Capítulo 9: Amanecer de un nuevo día.

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Una cosa pasó a otra y esa cosa escaló a una más grande. No sabían que pasaría pero ambos se estaban dejando llevar por sus deseos e instintos más primitivos, ambos se anhelaban él uno al otro de una manera que no los dejaba pensar en otra cosa que no fuera el otro.

Peter aún se encontraba arriba de Miguel, se las arregló para sentarse en su entrepierna, sosteniéndose de los hombros del más alto mientras esté mantenía sus manos con fuerza en el trasero del castaño, el sonido de los besos se hacía presente en la habitación.

Al inicio eran besos apasionados en los labios pero poco después, Miguel empezó a oler el cuello de Peter, queria recordar para siempre el olor del castaño, una vez finalizó con eso empezó a besar su cuello marcado un camino que recorría su cuello y llegaba hasta las clavículas de castaño.

Si le hubieran preguntado, así debía sentirse estar en el paraíso.

Peter no podía evitar emitir sonidos que reflejaban el más puro placer que el moreno le provocaba. Inclinaba su cabeza hacia atrás para darle paso y que siguiera aquel recorrido que él mencionado había iniciado.

Miguel se detuvo por un minuto, logrando que Peter emitiera un sonido de queja y frustración y provocando a su vez una pequeña risita por parte del más alto. Se las arregló para ponerse en pie aún sosteniendo a Peter de sus nalgas y este último envolviendo la cintura de quién lo tenía en brazos con sus piernas, a su vez, abrazó el cuello del moreno para conseguir un mejor agarre.

Miguel comenzó un nuevo beso que el castaño correspondió. La necesidad de estar más cerca al otro empezaba a crecer conforme la noche pasaba. Sin dejar de besarse y manteniendo esa posición, Miguel empezó a caminar en busca del cuarto del castaño chocando con algunas paredes y muebles en el proceso.

Finalmente dieron con la habitación del castaño, Miguel dejó caer a Peter en la cama, se acercó a él y empezó a desvestirlo, comenzó quitándole la playera y una vez se deshizo de ella, comenzó a besar el pecho de Peter.

Se detuvo en uno de sus pezones, comenzó besándolo para poco después comenzar a chuparlo suavemente pero el deseo era más fuerte que la razón por lo que subió la intensidad, incluso llegando a morderlo provocando que él castaño gimiese de puro placer.

Satisfecho con lo que estaba logrando, el moreno decidió pasar al otro pezón para replicar lo antes hecho consiguiendo la misma respuesta por parte del castaño. Sin duda, Miguel sabía lo que estaba haciendo.

El moreno comenzó a descender hacia el abdomen del más bajo al mismo tiempo que empezaba a retirar el resto de ropa que aún conservaba esté último. Con cuidado consiguió quitarle el pantalón a Peter, dejándole únicamente con el boxer que tenía puesto y que dejaba ver con claridad su marcada erección.

-Parece que alguien está ansioso.- dijo juguetón y con una sonrisa al mismo tiempo que le dedicó una mirada a Peter y dejó un pequeño beso en aquel bulto que se hacía más y más presente.

-¡Callate!- dijo él castaño sonrojado.

Miguel sonrió y siguió besando el bulto que tenía frente a él, después de unos segundos decidió que aquel boxer empezaba a sobrar, por lo que rompió la prenda librandose de ella.

- ¡OYE! Acababa de comprar eso.

-Callate.- dijo serio el moreno mientras sostenía el miembro del castaño para comenzar a masturbarlo. Peter dejó caer su cabeza hacia atrás gimiendo del placer. Empezó lento y suave, pero al ver la cara de placer y al escucharlo disfrutar de la acción, comenzó a aumentar el ritmo y la intencidad provocando que Peter gimiese aún más fuerte.

Buscando que el castaño experimentara más placer, Miguel tomo el miembro de Peter y lo introdujo en su boca, Peter soltó un gemido que cruzó toda la habitación

Sol de medianoche [Miguel O'Hara x Peter B. Parker]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora