I.

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Cuando uno está a punto de casarse, tiene mucha certeza de conocer a su futuro compañero o compañera de toda su vida y spreen creyó conocerlo cuando conoció a Mia Carrera, la prima de su mejor amigo; desde hace años que convivían y el amor sólo surgió sin previo aviso. Los meses de noviazgo pasaron de prisa que de meses se convirtió en años, que sin poder creérselo hace menos de un año le había pedido matrimonio ahora se esta a una hora de casarse con ella.

Rodrigo Carrera, su mejor amigo y futuro cuñado, le ayudaba con el traje, y si bien el no era uno de los hombres más guapos del mundo, pero era atractivo para Mia y con eso se conformaba mucho; era una de las cosas de porque se casaría con ella.

Salió del cuarto donde se estaba arreglando y camino por paso veloz hasta la habitación de la novia, sabía que era de mala suerte ver a la novia antes de la ceremonia, pero quería escuchar su voz antes de eso. Su mano quedó en el aire congelada a medio paso de tocar la perilla de la puerta, cuando la voz de una de las amigas de Mia se hizo escuchar:

- Cuéntanos ¿Qué pasó con Liam la última noche? - sonaba emocionada, pero alguien la chico, y la voz de Mia se hizo escuchar por fin.

- Le dije la verdad - contó desinteresada -. Si quería impedir la boda, que hablase ahora o cállase para siempre -. Respondió que nunca se iba a casar y que yo debía seguir mi vida y casarme con Spreen.

- Pero te dio tu regalo de bodas, ¿verdad? -- dijo con tono sugerente una de las amigas de Mia y todas estallaron a carcajadas.

Repentinamente, un peso se instaló en la boca de su estómago al igual que sintió el nudo en su garganta y su vista nublarse; talvez todo se debía a una confusión, estaba malinterpretando todo lo que estaban diciendo allí dentro.

- Algo por el estilo -- respondió ella y una nueva ola de carcajadas surgió. Mia las callo de inmediato. - Fue la última vez, lo juro - un par de burlas se hizo escuchar, poniendo en evidencia que ninguna allí se lo creía -. Spreen es tan tierno y Atento, además va a ser cardiologo; así que me casaré con él y viviré la buena vida.

- Lástima que no podrás deshacerte de sus amigos e familia.

- Por eso no me preocupo - hablaban tan normalmente, como si solo estuviera conversando sobre la cosa más normal -. Tengo a buhaje comiendo de mi mano; una sola palabra y ¡puf! Dejamos de ver a sus amigos e familia en un santiamén.

- El problema es Quackity, el no se separa de él ni por un segundo, aveces pienso que el y Quackity están en algo y me da tanto asco, no entiendo como un hombre tan amable puede soportar a un chico tan insoportable -. Dice con asco.

Las carcajadas no cesaron y sintió como una mano se posó en su hombro; Carrera lo miraba con pena apretando sus labios, sentía como las lágrimas traicioneras bajaban por su mejilla hasta su barbilla después de todo lo que había escuchado. Su amigo no trato de detenerlo cuando salió del salón y se alejo al bar más lejano que conocía. Con el corazón roto, pero una lección que jamás olvidará; el amor era una mierda.

Estaba dispuesto a ahogar sus penas con alcohol, cuando ocurrió lo menos esperado; conoció a una mujer y la mentira comenzó.

Increíblemente el anillo de casado y una vida miserable atraía a las personas ya sean chicas, chicos; y no iba negar que en una borrachera se había acostado con Quackity, Alex y el habian entrado en un estado de ebriedad, una cosa llegó a otra y así fue como nació su segunda hija, pero quedaron en buenos términos sin decirle a la niña quien era su padre biológico.

La primera vez inventó un matrimonio de seis años, le siguió con una familia numerosa, una adicta y mentiras surgían cada noche, siempre con el mismo resultado. Pero hubo un detalle que siempre lo persistió, siempre dejaba una nota, consiste de que jamás volvería a ver a la persona involucrada.

Y esa fue de las tantas veces, en las que dejaba una nota típica del doctor Spreen, en que la idea de lanzar el anillo al mar surgió. Pero en esa circunferencia de oro encontraba una gran garantía de un corazón sano; con un matrimonio falso era una certeza que no volverían a romperle el corazón.

"Gracias, linda. Fue una noche increíble.

"P.D: Gracias por no golpearme como acostumbra mi esposa."

Si bien la idea de ser cardiólogo siguió en mente, se dedico de estudiar medicina más específico cirujano plástico y volverse millonario y ¡pum! Iván buhaje era otro.

Eso llevaba a otro día de trabajo junto con su asistente y el padre de su primera hija; Alex Quackity. No sabía que o quien habia llevado a contratar a Quackity como asistente, pero le daba gracias todos los días por ello.

Al llegar y comenzar a ponerse su bata encontró a Quackity discutiendo con el repartidor, seguramente se habría equivocado de pedido. No le prestó atención al inconveniente; Alex siempre se encargaba de eso.

- ¿Ya llego el paciente de las cuatro?
- Preguntó en cuanto el repartidor se marchó.

- Si - afirmó viendo los papeles, pero rápidamente levantó la vista -- , está en el consultorio dos. Y por favor, Spreen, Por nuestra hija; no te rías.

Luego de la consulta, y de la programación para la cirugía se reconstrucción facial de la paciente. Carre llegó de imprevisto al consultorio, como siempre con una invitación a una fiesta.

Quackity dijo que tal vez ya que tenia que estaría ocupado con Roier y Samy.

Un esposo de mentira. - SpreeckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora