—Debemos pedir la comida —habló el padre de la chica.Habían pasado 10 minutos desde que Liana llegó con sus padres y sus tíos al restaurante, pero cuando estuvo a punto de sugerir algo vio los mensajes del chico. Al leerlos se asustó por la hora, tal vez era algo de última hora, pero mil veces prefería verlo antes que convivir con sus tíos.
—Debo irme —informó levantándose de la silla.
—¿De qué hablas? —cuestionó su padre molesto.
—Olvidé que saldría con las chicas y me están esperando, lo siento, pero ya pagué por todo y no debo perder dinero, tú mismo lo dijiste —mintió.
—Nos vemos en casa, adiós —terminó el jugo que ya tenía servido y corrió hasta la puerta sin esperar una repuesta.
Caminó lo más rápido que pudo, olvidando por completo responder el mensaje, hasta que llegó a la dirección que Pedri mandó reconociendo el lugar al instante.
Dudó si entrar o no, pero ya estaba en el lugar, no había de otra, aparte que realmente quería estar ahí.
Empujó la puerta y vio el lugar vacío, hasta que en el fondo divisó a alguien apoyando la cabeza en la mesa y rápidamente lo reconoció.
A paso lentos caminó hasta la mesa, al encontrarse frente a él, con dudas tocó su hombro logrando que se sobresalte.
Pedri levantó la mirada y se sorprendió al verla.
—Pensé que no llegarías —comentó con sorpresa.
—Como podría perderme este almuerzo y más si estará tu familia, supongo que ya cause una mala impresión —agregó y jaló la silla para sentarse.
—De eso nada, al contrario, ellos me dijeron que tal vez tuviste algún problema —explicó.
—Algo así, despues te cuento mejor —habló al ver a un chico salir de la cocina.
—Pepi, ella es... —el menor lo interrumpió.
—Ella es Liana —comentó mientras se levantaba de la silla y tomaba a la chica de la mano para que se levantara—. Lia él es Fer mi hermano.
Al pronunciar esas palabras la chica dirigió la vista hacia el menor sintiéndose un poco incómoda, pero rápidamente miró al mayor y lo saludó con un apretón de manos.
—Un gustó —saludó un poco incomoda.
—Igualmente, siéntete cómoda, ahora vuelvo, llamaré a mis padres—comentó y volvió a la cocina.
—¿Estás bien? —cuestionó al verla incomoda.
—Sisi, solamente... —dejó de hablar—. No es nada —respondió aún con dudas.
—Sabes que puedes confiar en mí —dispuso tomando ambas manos de la chica.
—Solo me puse así por como me llamaste, algo sin importancia —confeso.
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Columbia - Pedri González
Fanfic𝑺𝒆 𝒍𝒆 𝒆𝒔𝒄𝒂𝒑𝒐 𝒖𝒏 "𝒕𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐" 𝒂 𝒍𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒒𝒖𝒆𝒓𝒊𝒂 𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒚 𝒆𝒍 𝒒𝒖𝒆 𝒑𝒓𝒐𝒎𝒆𝒕𝒊𝒂 𝒏𝒐 𝒊𝒍𝒖𝒔𝒊𝒐𝒏𝒂𝒓𝒔𝒆, 𝒍𝒐 𝒔𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒏𝒐 𝒔𝒆 𝒂𝒕𝒓𝒆𝒗𝒆𝒓𝒊𝒂 𝒂 𝒅𝒆𝒄𝒊𝒓𝒍𝒐. 𝑶𝒃𝒋𝒆𝒕𝒊𝒗𝒐 𝒆𝒏...