VI.

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Quackity observo a su hijo mayor devorar su hamburguesa, mientras su pequeña niña se concentraba en su jugo de manzana con tranquilidad. Spreen se levantó por servilletas, las cuales habían olvidado.

- Y dime, Samy - Sally hablo con una sonrisa suave, la pequeña levanto la vista y la miró -, ¿Qué cosas te gustan?

-No sé - comentó -. Me gusta un poco de todo, creo.

- Así es ella - sonrió Quackity ante la mirada de Sally -. Una niña de pocas palabras.

- Tal vez estoy molesta -- expresó la niña en voz alta.

- ¿Te duele algo? -pregunto Quackity preocupado y la niña negó.

- No, mi padre es feliz contigo- se escondió levemente tras el gran vaso de jugo -, y estoy feliz por el. Pero no me gusta que deje de cumplir sus promesas.

- ¿Cuál promesa? - Quackity y sally preguntaron al mismo tiempo.

- Hace un año prometió llevarnos a Hawaii - La voz de Rivers comenzó a quebrarse --, dijo que íbamos a nadar con delfines, y de la nada cancelo el viaje.

-¿Porque haria algo como eso? - Pregunto preocupado al ver los ojos cristalizados de la pequeña.

- Por ti.

La voz de Rivers apenas se escucho ya que agacho la mirada, y Sally miró duramente a Spreen, que acaba de volver con las servilletas en las manos, y le había escuchado parte de la conversación.

-¿Qué cosa? - la castaña miró a Spreen.

No, no - negó rápidamente el morocho - Solo entendiste mal -- dijo mirando a su hija, quien dibujo una sonrisa sutil en sus labios, antes de volver a agachar la mirada - dije que todos tendriamos que ir, juntos. Porque me emociona la idea de ir de viaje juntos - Quackity miró a Spreen con el ceño fruncido - incluso pensaba que el viaje podía ser este fin de semana.

Ese día, ambos niños jugaron toda la tarde de juegos del lugar. Quackity miraba a Spreen, sin perder de vista a sus dos hijos, esperando el momento para poder hablar con el, pero no podía hacer nada cuando Sally estaba a su lado.

No estaba seguro del viaje, Spreen no podría llevar al mayor porque no era prácticamente nada de él, y por consecuencia, el tendría que acompañarlos. Y no tenía la más remota idea de cómo Spreen planetaria un viaje en tan solo un día; era miércoles y el viernes tenían que partir a Hawaii.

- ¿Se puede saber qué chingados haces? - Quackity que la castaña se alejo al baño unos momentos.

- Si, no puedo creer que me deje manipular por mi hija de siete años -- se quejó.

- Vi la oportunidad, y la usé -- la voz de la niña se hizo escuchar, quien había alzado los hombros sin importancia y siguió tomando de su jugo.

- Enojate contigo mismo - recriminó Quackity - todo esto fue tu idea.

Ahora debes buscar vuelos para el viernes - pidió el morocho.

- ¿Enserió esperas que acepte esto? - pregunto molesto.

-Fue idea de nuestra hija -- Cómo siempre Spreen quitándose la culpa.

Esa noche, Quackity apenas pudo pudo dormir dos horas. Spreen pidió que cancele todas las citas de ese y el próximo dia para preparar el viaje, y el no pudo hacer más nada que aceptar.

 Spreen pidió que cancele todas las citas de ese y el próximo dia para preparar el viaje, y el no pudo hacer más nada que aceptar

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El viernes por la mañana, Quackity y sus dos hijos se encontraron con Spreen y Sally en el aeropuerto.

- Estoy super emocionada por este viaje - comentó con una gran sonrisa sally.

- Si, es emocionante - concordó Spreen

Los cinco tomaron asiento esperando la llamada para abordar el vuelo. La pequeña bostezo mientras el mayor miraba todo con emoción, Alex por un segundo sonrió al ver a sus dos niños.

Pensando que ya nada podía empeorar, Spreen se permitió relajarse, para ser sorprendido por el saludo entusiasta de un ojiverde.

Carrera llego apresurado al lado del azabache y lo beso cortamente.

- No sorportaria que te fueras sin mí, mi dulce de leche - Quackity lo miró con el ceño fruncido, a punto de darle un buen putazo, como le decía el, pero el ojiverde se giro al pelinegro -. Y aquí tenemos al doctor Buhaje. Sin resentimientos ¿Verdad?

- Esto es... - Sally miró todo confundida.

- Oh claro - el recién llegado le extendió su mano -. Soy Wilbur Soot, un gusto.

Sally lo reconoció al instante cuando dijo el nombre, cosa que lo hizo sonreír por un viaje con la familia completa.

- Así que tu eres Wilbur - Sonrió la chica mientras estrechaba la mano del chico-. George dijo que tenías que trabajar.

- Oh no, no, no - Carrera sonrió para besar la mejilla del chico que estaba a su lado --. Nunca dejaría a mi pastelito sólo.

- Esto es muy admirable y muy maduro de su parte - opino Sally sonriendo -. Yo hubiera querido que mis padres hubieran actuado así cuando se divorciaron.

- Es importante que los niños nos vean como una unidad -- concordó Rodrigo mientras sonreía.

- Si, cariño - Dijo Quackity tenso y apretó su mano en el brazo del oji verde- te vez sediento, vamos por algo de tomar. Y tu -- fulmino a Spreen con la mirada - no pierdas de vista a mis hijos.

Quackity se alejo junto el Ojiverde, Quien de la nada se quejaba de su fuerte agarre.

-¿Que mierda haces aquí? - pregunto cuando ya estaban lo suficientemente lejos de Sally y Spreen.

- Necesito ir con ustedes - pidió mientras miraba a los lados -. Hice algo que no le gustó a Tom y ahora me quiere matar - Quackity frunció el ceño -, Digamos que estaba coqueteando de broma con uno de mis amigos y el lo vio como si lo estaba haciendo enserió, entonces peleamos y partí uno de sus audífonos. Ahora el me quiere matar.

- ¿Así que vienes para desaparecer unos días de su casa y después volver como si nada?

- Y para respaldar sus mentiras - Señaló a Spreen. Les juro que no molestare.

- ¿Cómo va todo? - Pregunto Spreen, llamando la atención de ambos.

- Todo bien - respondió tratando de ser lo más relajado posible, el ojiverde miró al azabache para después acercarse. - ¿puedes prestarme dinero? Necesito pagar mi boleto.

- Así que tu vienes, y yo pago -- Spreen lo miró, sabiendo perfectamente que debía seguir con la mentira y sabía bien que Carre le pagaría tarde o temprano.

- Sip, se me olvido traer dinero, amigo - Dijo Carrera rascándose la nuca con algo de pena, Quackity aguanto la risa al lado del ojiverde que se había acercado por nueva cuenta.

Spreen metió su mano en el bolsillo y sacó su tarjeta, dando una bofetada con esa mano en la mejilla de Rodrigo.

- Eso es por meterte con mi esposo - dijo como explicación y se lo llevo lejos de Quackity para comprar el boleto faltante.

Un esposo de mentira. - SpreeckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora