Capítulo 3: Maldito castigo

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Escuché el horrible sonido que provenía de la alarma, la apague y tome mí celular que estaba en la mesita de noche, vi la hora y eran las 6:30 AM. Debía hacer un esfuerzo por dejar mi hermosa cama.

-Mí amor, debo dejarte pero solo por unas horas- le hablé a mi cama.- No olvides que te amo.

Salte fuera de la cama, y me fui a dar una ducha. Cuando salí escoji mi ropa, que consistía en unos jeans negros rasgados, una sudadera blanca que decía "london, París", y unas vans negras.

Baje las escaleras y me encontré a mi adorable hermano (nótese él sarcasmo).

-Hola, al fin te despiertas-habló mi hermano.- Pensé que habías muerto.

-Para tu mala suerte aún estoy viva- le respondí mientras preparaba mi desayuno.- Tú me llevaras al instituto- pregunté.

-Lo siento pero no soy tu chofer personal- respondio mi hermano.-  Y sí quieres que te lleve, recuerda que nada es gratis en la vida.

-Solo recuerda, que yo también puedo manejar un coche, idiota- gritaba mientras corría a buscar las llaves del auto.

-Ven acá Umpa lumpa- empezó a correr por toda la casa tratando de alcanzarme.- Dame esas llaves, tu no puedes manejar.

-Claro sí puedo idiota- estaba a un lado del sillón mientras él estaba del otro, y yo le sacaba la lengua, como una niña de 5 años.- Ahora quién te llevará a tu universidad, recuerda, nada es gratis en la vida- le dije.

-Es mí auto- gritaba Dylan-  Entregame las llaves umpa lumpa.

-Noooooooo- le respondí mientras corría escaleras arriba, entre a mí habitación y mire la hora, eran 7:25, como siempre llegaría tarde al Instituto.

-En algún momento tendrás que salir, y te vas a arrepentir de haberme quitado las llaves- estaba Dylan del otro lado de la puerta gritando.- Mira la hora, voy a llegar tarde- estaba histérico.

-Te voy a entregar las llaves pero con una condición, gusano- le dije a Dylan- O si no, no te pienso entregar las llaves.

-Qué condición- preguntó él- Eres tan chantajista pequeña enana.

-Deberás llevarme a mí, y a April al instituto, si no lo haces, la pagarás muy caro- le dije mientras habría la puerta para que pudiéramos negociar.

-Por qué tendría qué llevar a April al instituto-me miro frunciendo el ceño- Te puedo llevar a ti, pero no a April.

-Si no la llevas a ella, olvidate que te voy a entregar las llaves- le dije amenazándolo.- Lo dejas o lo tomas.

-Esta bien, pero si quieres que la pasemos a buscar deberás darme las llaves a menos que quieras llegar tarde- me decía mientras estiraba la mano para que se las entregara.- No creo que quieras otro castigo.

-Y tú cómo sabes de eso- lo mire, y le entregue las llaves- Yo no te dije nada al respecto del castigo.

-Tú no, pero al que le pegaste si, eres tan mala hermana que ni siquiera sabías que es mi mejor amigo- respondió.- Hace bastante tiempo.

-No, no tenia idea y tampoco me interesa, él idiota me pego con una pelota, y para peor, por la culpa de él me tendré que quedar limpiando las aulas del instituto- le dije mientras bajaba las escaleras.

-El me dijo que no lo hice con intensión y tú fuiste a pegarle como toda una "macha peluda" los golpes son para hombres, no para mujeres-me respondió.- Ahora sube al auto.
 
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Mi vecino(Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora