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Pedri estaba listo para su viaje a Tenerife donde se encontraría con sus padres, estaba emocionado y feliz por fin estaría libre de las cámaras, solo sería él, la playa y bueno su familia junto a sus amigos.
No tenía la intención de salir a fiestas al menos los primeros días, solo se veía a él descansado en la arena mientras disfrutaba el atardecer que tanto extrañaba.
Salió de sus pensamientos cuando su hermano lo interrumpió en su habitación.
—Levantate que el avión no te esperará solo por ser Pedri —habló con un tono de humor y se fue soltando una pequeña carcajada.
—Que ya voy pesado, apuesto a que tú no estás listo y estás molestando para que yo termine arreglando tu maleta —grito molesto por conocer tanto a su hermano y saber sus intenciones.
—Solo quería que me ayudes a elegir la mejor camiseta, ya sabes, habran chicas que quieran fotos contigo, es mi momento —comentó mientras asomaba la cabeza por puerta.
—Si por mi fuera te regalo a mis fans, pero solo a las intensas y locas, las demás que me sigan pidiendo fotos que no me molesta —solto una pequeña risa.
—Quien te entiende muchacho —vio al chico salir del cuarto y le dio un pequeño empujón en el hombro.
Después de unos minutos salieron rumbo al aeropuerto y como su hermano lo dijo, este estaba lleno de chicas que tenía la intención de sacarse una foto o simplemente verlo, por un tiempo se preguntó que se sentiría estar en su lugar, conformándose con verlo.
Una vez en el avión se dedicó a escuchar musica y ver por la ventana, hablar con su hermano no era una opción porque no estaba ni subiendo al avión y ya estaba durmiendo.
—Pepi despierta que ya llegamos —comunicó el mayor.
—Que ya lo sé, y no estaba durmiendo —habló con un tono de broma.
—Perdone ustedes señor, que con esa cara cualquiera pensaría que estaba durmiendo o tal vez que estás dormido —Mostró una sonrisa inocente y se levantó para bajar su mochila del compartimiento del avión.
—Sisi, muy gracioso, lo payaso se te nota desde el nacimiento —habló un poco molesto y se levantó del asiento para después tomar su mochila y bajar seguido de su hermano.
Estaban esperando sus maletas mientras el menor veía su celular y de repente sintió que alguien lo abrazó, temía que sea un fan, le molestaba un poco que invadieron su espacio sin preguntar o por lo menos saludar.
Bajo la mirada y vio a su madre que se separó del abrazo y comenzó a llenarlo de besos en las mejillas.
Trató de alejarse con una sonrisa en el rostro.
—Te extrañé tanto, ya era hora de unas vacaciones —agregó su madre con una sonrisa— . A todo esto ¿Donde está Fer? —preguntó al no verlo por ningún lado.
