«Hay más mentiras en una persona qué en todo un reino»
"Ballister, tú..." Las palabras del omega le tomaron por sorpresa; habían perforado su corazón con culpa y ahora dolía. Las maldiciones, la desconfianza, las emboscadas, las acusaciones; todo fue en contra de un hombre inocente, perjudicandolo no solo a él, si no también una niña, su niña.
"Sé que puedes tener dudas. Es un tema delicado y puede ser difícil de digerir, pero en serio... Es tu hija" El moreno jugaba con sus dedos detrás de su espalda, estaba nervioso, no podía imaginar las reacciones del alfa, todo esto no había sido planeado, solo se dejó llevar por las emociones.
"Ballister..." Ambrosio se alejó de las rejas, alarmando al de hebras oscuras; su semblante cambió al de alguien triste, lo veía venir, no estaba decepcionado, solo tenía un poco de esperanza... Era solo eso ¿Verdad? Entonces ¿Por que duele tanto...?. "¿Por que tardas en salir? Demonos prisa y vayamos por nuestra hija. La directora debe estar esperando a que se la lleven."
El de tez morena vio al alfa con un brillo especial en sus profundos ojos negros, esa esperanza había sido suficiente, Ambrosio había creído todo lo que había dicho.
"Antes de venir aquí, unos caballeros se llevaron a la bebé diciendo que la Directora la había mandado a traer..." Era tonto de su parte confiar plenamente en las palabras el cabellera de negra armadura, después de todo había estado separado de él durante todo un año. Estaba harto de confiar en las personas incorrectas, su omega es el único en el que debía confiar desde un inicio.
Ambos salieron de ahí a paso rápido, Ballister estaba preocupado, dejar a su bebé con la directora era la peor idea de todas, esa mujer era una maniática qué pensaba como una criminal, no era de confiar. Ambrosio solo veía de reojo al contrario, hace tanto tiempo que no estaba tan cerca de él, y verlo solo hacia latir de júbilo a su culpable corazón.
El hombre de cabellos negros se sabía el camino a la oficina de la directora, después de todo él fue un estudiante de ese lugar. Con los nervios a flor de piel, empezó a correr, dejando atrás a su antigua pareja, quien fue detrás de él, llevándole el paso.
Al llegar, la puerta estaba entre abierta, se podían oír varias cosas caerse y los gritos de la directora "Atrapenla". Ballister sin poder aguantarlo más, abrió la puerta de golpe, llamando la atención de todos en la sala, todos lo vieron con sorpresa, y esta aumento al ver que detrás de él venía el caballero dorado.
"¿¡Tú que haces aquí!?" Preguntó la directora, observándolo con desdén. "Atrapen a ese asesino, y encierrenlo." Los caballeros se le fueron encima al acusado.
"¡Alto!" Exclamó Ambrosio con enojo, sorprendiendo a los presentes, mucho más as la directora.
"¿Qué haces, Ambrosio?" Preguntó la señora rodeada de guardias.
"Eso debo preguntar yo, directora ¿Qué es lo que esta haciendo con mi hija?" El rostro de la mujer cambió, su expresión se esmeraba en denotar su asombro, pero mucho más ese enojo creciente qué poco a poco iba saliendo en sus feromonas.
"¿¡Tu hija!? ¡Ambrosio piel dorada, no me hagas reír!" Ballister extendió los brazos, aprovechando que todos estaban distraídos con la confesión inconsciente qué hizo su ex pareja.
Nimona se había esforzado en no ser atrapada, cambio de forma a la de un periquito, empezando a volar por toda la oficina, evitando así el contacto con cualquier persona que no fuera su papá. La bebé de llamativos cabellos, al ver a su papá cayó directamente en sus brazos y sonrió, su padre era el único lugar seguro que tenía, era su salvador, incluso antes de que se diera cuenta, el omega se había encargado de salvarla mil y un veces.
"¡Tú! ¿Acaso perdiste la razón? ¡Esa niña no puede ser tu hija! ¡Es un monstruo!" Gritó la directora perdiendo los estribos.
"¡No le llames así!" Defendió el de tez morena a su pequeña. "Es una bebé linda, educada y muy sofisticada" Abrazó con fuerza el cuerpo de Nimona, la cual le sacó la lengua a la única mujer de la sala.
"Ambrosio, mira bien a esa niña..." Soltó un largo suspiro, frotando el puente de su nariz. "Su cabello es rosa, sus ojos son diferentes a los tuyos, ni si quiera es humana ¿Una niña así puede ser tu hija? ¿Quien te dijo semejante locura? ¿El criminal acá presente? No creas ninguna palabra de lo que diga."
"¡Mi hija!" Inició el rubio, sus feromonas flotaban en el ambiente, juntándose con las de la señora, volviéndose espesas y poniendo pesada la habitación." No necesita tener mi mismo color de cabello o el mismo color de ojos... Si Ballister dijo que nació de su vientre ¿Por que tendría que desconfiar? Mi omega es tan tímido qué sería incapaz de entregarse a otras personas, eso me convierte en el único afortunado..."
" Ya no me defiendas tanto..." Tapó la boca del alfa, su rostro sonrojado le ocasionaba risa a Nimona, quien empezó a jugar con su bigote, tirando de él.
" Pero..." Destapó su boca Ambrosio, queriendo seguir hablando, pero la directora harta de la situación, ordenó:
" Encarcelen a esos dos y agarren a la niña. ¡Saquenlos de mi vista! "
Estaban en serios problemas, estaba rodeados, Ballister no podría defenderse con Nimona en brazos y Ambrosio no podría contra todos a su alrededor. La familia recién reunida estaba en serios aprietos.
Ni un alma podría ayudarlos, o es eso lo que creían.
"¡Vámonos! ¡De una vez!" Un vehículo había entrado hasta la oficina y había embestido a los guardias qué tapaban la puerta y les impedían el escape a los dos adultos.
¿Y ese héroe inesperado?
...
¡Holaaa! Lamento la tardanza.
He estado muy ocupada estos últimos días, me he metido a escribir demasiadas cosas de las que puedo soportar, pero siento que soy lo suficientemente valiente, así que aun sigo.
Les cuento que gane un torneo de escritura y pude promocionar mi fic en un grupo de WhatsApp (Qué por si se quieren unir, esta totalmente abierto).
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En tu búsqueda | Nimona [EDITANDO]
FanfictionBallister estaba acostumbrado a la soledad, sobrellevaba las frías noches de invierno sin nadie a quien pedir consuelo. Él era fuerte, podía tolerarlo, pero su pequeña cachorra no debería vivir en este tipo de condiciones... No cuando su padre es i...