A toda prisa y con mi corazón a punto de estallar, tomé mi celular y abrí la notificación. Era un mensaje del entrenador acerca del partido de la próxima semana. "Es que soy tonto" me dije a mí mismo, por supuesto que no iba a ser un mensaje suyo, la decepción y tristeza que estaba sintiendo aumentó.
De hecho, lo más seguro es que él se sintiera incluso aliviado, ya que no tenía que estar soportando mis múltiples llamadas, ni mis reclamos, seguramente estaba más feliz y todo. La personalidad de Rin no era la de alguien que me escribiría al día siguiente pidiéndome volver, y en parte eso era algo que lamentablemente me gustaba de él.
Siempre pensé que las parejas que terminaban no debían de regresar, ya que no tenía sentido alguno, al menos eso solía pensar. Pero si en estos momentos él me pidiese volver,, creo que caería y me tragaría mis propias palabras. Ahora entendía más que nunca a esas parejas que rompían y regresaban constantemente, no los volvería a juzgar jamás.
Estaba sintiendo lo que yo describiría como abstinencia, tenía tantas ganas de enviarle un mensaje o de llamarlo, pero yo también tenía mi orgullo y después de todo sería humillante hablarle a alguien quien ya no tiene interés en mí. Sería un sinsentido querer regresar con alguien que ya no me ama y me orilló a tomar esta difícil decisión.
Era la primera vez que pasaba por una ruptura amorosa real, había tenido una o dos novias en la escuela, de esas "de broma" con las que ni siquiera me llegué a tomar de la mano, así que terminar esos "noviazgos" no era nada similar a terminar una relación seria de más de ocho años.
Todo este proceso era nuevo para mí, tampoco tenía algún amigo que hubiera pasado por lo mismo, ya que los que tenían relaciones largas estaban casados o aún seguían juntos como Chigiri y Kunigami o Hiori y Karasu, y quienes habían terminado con sus parejas, eran quienes tuvieron relaciones más pasajeras.
Como no tenía a quien pedirle consejo, busqué en internet acerca del duelo, y encontré blogs que hablaban al respecto, había quienes decían "Terminamos hace cinco años y aún no puedo olvidarme de ella" y leer eso sólo empeoraba mi situación.
"¿Qué pasa si nunca lo llego a superar y si no me vuelvo a enamorar?, ¿qué pasa si nunca nadie más se enamora de mí?, ¿qué pasa si no encuentro nunca a alguien con quién conecte como conectaba con él?, "alguien más va a ver esa parte de él que sólo yo conozco" esas y muchas más cuestiones me atormentaban.
Llorar era lo único para lo que era bueno en los primeros días después de nuestra ruptura. Al menos habíamos roto en buenos términos, habíamos quedado de mantener amistad, él decía que le gustaría seguir saliendo como amigos y en principio no tengo problema con eso, pero no soportaría ir al cine con él y no poder tomar su mano, o despedirnos y no poder besar sus labios.
Menos soportaría escucharlo hablar de un nuevo amor, y mucho peor verlo tener una nueva relación. Para nuestra suerte el hecho de vivir en países diferentes era una ventaja, así no corría el riesgo de encontrármelo en algún lugar por accidente, sin embargo si podría ocurrir que llegáramos a tener algún partido en común.
Pero bueno, de eso me preocuparé más adelante.
Había transcurrido una semana, la primer semana desde entonces, yo me encontraba muy triste, pero mis niveles de ansiedad y ataques de pánico habían reducido considerablemente, lo cual era muy positivo.
Durante esa semana yo estuve muy enfocado en mis entrenamientos y en mis pasatiempos, intenté salir con mis amigos para distraerme y lloré cada que sentía necesario hacerlo, porque leí que era importante llorar mucho.
Estaba en mi apartamento a punto de encender el televisor y mirar alguna película para pensar en otra cosa, tomé mi celular y todo mi mundo se volteó, mi estómago se cerró y mi cuerpo se descompensó. Tenía un mensaje de Rin.
Más que sentirme feliz, me sentí sumamente abrumado y hasta un poco molesto, ya que no tener contacto en absoluto era la mejor manera de sobrellevar esta situación, y ahora estaba él arruinando mi progreso de una semana.
Las lágrimas inevitablemente empezaron a caer, tuve que tomarme mi tiempo para procesar las cosas y poder responderle, de igual manera no quería darle respuesta inmediata, él tenía que entender que yo no iba a estar disponible cuando quisiera.
Su mensaje únicamente decía "Hola", lo cual empeoraba la situación, ¿qué quería?. Tomando valor respondí, y unos minutos después de saludarnos cordial y amistosamente fue al grano "Dejaste algunas cosas en mi apartamento, pronto será navidad entonces pensaba en que si quieres puedo viajar a Alemania para devolvértelas y podríamos ir a cenar juntos, ya que no estarás con tu familia".
Antes que ilusionarme o hacerme feliz, me sentí enfurecido, él realmente era capaz de salir conmigo como su amigo, tan rápido. Si yo en estos momentos lo viera en persona, caería ante él, sería débil y estaría a sus pies, sé que lo mejor para mí es tenerlo lejos.
Pero es cierto que en navidad estaré solo ya que todos mis amigos tienen su vida y sus propios planes, sería horrible y deprimente pasar mi navidad de esa manera...
Le escribí a Chigiri y a Hiori para contarles la situación y ambos respondieron lo mismo: "No lo aceptes ni loco" a su propia manera, cada quien me regañó y me hicieron recordar los motivos por los cuales había terminado mi relación. Después de unos golpes de realidad que necesitaba procedí a responder.
"La verdad no quiero pasar navidad contigo, lo siento. Y sobre las cosas que dejé en tu apartamento, si quieres puedes enviarlas por correo o tirarlas", con todo el dolor de mi alma envié el mensaje.
Yo quería estar con él, quería pasar navidad a su lado, quería ser amado, quería que todo esto fuera un mal sueño...
Él comprendió y terminó nuestra pequeña conversación. Gracias a eso mi progreso de una semana se había ido a la basura, pero estaba orgulloso de mí mismo por no haber cedido.
Pasaron unas semanas y mi primera navidad sin él había llegado, intenté hacer la noche amena a mi manera, pero no pude evitar estar totalmente deprimido. Ocho navidades estuvimos juntos, y estar por primera vez de esta manera dolía de una manera inexplicable.
Lo único positivo era pensar "Nunca tendré una navidad peor que esta". La noche fue larga y melancólica, tal vez de los días más deprimentes de mi vida. Odiaba ver a las parejas felices en redes sociales, odiaba ver cómo todos tenían alguien con quien compartir en estas fechas, sobre todo porque yo nunca dejé de amar a quién fue mi pareja.
Pasaron unas semanas y Rin y yo quedamos de hacer una llamada para coordinar las cosas que yo había dejado en su apartamento, ya que él también había dejado un par de cosas en el mío. Por cierto, desde que terminamos cancelé mi contrato con el apartamento de Japón, puesto que ya no volvería un mucho tiempo y no tenía sentido continuar pagándolo.
Nos llamamos por teléfono y conversamos sobre el tema, acordamos hacer el envío al día siguiente, una cosa llevó a la otra y terminamos conversando sobre nosotros. Si soy sincero, mi voz se quebraba, aún no era fácil hablar del tema.
Rin me contó cómo estaba sobrellevando la ruptura y era curioso ver que estaba pasando por lo mismo que yo, sobre todo porque él estaba en Japón, entonces cada vez que iba a los lugares que solíamos frecuentar, se ponía nostálgico.
Me contó también que todos le preguntaban mucho por mí y que para él era doloroso tener que tocar el tema. Me sentí algo aliviado y feliz de que él también estuviera pasándosela, aunque sea un poco mal, tal vez ya no me amaba, pero si me tenía cariño.
Yo también le conté un poco de mi proceso, y luego de reír y llorar un poco terminamos la llamada, en este caso sin decirnos "te amo" en ningún momento.
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Entonces, ¿Qué me queda?
FanfictionIsagi Yoichi e Itoshi Rin han tenido una larga relación amorosa, la cual siempre ha estado llena de amor y felicidad, mas sin embargo aunque a veces creamos que el amor lo puede todo, la vida nos demuestra que lamentablemente no es así.