Entre el amor y la magia(WelcomeToMyLife)(Yaoi)

Organizar y Valorar

Welcome to my life.

Capitulo: XVII

-Will-

Estaba sumamente cansado en mi cama, pero no lograba conciliar el sueño. Tan solo miraba al techo en espera de algo, no sé qué en específico, tan solo esperaba. Mis pensamientos estaban tranquilizados, me sentía en quietud, aunque en el fondo me sentía solo y desolado. Siempre estoy con mis amigos, ellos son como mi familia, me dan ese calor que aprecio mucho, pero en el fondo siento que hay algo que falta, algo que me hará dejar de sentirme solo y triste, aun estando rodeado por el grupo más grande de amigos.

Hice una pequeña seña con mi mano, haciendo que un grupo de dados con letras en sus caras flotasen hasta en frente de mí. Los hice organizarse de varias maneras, conformando diferentes tipos de palabras.

*Toc-Toc* Llamaban a la puerta*

-Royer-

Al llegar al instituto corrí en busca de alguien que me dijese cual era la habitación de Will, pero al parecer ninguno de mis conocidos sabia donde se encontraba. No encontraba la manera de llegar a su habitación ¿Qué tan difícil puede ser encontrar una simple habitación? No me rendiría tan fácilmente.

-¡Ya se!- dije para mis adentros.

Había recordado quien podría ayudarme e iría en seguida en su búsqueda. Me dirigí hacia la plaza central del instituto, ya que suele estar en los lugares de más concurridos; divise un grupo de chicas en un banco hablando entre ellas y me acerque.

-Hola Valery-

La chica levanto su mirada, saliendo de la conversación de sus amigas.

-Hola Royer - respondió un poco sorprendida, luego sonrió. - ¿A qué se debe tu inesperada visita?-

-"No estoy para juegos ¿Me puedes decir dónde queda la habitación de un chico?"- la mire directo a los ojos sin mover los labios. -Esto es una plaza, no tú casa, así que no te estoy visitando-

-"¡Uyyy! ¿Un chico? Grr..."- fruncí el ceño. - "... La habitación de Will es la C-90"-

Me di media vuelta sin preguntar siquiera como sabía que buscaba a ese chico. Al llegar a su torre, tome el ascensor, mientras me preguntaba a mí mismo ¿Qué le diría al verlo? ¡Sí! Estaba nervioso, aunque muy bien excusado, ya que se trataba de algo importante.

-Will-

Al abrir la puerta note que no había nada, tampoco sentí la presencia de alguien cerca. Mire arriba y había una pequeña luz girando en el techo, la divise un minuto, luego cruzo velozmente al interior de mi habitación. Mire a los lados cerciorándome de que nadie la fuese visto y cerré la puerta. Adentro la extraña aparición daba vueltas en círculos, hasta salir disparada atravesando la ventana sin romperla.

Fui a la ventana, la abrí, mire a los lados sin ver más que algunos guardias rondando por el lugar, mire al frente en busca de la extraña luz que se alejaba a una relativamente rápida velocidad. No lo pensé más y supongo que por curiosidad, dejándome llevar por mis instintos di un salto al aire, sintiendo la fría brisa gélida de la tarde en mi cara, fije mi dirección al frente y seguí la extraña luz, que al notar mi interés, se elevó a los altos cielos, donde las nubes hacen clandestino nuestro vuelo.

Los últimos rayos de sol de la tarde cruzando a través de las nubes daban una hermosa visión panorámica, me daba cierta sensación de libertad en mi interior. Gire alrededor de una nube, aun siguiendo a la extraña luz, llegando a una enorme puerta con grandes pilares en frente, muy al estilo romano, que en sus extremos se difuminaba mágicamente con las nubes a su alrededor. La luz se detuvo frente a la gran puerta y más atrás yo hice lo mismo; de la nada la gran puerta se abrió y la luz continuo su recorrido al interior de este, lo dude un poco, pero no di mayor importancia a las dudas y entre. Cruce el portal viendo la hermosa y delicada edificación, camine hasta llegar a lo que parecía ser un jardín de mágica flora, parecían danzar con la suave brisa que por allí corría. Busque con la mirada a la luz, hasta ver una silueta en la fuente que yacía en centro del jardín, me aproxime un poco, hasta lograr ver la luz levitando en la mano de un chico de cabellera blanca grisácea que la miraba detalladamente.