4

684 74 20
                                        

Observando su reflejo en el tocador mientras movía ligeramente los pies con cierta impaciencia. Sus ojos desplazándose cada tanto para ver los rostros concentrados de las dos ninfas terrestres que en ese momento estaban acomodando su cabello en una trenza suelta y acomodando algunas decoraciones simples en estas.

Al menos en esa ocasión si que le habían pedido opinión sobre que ropa y peinado quería llegar.

Se había puesto un vestido simple con bastante vuelo que llegaba hasta sus tobillos, junto con un cinturón rojo que apresaba su cintura y marcaba su figura, y unas sandalias sin tacón. No llevaba maquillaje en esa ocasión, tampoco demasiada joyería más haya de un anillo -su anillo de casada-, unos pendientes y la decoración del pelo.

—¿Puedo haceros una pregunta?— preguntó ___ con una ceja arqueada.

Observando a través del reflejo del espejo como se miraban entre sí unos segundos que se le hicieron un tanto largos, buscando la opinión de la otra antes de dar una respuesta. Sus manos detenidas antes de bajar la mirada de vuelta a su cabello, acomodando algunas flores de papel más.

No era de esas personas que sacaban conclusiones precipitadas pero tras ver el trato de los sirvientes, era demasiado obvio que el dios no estaban demasiado acostumbrados a recibir invitados. Menos aún tratar con su pareja.

Aunque teóricamente era su esposa, por mucho que ninguno lo sintiera de esa manera.

—Te escuchamos— dijo la más alta con el cabello marrón, Kai—. Aunque no estamos muy seguras de poder responderte como es debido.

—No te preocupes— hizo un ligero ademán para quitarle importancia—. ¿De casualidad... no habrá alguna zona de palacio que no debería visitar? No estoy del todo segura de como debería moverme por aquí, las normas y esas cosas, ayer no me contaron nada.

—Uhm... no, no hay nada— murmuró la mas baja de las tres, con el cabello anaranjado opaco pensativa, Letha. Apartando las manos, dejándole el resto del trabajo a la otra ninfa—. El Amo pasa la mayor parte del tiempo en su habitación o en la biblioteca principal si era eso lo que querías saber. Solo evita esas habitaciones.

—Entiendo— asintió a penas las manos de Kai se separaron de su cabeza—. ¿Y ese lugar es...?

Una risa tonta escapó de entre los labios de ___, siendo acompañada unos segundos después por ambas ninfas, rompiendo esa ligera tensión que había en el aire desde el inicio.

—¿No le mostraron el lugar ayer?— negó rápidamente—. Lo haremos nosotras esta tarde, no se preocupe.

—Sabemos que puede ser un poco lioso al principio, son muchas puertas, habitaciones y pasillos que parecen no tener fin. Si te pierdes puedes llamarnos a cualquiera de nosotras dos en cualquier momento para guiarla hacia el lugar al que desea ir, solo bastará con que vaya a alguna de las habitaciones principales y toque los timbres de servicio.

—Entiendo, muchas gracias— les sonrió mientras se ponía en pie, alisando su ropa en un acto reflejo—. ¿Sois muchos empleados?

—Lo cierto es que no— suspiró un poco—. El Amo valora mucho su privacidad, así que a penas somos cinco personas trabajando.

—Nosotras dos junto con una nereida nos encargamos del jardín, limpieza y cocina. La conocerás luego, aunque es algo tímida— añadió antes de que pudiera preguntar por ella.

—Aunque ahora también se nos ha encargado cuidar de usted.

—Es demasiado trabajo...

—Así lo desea el amo, no podemos hacer mucho más— Kai se encogió de hombros.

Wife [Poseidón]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora