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El destino era fijo, no tenia otra alternativa más de la que caer en ese compromiso al cumplir sus diecinueve años. Su vida así lo decidió, el destino lo decidió, su madre lo decidió, el Emperador lo...
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—Princesa, la reina la espera en la saña del trono.
Espero unos momentos alguna respuesta. No escucho más que los lejanos pasos de los guardias por sus armaduras que sonaban al caminar; soltó un suspiro y volvió a tocar las gigantes puertas blancas.
—Princesa, por si no lo recuerda tienen que planear el viaje al reino vecino, además de dar su aprobación para su fiesta de cumpleaños —dijo bastante molesta, ya era tedioso tener que dar esos comunicados y cumplir los caprichos de la princesa.
Finalmente escucho pasos por detrás de la puerta, luego un sordo "Pasa" sonó; respiro una vez más al momento de empujar las puertas.
—¿Estas segura del viaje? —pregunto, peinaba frenéticamente su cabello, esperando que el desastre que era en ese momento cambiara.— Mi madre me dijo que ellos vendrían.
—Me informaron del cambio de planes, exactamente en este momento; por eso necesito llevarte con la reina para aclarar las cosas.
—Bien. Si estas en lo correcto... Necesito que ordenes mis cosas para el viaje, algunos vestidos y mi vestido de gala para la fiesta, algunas joyas...
—Nos encargaremos de los preparativos luego de la charla con su madre, princesa —murmuro, comenzando a perder la poca paciencia que le sobraba del día.
—Está bien —murmuro, aliso su vestido, tomo su diadema acomodándola sobre su cabello.
Debía mostrarse presentable y arreglada, después de todo... Oficialmente, mañana tendría diecinueve...
Su fecha límite.
Era muy pronto, se supone que tendría más tiempo para pensar en todo ese acuerdo, lo aceptaría, claro que aceptaría el trato, el compromiso era algo que su madre anhelaba después de que los gemelos escaparan de los deberes de la corona acompañados de su padre; solo quedaba ella para hacer con sus obligaciones reales; entre ellas casarse con un desconocido de un reino vecino.
Camino con Willow a unos pasos detrás; aliso ligeramente el vestido evitando que alguna arruga este presente o algo fuera de su lugar; miro nuevamente sus muñecas adornadas con los brazaletes dorados, la tiara sobre su cabeza era un peso tan reconfortante y sofocante al mismo tiempo.
Un ligero peso que conoció toda su vida, pero a la vez uno que le recordaba todos sus deberes y obligaciones.
"Es tu deber princesa" el suave murmullo de la voz de su madre se filtró en sus pensamientos.
Es tu deber.
No hay lugar a reclamos.
Respiro profundamente, sabía que Willow podía verla claramente a pesar de estar detrás; ella la conocía bien, lamentablemente.
Seguía caminando bastante lento, como esperando que si fuera lo suficientemente lenta algo pudiera evitar esa reunión donde sabría que el resto de su vida estaría en juego, a pesar de saber cual seria el resultado sin importar nada. Matrimonio.
