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Ese sábado en la tarde, planeamos salir los cuatro aunque el clima anunciara que el invierno se avecinaba, Christopher por su parte, decidió retirarse a su casa temprano dejándonos a Jeongin y a mi con la duda de si se sintió incomodo con nuestra presencia a lo cual Hyunjin aseguraba que no era por eso.

El fin de semana pasó deprisa, dejando una cierta sensación de inquietud en mis pensamientos, quizá debía hacerle caso a mi mente y rendirme con Christopher, solo ser su amigo y olvidar que cada que vez que lo veo hace que mi corazón se revolucióne y mis mejillas se tiñan de rojo.

Así fue como pasaron dos semanas, semanas las cuales no vi a Christopher, parecia estar evitandonos, se iba más temprano de sus prácticas y Hyunjin era el único que podía hablar con él ya que estudiaban juntos así que,
era más difícil para nosotros estar con él, pero eso era lo que pensaba antes de casi terminar otra aburrida semana.

¿Lo peor? Jeongin había salido a comer hamburguesas con Hyunjin el miércoles y ambos estaban enfermos del estomago, por lo cual estaba completamente solo un viernes en la triste universidad.

—Minho, te están buscando — me avisó Mingyu entrando al salón de clase.

—¿Quién? —

—No lo sé, un chico me preguntó si aquí estudiaba un Lee Minho y pues eres el único Minho que estudia acá — En mi mente no habían muchas opciones de personas las cuales fueran por ahí preguntando por mi, así que cuando salí del salón y me conseguí con Christopher recostado en una de las paredes del pasillo mis pies se detuvieron enseguida.

¿Qué hacía él aquí?

—Christopher... — saludé anunciando mi presencia y en su rostro se dibujó una hermosa sonrisa, haciendo que me quedara viéndolo fijamente.

—¿Qué me ves? —

Esa pregunta me dejó un poco aturdido respondiendo lo primero que se me vino a la mente.

—¿Qué? —

—¿Ya vas a entrar a clase? — cuestionó cambiando el tema.

—Si, estamos esperando que la profesora llegue —

—¿A que hora sales Minho? —

—Hoy salgo a las seis ¿Por qué? — a que se debían tantas preguntas de repente —Bueno, te veo a las seis — podía notar como me miraba, se sentía extraño pero sus orbes estaban mirándome fijamente, cosa que en el poco tiempo que había pasado con él no sucedió, no podía pensar ni hablar muy bien al tener la pesada mirada de Christopher sobre mí, el podía verme como una sombra, pero aún así me ponía nervioso y eso me hizo quedar mudo.

—Deberías entrar ya, nos vemos lindo — y si ya me habia afectado por todo lo sucedido, el que Christopher colocara un mechón de cabello detrás de mí oreja me terminó de matar, pero no de forma literal claro... o bueno, quizá si morí en ese momento.

¿Cómo atinó para pasar mi cabello detrás de mí oreja? No, peor ¿Cómo supo que ese mechón estaba estorbando en mi rostro? Tenía muchas preguntas que se quedaron sin respuesta ya que al percatarme Christopher se había ido y la profesora acababa de entrar en el salón de clase.

Pretty Eyes - MINCHAN -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora