CAPÍTULO 02

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Joder... ¡Sábado en la puta mañana! ¿¡No se le pudo ocurrir en la tarde al viejo decrépito!?

Ayer fue el cumpleaños de Damián, obviamente tiró la casa por la ventana con una fiesta a lo grande. ¿Y saben cuál es el colmo? Que a Astoria, una amiga, se le ocurrió traer “estampitas mágicas” a la fiesta, ¿y adivinen quien se negó? Así es, yo no.

AYER EN LA FIESTA

¡¡Ahora viene lo bueno!! —sacó en Jenga y unos chicos se pusieron alrededor de él— ¡¡Tira y estampa!!

Puse una mueca ante eso, con amigos de confianza Astoria siempre hacia esto. Mordí mi lengua. Una parte de mí decía que no lo hiciera, que esto era malo y que me podía volver adicta fácilmente y otra decía que lo hiciera, que estás experiencias solo se vivían pocas veces en las vida y que sus efectos eran increíbles, y que tal vez podía hablar con Harry Potter; chiste de mal gusto.

Voy a lamentar esto todo mi vida.

Me senté junto a ellos y comenzamos a jugar, perdí dos veces, por lo cual solo ingerí dos cuadros.

Después de eso recuerdo que estaba bailando un poco de salsa con Astoria mientras ella se movía al compás de la música.

—No te negaste, ¿eh~? —su manera de hablar era torpe gracias al alcohol.

—Mi cuerpo se movió solo —reí un poco nerviosa—, simplemente pensé, “la vida es una, ¿no?

—mmm~, me agrada tu forma de pensar... —pegó su cuerpo a mí—. ¿Qué tal si vuelves a usar la frase para otra cosa? —susurró en mi oído.

Me ruboricé y comenzamos a alejarnos de ese lugar hasta una habitación...

HOY

Joder, después de eso perdí el conocimiento debido a los efectos del alcohol y las “estampas”. Solo espero que no haya sido nada subido de tono, y si fue así, que haya sido Astoria y que los efectos de los cuadros no me hayan traicionado. Que miedo que haya pasado algo entre una prima o amiga de Damián y yo.

La fiesta terminó a las 4:00 A.M, y a las 7:00 A.M. teníamos que estar en el viejo estudio.

Llegué como a las 4:30 a mi casa y dormí menos de dos horas, a las 6:05 A.M ya estaba en el baño, tenía tremendas ojeras que ni la mitad del corrector pudieron tapar, todavía tenía los ojos un poco rojos por la droga. No tenía la valentía para conducir así que pedí un taxi en una aplicación.

Descanse un poco en el transcurso del camino, cuando llegamos pagué lo debido y me dirigí con ellos.

En lo que al anciano abría el estudio Damián se acercó a mi lado y me susurró:

—Tienes los ojos un poco rojos.

—Gracias por la observación, pero me había dado cuenta desde hace rato.

Después de ese intercambio de palabras comenzamos a empaquetar algunas cosas, como guiones, dibujos que íbamos a restaurar, un poco de mercancía.

—Marlena....

Alguien susurró y nombre el cual yo desconocía. Voltee a ver quién era pero no me encontré con nadie, cada día más loca.

1972

Estaba en el escenario, era pasante, ayudante del escenógrafo en este caso. Acomodaba las posiciones de las marionetas, en este momento estaba con Julie, diría que una de mis marionetas favoritas, pero todas son mis favoritas.

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