Hoy era día de instituto, que divertido, sí que cosa más divertida.
Baje a desayunar, eran las 7:30 Am y entraba al instituto a las 8:00 Am, que responsable, aplauso para mí, mí mamá estaba sentada al lado del parásito inservible de mi hermano, ha sí, se me olvido decirles que tengo un hermano de 19 años, es un intento de ser humano pero parace que mis padres se apuraron mucho al hacerlo, que salió bien estúpido el pendejo.
-Hola, mamá- le di un beso en la mejilla a mi madre.
-Tú no saludas verdad-preguntó Dylan, mi hermano.
-No saludo a parásitos inservibles que solo gastan oxígeno en el mundo.
-Hermanita, tú sabes que yo te quiero, y mucho.
-Desaparece insecto del demonio.
-hermana, vengo a decirte lo mucho que significas para mi- hablaba mientras se acercaba al taburete en donde estaba sentada.
-Okey....mucha ternura de tu parte me esta dando miedito, aléjate fenómeno.
Era increíble como Dylan siempre me estaba molestando y jodiendo, pero yo se que muy en el fondo de mi corazón lo quería, es mi hermano, obvio que es todo para mi, pero a veces es tan.... especial.
-Mira, no sé que quieres, pero recuerda estoy apurada- ya me tenía mariada tanta ternura.
-No necesito nada, mejor dicho.... sí necesito que me digas algo.
-Rápido!!!- exclame.
-Quiero saber el nombre de tú amiga esa.
-Y para qué-pregunté, me había dado cuenta que Dylan hace días miraba a April, ni idea porque, siempre lo hacía con cualquiera.
-Sólo quiero saber, curiosidad- típico, sólo curiosidad.
-April, así se llama, ahora necesito que me lleves al Instituto, por favor- me levanté del asiento y fui a abrazarlo.
-Bueno, apurate- realmente esté chico podía ser adorable cuando quería.
Pasaron varios minutos, pero al fin estaba en el Instituto, odiaba esta rutina de todos los días lo mismo, me baje del auto de mi hermano, y cerré la puerta tras de mí.
James estaba parado en la puerta, con una expresión horrorosa, sí, definitivamente le pasaba algo. James era mi mejor amigo hace ya 5 años junto con April, los conocía tan bien a los dos, James era alto, tenía los ojos color café y era un chico común, pero no podía negar, que era atractivo.
-Hola- lo saludé mientras me dirigía a él.
-April, necesito hablar contigo- lo notaba algo preocupado.
Justo en el momento que le iba a responder sonó el horrible timbre que le avisaba a todos los alumnos que deberían entrar a sus respectivas clases.
Me dirigí con James a la clase que nos tocaba ahora, biología, odiaba al profesor, era insoportable, me senté al lado de mí mejor amigo y dejamos las cosas en el suelo mientras el profesor entraba.
-Buenos días alumnos, saquen sus trabajos, pasaré puesto por puesto recogiendolos.
Ahora sí estaba muerta, literalmente. Se me había olvidado por completo el trabajo de biología, mire a James de reojo y me di cuenta que tampoco lo tenía, otro más que estaba muerto.
-Y sus trabajos señorita Smith, y caballero Eaton-preguntó él profesor.
-Ninguno de los dos lo tiene, así que estamos muertos, seria bueno que nos dejara pasar esto- de verdad que yo detesto a este profesor, pero debía hacer algo para no reprobar biología.
-Mire señorita Smith, soy su profesor y mis reglas son para todos los alumnos, no intenté convencerme, tenga un poco de dignidad.
-Lo siento profesor Henrry, no volverá a ocurrir, se lo prometo- era James quien hablaba esta vez.
-Claro que no volverá a ocurrir esto, porque se irán a dirección y desde ahora, me traerán todos los trabajos, vayan a dirección ahora- dijo apuntando hacía la puerta.
Me pare de mi pupitre tomando mi mochila, James hizo lo mismo, mire al profesor que estaba de todos colores.
-No me diga que no tengo dignidad -exclame enojada.
-Fuera de mí clase- ahora dijo el profesor.
Mire a James y nos fuimos del aula, esto era ¡Horrible!, ahora tendría que ir donde el director y escuchar la típica charla de siempre "Sabe las consecuencias de sus acciones señorita Smith".
-Deberías de cerrar la boca cuando el profesor de biologíate dice algo, sabes lo exagerado que es- esta vez habló Jamie.
-¡Pero si no hice nada!, sabes lo exagerado que es, lo único que dije fue "podría dejar pasar esto".
Llegamos a la oficina del director y nos sentamos, teníamos que esperar a que el nos pudiera atender. Pasaron varios minutos y se abrió la puerta, Era el Director señalando que debíamos entrar.
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Mi vecino(Editando)
RomanceHay cosas que queremos más allá de lo que sabemos, más allá de lo que sentimos. Hay cosas que nuestra alma quiere, y la mía te quiere a ti.