Algo que aprender de los tiempos de crisis.

2K 85 127
                                    

Capitulo: XXVI

-Will-

Desperté temprano aquella mañana con gran energía, me levanté de aquella cómoda cama junto a la de mi amigo, quien aun permanecía sumamente dormido con las sabanas hasta poco mas abajo de la cintura, sin camisa y con algunos de sus largos mechones negros ligeramente alborotados en su cara.

-Lucifer...- Lo llamé con un leve bostezo.

-¿Si?- Respondió sin abrir los ojos.

chasqueé mis dedos, haciendo que las cortinas se recogieran solas.

-Debo arreglarme para partir a Venezuela-

Se levantó.

-Debemos...- Completó.

Se fue de su cama hacia su closet, mientras su cama se arreglaba sola mágicamente tras de él.

Ambos nos arreglamos y nos dirigimos hacia el comedor para  darnos una ultima comida junto a la familia de Carlos. Sarah me miraba graciosamente por como no le prestaba atención a las cada vez mas directas indirectas de su padre. En serio espero que en algún momento entienda lo poco que me interesa su repertorio de sinónimos de pobreza que tiene.

Al terminar subimos a la habitación, tomamos las maletas y bajamos al recibidor, donde el padre de Carlos nos miraba un poco incrédulo.

-¿Finalmente se va el empleado  Carlos?-

-No padre, vamos a ver a la familia de Will, luego iremos al crucero de una amiga, para finalmente regresar a Avalon-

-Veo que al menos no solo hiciste amistad con la podredumbre- dijo mirándome.

 Lo ignore.

-Hasta luego padre, nuestro avión sale en un par de horas-

-Regresa pronto... Pero sin recoger plebe en el camino por favor-

Este asentó.

 -Hasta luego padre-

Salimos de allí, el servicio tomo nuestras maletas subiéndolas al auto. Subí yo primero, vi a mi amigo, quien permanecía sereno dando un ultimo vistazo a su casa, luego entró al auto.

-Que viaje ¿No?- Dije sonriente.

-Si, eso creo-

De allí todo el trayecto fue hablando de uno que otro tema. Al llegar al aeropuerto hicimos rápido el check-in para finalmente tomar nuestro vuelo directo a mi añorada tierra... Venezuela...

¡Wow! ¿Hace cuanto que me fui? Debe de ser irreconocible todo el lugar, bueno, exagero un poco, después de todo me fui hace tan solo un año, pero antes de ese año, estuve 3 años fuera. Supongo que lo mejor será ser paciente y esperar lo mejor.

Ya estábamos en el avión camino a la isla de margarita. Desde aquí arriba podía ver las luces encendidas de todo aquel lugar, tenia ganas de llegar, me sentía ansioso, de volver a mi casa, donde crecí, de donde llevo tantos años lejos. Mama me había dicho que la ultima vez que hablé con ella que había vuelto a comprar la casa donde vivíamos cuando éramos niños. Tan pronto lo recordé, creo que la emoción de llegar se multiplicó por 1000.

-BIENVENIDOS AL AEROPUERTO INTERNACIONAL SANTIAGO MARIÑO DE PORLAMAR-

Al escuchar esto, un fuerte calosfrió invadió mi cuerpo, en serio no podía creer que estaba de regreso a mi isla, aquí, en Venezuela, mi tierra, después de tanto tiempo fuera.

-¿Emocionado?- Preguntó mi amigo con una leve sonrisa.

-Mas de lo que te imaginas-

Bajamos del avión, mientras miles de recuerdos venían a mi mente de este lugar ¡wow! Es tan emocionante. A nuestro alrededor las personas no paraban de mirarnos, ya que traíamos puesto nuestros uniformes de UMID por una regla obligatoria de viaje, por parte de la institución, por lo tanto al mostrar nuestros uniformes y carnet aprobado de orden aéreo, podíamos viajar libre de costos por cualquier aerolínea del mundo.

Entre el amor y la magia(WelcomeToMyLife)(Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora