Capítulo 2 - Ansiedad

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La noche cayó y el entrenamiento había acabado, no sentía emoción alguna, era mejor mientras estaba ocupado ya que no podía perderme en mis pensamientos, a pesar de que estoy en Japón unas semanas apenas, Rin no quiso pasar la noche de hoy conmigo.

Espera, ¿qué estoy pensando?, ¿no es un poco tóxico de mi parte molestarme por qué él tiene otros planes?, no todo tiene que ser conmigo supongo que también hay momentos para sí mismo, sin embargo no niego que me gustaría haber sido su prioridad, justo como lo era hace algunos años.

Sí, al principio yo notaba su preferencia hacia mí, a veces no tenía tiempo pero para estar a mí lado siempre había un momento, eso fue parte de lo que me enamoró de él, yo me sentía especial, como si tuviese un asiento preferencial en su vida.

Sin embargo en los últimos meses, no sabría decir hace cuanto exactamente, siento que ese asiento preferencial está clausurado, u ocupado por otras personas, no sé si estoy exagerando pero es muy difícil descifrar lo que está en la cabeza de Rin.

Quisiera saber todo de él, como se siente y que está pensando... bueno, en realidad no, no quiero saber todo, me da extremo miedo llegar al conocimiento de cosas que me puedan causar daño, saber de cosas que yo no puedo reparar o saber que él está sufriendo por algún motivo.

El camino hacia mi apartamento se hizo corto ya que mi mente estaba inundada de pensamientos estúpidos, así que intenté focalizarme en otras actividades para calmarme un poco, tomé una bebida del refrigerador, me senté en mi sofá y prendí el televisor.

Pasaba y pasaba las opciones de series y películas esperando encontrar algo entretenido, y mientras más pasaba de una a otra más me desesperaba, no había nada de mi interés en ese momento.

Cada cierta cantidad de minutos tomaba mi celular esperando por un mensaje de él, sin embargo no sucedía, -Diablos, tampoco me dio mucho información de su salida, no sé a que hora salió ni mucho menos a que hora llegará a su apartamento-.

Algo empezó a crecer dentro de mi pecho, sentía dolor, esta sensación no era nueva para mí, ya que anteriormente he tenido ataques de pánico, pero eso no quiere decir que pueda controlarlos, no creo que exista alguien que tan siquiera pueda hacerlo.

Es como si un par de manos tomaran mi corazón y lo apretaran sumamente fuerte, mi respiración paulatinamente se aceleraba, y  sobre todo mi mente iba a mil por hora, "¿Rin ya no me ama como antes?", "¿ya llegó a su límite conmigo?", "¿y si él está sufriendo por algo?", "¿y si le sucedió algo? seguramente tuvo algún accidente conduciendo de regreso", estas y muchísimas más preguntas me atormentaban.

Era ya la una de la madrugada y él no me había puesto ningún mensaje. Odio esto, no quiero molestarlo pero necesito tranquilidad, así que tomé mi teléfono y le escribí preguntando si todo estaba bien, si estaba molesto conmigo o algo.

Los minutos, incluso los segundos se hacían eternos, creo que no percibo el tiempo de la misma manera que los demás humanos, esto es horrible. Entonces sentí una vibración y revisé de inmediato -"Perdón por no escribirte, estoy bien, el estúpido de Zantetsu ya está borracho, Nanase va por el mismo camino"-.

Paz, casi de inmediato eso fue lo que sentí, me alegré de recibir respuesta -"No vayas a manejar ebrio"- le escribí, sin embargo Rin no suele beber, ya que no es algo recomendado para atletas y sobre todo para los profesionales.

Me sentía cansado, después de todo había estado entrenando todo el día de manera intensiva y sea como sea tener estos problemas de ansiedad cansan más aún, el tiempo pasa y son casi las dos, ya no puedo sostenerme más, así que hago el intento de dormir, aunque sé que no será tan sencillo.

Ya que no gano nada estando despierto -"Creo que iré a dormir, así que buenas noches, te amo"- me acosté en mi cama con el celular en mano esperando respuesta, la cual tardó unos minutos -"Buenos noches, yo también"-.

Ahora sentía ansiedad de nuevo, no sé como gestionar mis emociones en estos momentos, sé que es estúpido pero hubiese deseado que su respuesta fuera "Yo también te amo", es como si estuviese evitando decirlo, lo cual hace que mis dudas surjan de nuevo.

Haciéndome bolita y conteniendo mis lágrimas me dispuse a dormir, aunque ahora sería incluso más difícil lograrlo.

Lentamente abrí mis ojos, ya era de mañana, después de todo si conseguí dormir, lo primero que hice antes de cualquier cosa fue revisar mi teléfono, había un mensaje -"Ya llegué a casa"- a las tres y catorce de la mañana lo recibí.

-Llegaste muy tarde- dije para mí mismo, me alegraba que ya dicha situación había acabado, ya no volverá a ocurrir algo similar pronto ya que él no era de ese tipo de ambientes. Aún no me había escrito, supongo que como llegó tarde aún no se ha levantado.

Ya eran las nueve y media de la mañana, así que me dispuse a llamarlo. El teléfono timbró un par de veces y pude escuchar su voz -¿Si?- dijo.

-¿Qué clase de respuesta es esa, acaso tienes resaca?- me molestaría si la tuviera ya que nunca me han gustado las personas alcohólicas -No tonto, estaba durmiendo y me despertaste, no puedes esperar a que te conteste a la perfección de esa manera- me contestó un poco malhumorado.

-Perdón, no pensé que durmieras hasta esta hora, ya que sueles madrugar- le respondí sintiéndome un poco indignado -¿Seguirás durmiendo entonces?-.

-No, ya me despertaste- sentía como si estuviese de muy mal humor, pero bueno, yo también lo estaría si me despertasen con una llamada, aunque si fuera de su parte mas bien me alegraría el día.

-¿Nos veremos hoy?- pregunté ya que quería aprovechar los días que estoy en el país para estar a su lado y él tenía un par de días libres.

-Está bien, ven aquí a la hora que quieras, te espero- cortó la llamada. Me hace sentir un poco extraño su respuesta, "Está bien", no es como si le estuviera pidiendo un favor o algo así, y además yo fui quien hizo la propuesta de vernos, al igual que las últimas veces.

De esta manera no puedo evitar seguir pensado en cosas como que ya no quiere verme o que está cansado de mí. Yo también estoy cansado de mí, así que no lo culparía para nada si fuese así, aunque por supuesto que me sentiría fatal.

Me levanté, hice la cama, desayuné algo rápido, me duché y me arreglé para salir, supongo que iremos a algún lado, me gustaría tener una cita ya que ha pasado algún tiempo desde que pudimos tener una.

Elegí cuidadosamente mis prendas, me perfumé y me peiné un poco, estaba un poco emocionado, supongo que aun después de tantos años me sigo emocionando como un tonto, me preguntó si él se siente así, aunque lo dudo un poco.

Revisé no haber dejado nada conectado en mi apartamento y salí camino a ver a Rin.

Entonces, ¿Qué me queda?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora