I | "La promesa"

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"Primero se mueren por ti. Después, se quieren morir contigo. Y al final te dejan muriendo solo."

-Mario Benedetti.

El dolor y el cansancio desaparecieron, esa paz que me transmitía la suave respiración de Nimona me permitía descansar sin pesadillas, podía vivir, me hacía reír, me daba ánimos para luchar, por ella, por su futuro, lo haría con la esperanza de un cálido lugar al que llamar hogar.

"Es una promesa, viviremos tranquilos y felices tú y yo." La pequeña mano de la bebé tomo el dedo índice del omega, lo vio por un momento y después lo llevo a su boca, chupando este mientras observaba a su papá. "Es una promesa Real."

Por otro lado, en una habitación se llevaba a cabo una reunión entre la directora y los caballeros de la última ceremonia. Ambrosio estaba terminando de hablar.

"Me opongo." Habló directamente un castaño cuando el rubio tomó asiento.

"Ambrosio, fue muy conmovedor tu discurso; pero yo tampoco estoy de acuerdo, Ballister es un verdadero peligro para el reino, es un asesino... Y debemos tratarlo como es."

"Directora..." Quiso responder el rubio, pero Tood interrumpió: "¡Directora! Deje que me haga cargo, déjeme ser el líder" El castaño se puso de pie ante la atenta mirada de los demás. "Solo hay dos cosas que quiero en este preciso momento: A) Tener una espada muy grande" Sacó la espada de su cintura, empuñandola de manera amenazante "Y tres, tratar a Ballister como el omega mata reinas que es..."

"Tood..." Intentó interrumpir Ambrosio.

"Voy a lastimarlo, voy golpearlo, voy a..."

"¡Yo lo haré!" Exclamó el de armadura de oro.

"¿Qué...?" La directora parecía complacida.

No estoy listo.
No estaba listo para dejarte ir, tu piel, tu tacto y tu amor me hacen falta; las promesas que hicimos se quiebran mientras más lejos te siento, mis labios se secan cada que digo tu nombre...Necesito de tu amor para vivir, la culpa me persigue en mis pesadillas, junto a esa triste mirada de desesperación con la que me observaste por última vez.

Mi omega ¿Donde es que te has escondido? Incluso s mi lealtad no puede pertenecerte desearía saber si estás bien; te dejé solo en el peor momento posible, y aunque me gustaría ir corriendo a fundirme en el calor de tu pecho, la academia me repite que debo quedarme.

Yo sé que falle, tengo miedo de la gente del reino que vive a tu alrededor, estoy aterrado por nada y por todo a la vez... Tengo miedo de que en verdad hayas matado a la reina y que mi amor le pertenezca a un regicida.

¿Y si no te conocí realmente? Mi mente parece ser mi peor enemiga esas noches de insomnio, aún cuando prometo dormir y dejar de pensarte, mi cerebro recuerda tu aroma y me hace extrañarte.

Yo te fallé, cortar un brazo no es un acto de amor.

Perdóname, Ballister.
Perdona mis decisiones y mis futuras acciones.
Disculpa las promesas no cumplidas, creo que nunca estuve listo para cumplirlas.

Ballister y Nimona.

Ballister jugaba con las pequeñas manos de su bebé, se había recostado en su cama para descansar con ella, solo hace tres días que dio luz pero se siente renovado y lleno de fuerzas, como si la energía que necesitaba la tuviera el cuerpo de Nimona.

El omega pelinegro tenía la expresión de un padre orgulloso, Nimona solo dormía y él ya sentía que volaba, su Soledad y tristeza se había acabado después de varios meses de agonías. Ahora sí se sentía listo para todo, su pecho se llenó de el amor suficiente para exigir la verdad.

Él ya no está solo, no es solo Ballister, ahora es: "Ballister y Nimona, ahora somos cómplices ¿Verdad?" Susurró, para no levantarla y empezara a llorar.

Estaba listo para cumplir su promesa, por él y por su hija, el no sería un cobarde.

En tu búsqueda | Nimona  [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora