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Lunes y como siempre iba tarde a la universidad, pero no era mi culpa o ¿Si?. Me sobre esforzaba estudiando las noches antes de los exámenes por lo cual me quedaba dormido por la mañana. Sin embargo, hoy era diferente, tenía un examen importante al que voy cinco minutos tarde y no puedo perder ni un solo segundo más.

—¡Lo siento! — genial, había tropezado con un chico, haciendo que todas sus cosas cayeran al suelo. En pocos minutos pude observar como algunos solo se quedaron a lo lejos mirando sin ayudar y la vergüenza invadió mi cuerpo.

—Saliste de la nada, lo siento. Aquí están tus cosas — apresuradamente recogí todo lo que estaba en el suelo y él simplemente se quedó de pie viendo hacia otro lado agarrando fuerte su mochila gris la cual estaba adornada por muchas chapas.

—No te preocupes — susurró.

No le tomé importancia porque debía irme rápido de ahí y por suerte pude entrar sigilosamente al salón, pero aún así el profesor se dio cuenta aunque no me dijo nada, podia sentir la mirada de Jeongin a lo lejos juzgandome una vez más por abandonarlo y sentarme lejos de él, sin poder pasarle algunas de las respuestas del examen.

—¿Por qué llegaste tarde? Te escribí y te llamé justo cuando me levanté y no respondiste, eres el peor amigo que he tenido — cierto, lo había olvidado.

—Corrección soy el único amigo que tienes, has tenido y tendrás. Además, mi teléfono se dañó ayer cuando estaba comiendo la cena, cayó en mi tazón de ramen y no quizo encender más — le expliqué con calma algo que no solía irritarlo un poco — lo dejé en un frasco con arroz con algo de suerte quizá cuando vuelva a casa funcione —

—¿Qué? Solo a ti te pasan esas cosas Minho —

—¿Qué te sorprende? Estoy rodeado de desgracias, cuando iba al salón me tropecé con alguien y le tiré todo al piso, por eso llegué aún más tarde —

—Que mal, pero hay una parte positiva en todo esto y es que yo soy tu buena suerte, hablando de eso, hoy me conseguí cincuenta dólares en la parada así que podemos ir por café — Jeongin se echaba aire con el billete en su mano arrugando su nariz y colocando su mirada afilada y brillante que me hacia querer apachurrarle la cara por lindo que se veia.

—Que más puedo pedir si tengo a mi zorrito de la suerte —

—No empieces con tus apodos raros o no te compro nada —

—No me voy a callar, esta es mi manera de demostrarte cuanto te amo — su cara se volvió de disgusto y se abrazó el cuerpo a lo que enseguida empecé a perseguirlo para abrazarlo, era mi día a dia con Jeongin, mi mejor amigo.

La vida universitaria seria horrible sin él.

—¿Qué vas a pedir? —

—Un Moka frío con bastante chocolate —

Necesitaba energía para poder rendir en el día y mientras Jeongin hacia el pedido me dispuse a buscar con la mirada donde sentarnos y, ahí estaba el lugar perfecto, la mesa de la esquina; donde podías ver a todo el mundo en la cafetería.

Luego de tomar asiento fijé mi vista en el chico completamente vestido de negro que estaba en la mesa de frente, traia audífonos y una enorme chaqueta, sus dedos delineaban un vaso de plástico que aún tenia la mitad de lo que sea que estuviese tomando y no pude evitar observar su bolso llamativo lleno de chapas mi cerebro conecto neuronas dándome cuenta así que era el chico con el que tropecé en la mañana.

[Semanas después]

—¡Anda! Acompáñame, Seungmin se estará presentando, porfavor, no quiero ir solo al teatro — Jeongin me insistía jalandome por el brazo, le diría que sí, pero quería hacerlo insistir un poco más.

—Todo por ir a ver al tal leungmin — agregué entre un suspiro.

—¡Se llama Seungmin! — chilló ya estresado —Porfa Minho ven conmigo ¿si? te compro tu helado favorito en cuanto termine todo —

—Bueno, está bien —

Así ambos nos dirigimos al teatro de la universidad, había una presentación del departamento de música y arte en el cual se encuentra el chico que le gusta a Jeongin, Kim Seungmin, un estirado castaño que sonreía a diestra y siniestra, parecía aterrador a veces.

—Hay que sentarnos en la primera fila  — insistió Jeongin emocionado y justo cuando conseguimos asientos justo al frente muy cerca de la plataforma las luces se fueron apagando poco a poco y la gente dejó de hablar.

El telón de terciopelo barato se abrió dejando ver un piano en el centro del escenario con una intensa luz blanca que lo iluminaba desde arriba y de la oscuridad salió un chico vestido de negro, su paso era lento como si caminara descalzo sobre vidrio y cuando estuvo en la mitad del escenario hizo una reverencia dejando ver un poco su cara.

—No puede ser —

—¿Qué? — Soltó Jeongin en un susurró, moviendo mi brazo.

No respondí su pregunta porque mi vista seguía fija en el escenario, ese chico seguía de pie y ahora caminaba hacía el piano con la misma delicadeza delineado con la yemas de sus dedos el cuerpo del enorme instrumento, tomo algunos minutos en que la melodía comenzará a inundar todo el teatro, el movimiento de sus manos era hipnotizante, la melodía era sombría, triste,  podia sentir el palpitar rapido de mi corazón y un pesar en el pecho, como si dejara a la vista todos mis secretos.

—¿Estás llorando? — cuestionó Innie, su cara no expresaba burla, más bien confusión.

—No. Solo fue un bostezo —

—No puede ser ¡estás llorando! — exclamó Jeongin en voz baja, ahora si con claras intenciones de burlarse.

—Es culpa tuya por traerme, ese tipo con su música me puso sensible —

—Claro, claro. Culpar a otros es más fácil que admitir que tienes un corazón sensible y lloras como todo ser humano —

La melodía dejó de retumbar anunciando que había terminado y poco a poco mis parpados cansados se fueron cerrando cayendo rendido en el hombro de mi amigo.

—Min despierta ¡Minho! Me tienes acalambrado el brazo —

—¿Donde estamos? —

—¿Donde más? Te quedaste dormido empezando la presentación, vamos o será tarde para nuestra próxima clase —

—Entonces ¿no fue un sueño? —la cara de Innie parecía tener un enorme signo de interrogación, de nuevo.

—¿Sueño? —

—El chico del piano ¿No fue un sueño, si se presentó? —

—Te aseguro que fue tan real como la patada que te voy a dar si no mueves el culo y caminas, no quiero que nos bajen un punto de nuevo por llegar tarde —

Pretty Eyes - MINCHAN -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora