Nadie puede vencerme, yuki-onna—Sonrió desafiante, tal y como solía hacer en su adolescencia.

—Ya vete, antorcha con patas—Ella puso los ojos en blanco, pero se podía vislumbrar una pequeña sonrisa en sus labios.

❄️🔥❄️🔥❄️

—¿Que Rei está en un qué?—La pregunta era una clara amenaza.

Dos semanas después de la publicación de los resultados de la Billboard Chart, Kyoko había ido a visitar a su hermanita. Ella seguía viviendo con sus padres porque aún no había reunido suficiente dinero para una casa propia y porque se negaba a aceptar el de su hermana. Quería reunir la cifra necesaria por sus propios esfuerzos y no deberle a nadie.

Sin embargo, en esa casa solo se encontró con su madre. La señora Himura tenía sus cabellos blancos pulcramente recogidos en un peinado tradicional japonés que dejaba su cara despejada. Vestía un kimono blanco con estampados florales que se camuflaban con el color enterizo si no se tenía buen ojo. Estaba sentada en la habitación del té con una postura perfecta.

—No me hagas repetirlo dos veces, Kyoko. Es mal visto preguntar dos veces cuando se recibió una respuesta clara—Respondió la señora con el ceño levemente fruncido con disgusto.

—¿Con qué cabrón está en un jodido MIAI?—Reformuló su pregunta, ignorando el sermón de su madre.

—Ten cuidado de cómo hablas, Kyoko. El hecho de disfrazarte de súper héroe no debe influir en tu vocabulario.

—¿Disfrazarme de súper héroe?—Kyoko alzó una ceja incrédula—¿Entonces tú eres una ama de casa disfrazada de empresaria?

—¡Himura Kyoko!—Una de las manos de la señora madre golpeó la mesa, haciendo rebotar ligeramente la vajilla—Ten cuidado con cómo me hablas...

—¿O qué? ¿Vas a echarme de casa? ¿Me quitarás mi derecho de herencia? ¿Concretarás un MIAI solo para mí? Lamentablemente para ti, ya soy una adulta legal. Y se debe pagar una multa por agresión ante figuras de autoridad, ¿verdad? Tampoco puedes golpearme—Se cruzó de brazos y observó a su madre desde arriba con un gesto gélido—No lo volveré a repetir: ¿Qué jodido imbécil de mierda piensa que puede obligar a mi hermanita a casarse?

SHIELD [Endeavor/Todoroki Enji]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora