*Nota: Esta historia está contada desde la perspectiva de Isagi para que por favor, lo tomen en cuenta.
Rin y yo hemos estado juntos por ocho años ya, empezamos a nuestra relación un año después de que el proyecto Blue Lock finalizara. Ambos nos encontrábamos realmente ocupados ya que Rin fue el ganador y se convirtió en delantero de la selección japonesa, los demás jugadores nos volvimos muy populares y la mayoría jugamos actualmente en diferentes equipos internacionales.
Sé que es un poco difícil de creer pero hemos tenido una relación muy amena, pacífica, cariñosa y divertida. Él no suele mostrar ese lado suyo a cualquiera, y eso esa es una de las muchas cosas que me gustan, ya que me hace sentir especial, y no solamente su lado tranquilo y romántico, sino su lado gracioso, porque sí, lo tiene.
A pesar de llevar ya el tiempo que llevamos, no vivimos juntos, motivos sobran ya que jugamos en diferentes equipos y nuestras agendas son a veces difíciles de cuadrar, sin embargo considero que no hay prisa ya que aún somos jóvenes, sobre todo Rin, quien tiene veinticinco años de edad.
En un futuro planeamos casarnos, o eso hablamos hace algunos años, si soy sincero no volvimos a tocar el tema, siento que al principio él no tenía miedo alguno al compromiso pero con el pasar del tiempo parece ser que está algo dudoso, ya que algunos de nuestros conocidos viven juntos y otros se han casado ya, como Kunigami y Chigiri, por ejemplo.
La verdad es que no es una de mis prioridades en la vida, así que tampoco me quita el sueño, ni nada por el estilo, pero no puedo negar que me hace sentir a veces un poco inseguro el hecho de que antes él estaba cien por ciento convencido de pasar el resto de su vida conmigo y ahora no lo sé, no se lo he querido preguntar de nuevo.
-Chi... Yoichi.... ¡Yoichi!- mis ojos se abrieron de par en par cuando la voz que escuchaba a lo lejos resonó en mi oído, mi pulso estaba acelerado y me encontraba bañado en sudor, de inmediato dirigí mi mirada a quien me llamaba incesantemente y me topé con aquellos ojos turquesa que tanto amaba.
-¿Qué no tienes entrenamiento en media hora? Te veo muy cómodo- me levanté lo más rápido que pude y atravesé mis cabellos despeinados con mis dedos, me había quedado a dormir en el apartamento de Rin la noche anterior. Solía quedarme cada de podía, por insistencia de él.
-Tienes razón tengo entrenamiento a las diez, me quedé dormido de más estaba muy cansado, me cambiaré rápido y me iré, gracias por despertarme- ya no me daría tiempo de ducharme, así que simplemente me vestí con mi uniforme y empecé a amarrar mis zapatillas lo más rápido que pude.
-¿Y por qué estabas tan cansado?- preguntó esbozando una pequeña sonrisa. Mis mejillas se calentaron y enrojecieron casi que de manera inmediata y le lancé una mirada asesina mientras terminaba de vestirme.
-Detente, que ya voy tarde- dije mientras con mis dos brazos alejaba a Rin quien se encontraba sentando en el borde de la cama abrazándome por la cintura. -Yo te llevo, déjame estar así un poco más- no podía hacer nada ante esta súplica, a veces lo dejaba ser, ya que me parecía que de cierta forma se estaba consolando a sí mismo por motivos que no puedo comprender.
De vez en cuando sentía que él estaba realmente triste, pero nunca era capaz de ser abierto conmigo en su totalidad, su relación con Sae nunca ha sido buena y por más que he intentado hablar del tema e indagar sobre lo que ocurrió entre ellos, nunca ha ahondado en detalles.
Lo único que sé es que tiene problemas de abandono, no comprendo porque a estas alturas no me tiene la suficiente confianza para contarme más sobre su infancia. Aunque él no me lo haya dicho sé que lo ama muchísimo y que ese es el problema porque siento que quisiera de todo corazón llevarse bien con él.
Sin embargo Sae es una persona difícil de tratar y sé que él odiaría que yo me entrometiera en sus problemas, ya en diversas ocasiones nos hemos peleado por hablar del tema, así que he decidido que no puedo ayudarlo sino quiere que lo haga.
-Vamos, llévate lo que ocupes de una vez porque posiblemente hoy no vuelva a casa- me dijo mientras abría la puerta del apartamento y apagaba las luces, ¿por qué motivo no volvería a casa hoy?, no tenía ningún viaje planeado en estos días... o al menos no que yo supiera.
-¿Qué pasa?, tienes una cara rara- de inmediato me di cuenta que mis expresiones faciales estaban hablando por mí. Y es que ciertamente era un comportamiento raro en él, ya que solamente vivía del fútbol, películas y videojuegos de horror, Rin nunca había sido de salir o de estar con amigos.
-Eehh no pasa nada, ¿vas a salir con unos amigos o algo?- como dije, no es que tuviera muchos amigos de todas formas. -Sí, saldré con algunos de los chicos que estaban en el PXG, me invitaron a tomar algo y accedí aprovechando que tengo unos días libres- así que sí, no podía negar que estaba un poco sorprendido.
-Entiendo, entonces que la pases bien, me avisas cuando llegues a casa, no importa la hora con tal de saber que llegaste bien, vámonos- dije saliendo del apartamento. No es que me molestara, pero durante todos estos años de relación Rin ha rechazado muchísimas salidas porque simplemente él es bastante asocial.
En pocas ocasiones ha aceptado venir conmigo cuando me he reunido con Bachira, Kunigami, Chigiri, Nagi o Baro, pero supongo que tal vez con los que estaban en su equipo en el PXG logró tener una mejor conexión.
He padecido de ansiedad y depresión algunos años, nunca he querido medicarme ya que no quería que afectara mi vida de manera negativa en la parte sexual y sobre todo en la parte profesional, a pesar de que no representan problemas de dopaje, sin embargo no quería estar con sueño todo el día, ni quería volverme dependiente a la medicación.
Es difícil de entender ya que lo tengo todo en mi vida, tengo vivos y sanos a mis padres, quienes han sido mi mayor apoyo, siempre estando ahí para mí a pesar de no entender nada sobre el fútbol, soy delantero profesional del Bastard Munchen, rento un pequeño apartamento en Tokio y uno en Alemania, y además tengo de pareja al mejor delantero de la selección japonesa.
Y aún así hay días que no puedo evitar sentirme increíblemente vacío, solo y triste, pero Rin ha estado acompañándome en mis momentos más difíciles, esto me hace sentir aún peor, ya que pienso que algún día él se va a hartar de mí, porque comprendo que debe de ser muy difícil estar con alguien que no tiene muchas ganas de vivir a veces.
Siento que pongo un peso adicional sobre sus hombros y quisiera no hacerlo, pero en mis momentos de crisis termino buscando inevitablemente de su ayuda. Es asfixiante, me preguntó si este será uno de los motivos por los cuales él no me cuenta tanto sobre sus propios problemas, no sé si porque pensará que no lo puedo ayudar, o porque simplemente no le nace o no sabe como hacerlo.
Ese pensamiento también me tortura con demasiada frecuencia, y también si soy sincero, tengo muchísimo miedo de que él esté deprimido, no sé como podríamos salir de esto si los dos nos sintiéramos así, igual no es como que él me haya dicho algo al respecto, tal vez soy yo de ansioso pensando en cosas que no existen.
-Llegamos- me percaté de que ya estaba en mi destino, estaba como en modo automático por fuera, pero por dentro mi mente estaba divagando, lo volteé a ver, lo agarré del rostro con ambas manos y lo besé -Gracias por traerme, nos vemos, te amo- dije para después bajarme del auto y cerrar la puerta. Le sonreí y lo vi irse hasta que el auto ya no fue perceptible a mi vista.
Hubiera querido estar con él hoy en la noche, así que no podía evitar ponerme ligeramente triste, yo paso viajando debido a que entreno en otro país y daba la casualidad de que mi equipo estaba pasando unas semanas en Japón para entrenar con otros equipos internacionales que también estaban por acá.
Me es difícil salir con mis amigos ya que también viajan con mucha frecuencia y nuestros horarios siempre son complicados, así que hoy tendría que volver a mi apartamento solo.
*Nota: Gracias por leer el capítulo, estaré actualizando cada miércoles sin falta, nos vemos en el siguiente. <3
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Entonces, ¿Qué me queda?
FanfictionIsagi Yoichi e Itoshi Rin han tenido una larga relación amorosa, la cual siempre ha estado llena de amor y felicidad, mas sin embargo aunque a veces creamos que el amor lo puede todo, la vida nos demuestra que lamentablemente no es así.