Capitulo 11

24 13 62
                                    

Siento un olor fuerte, es como.. sangre, miro mi abdomen y cuando lo toco mis manos se llenan de ella, lágrimas gruesas corren por mis mejillas, tengo miedo.

Mucho miedo

intento correr, huir, pero el dolor me hace sentir débil..

Grito intentando pedir ayuda, no hay nadie, todo es oscuro, el terror me recorre por que se que no seré escuchada, intento ser rápida al huir pero mi cuerpo pesa y duele a cada paso que doy.

Mi energía se agota a medida de cada paso que doy.

Siento un fuerte cuerpo chocar contra el mío y cuando alzo la mirada mi pavor aumenta, sus ojos se vuelven completos negros las venas en su cuello lucen rojas y terroríficas, como si quisieran estallar, se que va a..

Me levanto de golpe con el corazón a mil, intento respirar con fuerza, siento el sudor bajar por mi rostro y espalda.

Mi corazón parece que va a estallar y siento que todo fue real.

Eso no parecía una pesadilla era algo peor que eso.

Una desagradable sensación me invade, como si alguien me observara, y no es primera vez que me suceden estas pesadillas.

Y tampoco la única vez que me siento observada.

Los pequeños rayos de el sol saliente se reflejan en las paredes de la alcoba, el lugar está frío y el ruido de los pájaros me hace saber que es muy temprano.

Apenas está amaneciendo.

Me levanto con el cuerpo pesado me aseo, decido cambiar mi pijama por un vestido color crema, es más confortable y decente.

Me quedo un momento mirando la ventana, quiero salir un poco, y aunque sea un hogar muy grande con varias personas me da vergüenza andar husmeando.

Escucho personas hablando, muchas personas, este lugar no es un hogar común y corriente, para nada.

Me da un poco de vergüenza salir pero justo hoy no tengo ganas de dormir, es increíble.

Abro la puerta caminando hacia un pasillo diferente a él de ayer, este palacio tiene al menos 10 de ellos.

Miro una puerta entre abierta, parece una habitación, a medida que me acerco puedo escuchar golpes...una botella quebrandose, me acerco un poco más y míro su rostro.

Everest.

Esta muy mal, su piel luce pálida, sus ojos están hondos como si no hubiera dormido nada, me acerco abriendo la puerta con cuidado.

Sé que no debería entrar sin embargo mi complejo de psicologa me incita a hacerlo.

Esta en una oficina.

Su respiración es muy pesada, no lleva franela, su pecho está desnudo subiendo y bajando con velocidad, está sentado tocando su hermoso cabello blanco, me quedo en un solo lugar observándolo, quisiera poder ayudarlo..

Dios.

No no es buen momento para decir que es un hombre Perfecto.. o si.

Es Perfecto, podría decir que es el hombre más Perfecto que he visto en mi vida, su belleza.. no podría describirla, solo sé que sus ojos son tan profundos y misteriosos que me asustan, me intrigan, su cabello es tan blanco que no podría tocarlo..

El alza la mirada mirándome indescriptiblemente, colocó mis manos a mis costados sin saber que decirle.

Agradezco que las personas no sepan leer mentes.

—Buen..

—Quien le ha dado permiso para entrar aquí?— su voz es gruesa y fría— me interrumpe pero no refuto en lo absoluto.

A punto de la verdad (+18), (en proceso).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora