Capitulo 11 Final

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La cuarta guerra shinobi comenzó después de meses de cautiverio. Obito mantuvo secuestrada a Yuuki dentro de su dimensión para manipularla y obligarla a recordar su pasado antes que este gran día comenzará. Lo que fuera que Madara hubiese inculcado para combatir contra las cinco naciones, él podía usarlo a su beneficio. Sin embargo, ella seguía igual sin recordar nada más de lo que había contado.

Un día se harto de que por más que intentará hacer que recordara su pasado, la atacó para despertar en ella su insistió ninja. Yuuki peleó como pudo y con esas habilidades que le había mencionado antes, pero no logró hacerle ni un rasguño. Era inútil obligarla a que recordara algo, hasta pensó en matarla y deshacerse de ella. Sin embargo, los recuerdos de aquellos días en el infierno lo detuvieron antes de atravesar un kunai por su pecho.

Más tarde intentó acercarse a ella de otra manera más amigable para ganarse nuevamente su confianza, pero Yuuki continúo siendo igual de terca mostrando lo incómoda que se sentía ante la presencia de Obito.

Aquel día Obito le comunicó que si el moría ella no lograría salir de la dimensión jamás. Saber ese detalle la hizo entrar en pánico y suplicar que la dejara salir.

Los gritos de la chica fueron suficientes para que el corazón frío de Obito recordara su pasado junto a ella. Como dos niños fueron encerrados de las maravillas de afuera, las tantas veces que jugaron a los ninja, sus larga platicas hasta quedarse dormidos como dos hermanos, los duros entrenamiento y aquellas discusiones que siempre terminaban en risas. Obito tomó la decisión de sacar a Yuuki de su dimensión y dejarlas lejos de la guerra. Lo que pasará después sería el destino de regresarlos juntos, pero ella nunca recordaría su rol con el plan de Luna. No era justo que él le hiciera pasar un infierno a una Yuuki que fue solo una arma para su vil padre.

Ella al ver que habían volviendo a salir de la dimensión. Dudo si sentirse feliz por este momento, u dudar de la buena voluntad de Obito. Sin embargo, él tenía que retirarse para dar su primer movimiento con los Jinchūriki a su cargo.

—Me voy. Te recomiendo que no vuelvas a Konoha, esa aldea dejara de existir pronto —aconsejó dejándola atrás.

—¿A dónde debería ir? No tengo hogar y me temo que las cosas van a empeorar para mí.

—Eso no es mi problema. Vete y encuentra un lugar donde puedas estar a salvo.

—¡Obito, antes que te vayas quiero saber una cosa!

Él se detuvo para voltear a verla por última vez. Yuuki con los ojos lloros preguntó lo siguiente.

—¿Qué tipo de la relación teníamos antes de llegar a esto?

—¿Eso importa?

—Para mí importante mucho. Si no volveré a verte por lo menos dime qué fuimos antes.

—Ni yo sabría decir que fuimos, amigos, hermanos, no sé, nunca pensé qué fuimos, pero un día te prometí una cosa que no cumplí.

—¿Una promesa? —Ella puso más atención.

—Una falsa promesa. ¿Aún quieres escucharla?

Yuuki asintió con la cabeza, curiosa por saber de qué trataba esa misteriosa falsa promesa.

—Que algún día te llevaría a conocer Konoha y a mi amigo Kakashi. Él fue el que cumplió mi promesa, no yo...

Yuki comenzó a romperse la cabeza sobre la información que acabo de obtener cuando de pronto sus recuerdos comenzaron a aclararse. Obito platicaba de Kakashi, Rin, abuela, y su sensei Minato, mientras pasaban días encerrados en esa guarida que su padre bloqueó con una enorme piedra. Un día después de saber sobre el significado de una promesa él le prometió que algún día la llevaría a conocer Konoha y a Kakashi, después de ello su memoria viajo hasta que comenzó a tener uso de razón, vio a una mujer rubia llevarla hasta su padre, quien al poco tiempo la encerró y comenzó a crearla como niño y a entrenarla con Genjutsu, después de años cautiva junto a su padre, un día trajo consigo a otro niño en mal estado. Su cuerpo estaba gravemente herido, parecía estar muerto, pero gracias al gran conocimiento de medicina, Madara le salvó la vida a Obito. Desde ese punto comenzó la historia de ellos, y el plan de Madara para un sueño infinito.

—Es cierto, tú me hiciste una falsa promesa, la clave para que yo pudiera recordar lo que tengo que hacer de ahora en adelante...

El cabello de Yuuki cambió instantáneamente a  negro como las plumas de los cuervos, y en sus ojos aparecieron el Mangekyo Sharinga que él vio en ella antes de dormir por años. Con un sello con sangre hizo aparecer un ataúd del suelo, que rápido expulsó aire con tierra. Los movimientos del engendro de Madara fueron similares a las de su padre, con ágiles y rapidez.

—Eso significa que solo yo pudo mantener una promesa. ¡Mira bien, Obito, lo que significa cumplir con una promesa! ¡Edo Tensei!

Del ataúd aquella figura prepotente apreció con las grietas del Edo Tensei. Madara volvió antes de dar por comienzo a la cuarta guerra ninja con una mano extra que cuidaría su espalda hasta del mismo Zetsu.

—Hagamos realidad el sueño infinito donde tú cumples con tu promesa, y no la falsa promesa que le hiciste a la ingenua Yuuki...

Fin.






Admito que tenía pensado alargar esta historia a 20 capitulos con otro final, pero a veces hay que terminar que nunca hacerlo u tener al lector esperando por meses por una nueva actualización. Es mi primera historia que termino así de golpe. Gracias por leer, votar y comentar.

Falsa promesa (Obito x Oc / Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora