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—Aquí se trabaja bastante mejor, ¿no te parece?— preguntó Kaia con una sonrisa a penas llegó junto a ___.

Dejando un plato con algunos dulces a un lado de los papeles que había colocado en la mesa para seguir con su trabajo, antes de tomar la taza, llenando la fina porcelana cuidadosamente decorada con un diseño floral con detalles dorados con el líquido amargo, antes de dejar caer dos terrones de azúcar que no tardaron en disolverse en el café.

Mirando a Kaia de reojo al notar que esta permanecía en pie junto al carrito metálico con los brazos tras su espalda, frunciendo ligeramente el ceño mientras hacía un sutil gesto en su dirección.

Siendo su respuesta fue una simple mirada confundida, aun si haberse terminado de acostumbrar a esas constantes muestras de amabilidad, teniendo en cuenta que durante todo ese tiempo había servido única y exclusivamente a alguien mucho más reservado y antipático como lo era Poseidón.

—Se está mucho mejor cuando una está rodeada de vegetación— retomó la palabra, creyendo que eso era lo que esperaba de su parte—. Siempre he pensado que las oficinas son tan asfixiantes, como si quedara en el ambiente el estrés del trabajo.

—Lo cierto es que tienes razón, aunque no se si tiene que ver con nuestra naturaleza— la otra ninfa asintió, dándole la razón.

Dejando la pluma estilográfica nuevamente en el tintero tras firmar un par de papeles, girándose hacia la ninfa, encarándola con una sonrisa dulce.

—Debería haber venido aquí antes— tarareó—. Pero no sabía que había una plazoleta como esta. Desde mi ventana no se logra ver por los árboles, y la última vez que paseé por el jardín no recorrí esta zona.

—Es cierto que está bastante escondido...— dio un vistazo a su alrededor, conteniendo las ganas de hacer una mueca de molestia—. Y descuidada...

—Eso no me preocupa, le da cierto encanto de esta manera— dijo despreocupada—. Ay, pero no te quedes ahí en pie, puedes sentarte.

Kaia la observó con los labios entreabiertos, antes de obedecer, sentándose frente a ___, acomodando con cuidado la pequeña pila de papeles a un lado para poder ver bien el rostro de la otra mujer.

—Gracias— murmuró suavemente.

—Además, me gusta que no sea visible desde ningún lugar del palacio— murmuró para si misma en un tono casi inaudible.

Poniéndose momentáneamente en pie para servir otra taza de café, dejándola frente a Kaia a pesar de que había intentado negarse. Moviendo después una pequeña pila de papeles a un lado para que no interrumpieran tu campo de visión y permanecieran lejos de la tazas, solo por si acaso.

—Hay un ambiente tan agradable— canturreó suavemente, apoyando la espalda completamente en el asiento con los ojos cerrados.

—Es porque Poseidón nunca lo usa— abrió un ojo, arqueando una ceja para ver a la otra ninfa interrogante—. ¡No es lo que quiero decir!— dijo nerviosa, agitando sus manos de un lado a otro para poder aclarar su malentendido—. Es solo, que nunca lo ha usado, así que nosotros venimos aquí de vez en cuando para poder hablar y tomar algo, no porque no quiero que venga aquí. Aunque si viniera es cierto que el ambiente sería distinto. ¡Pero no es que no quiera que venga!

—No te preocupes, creo que te entiendo— se rio levemente, sin darle mucha importancia—. Y no le diré nada— le guiñó un ojo complice.

—Gracias— murmuró, dejando escapar un suspiro largo completamente aliviada.

___ sonrió animada, tomando la taza entre sus dedos para darle un trago corto al contenido, antes de volver a tomar la pluma y centrar su atención nuevamente en los papeles tras ese pequeño descanso.

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⏰ Última actualización: Mar 07 ⏰

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