Sol de medianoche [Miguel O'Hara x Peter B. Parker]

Capítulo 7 Aquél que lo pierde todo.

Peter dormiria en la sala esa noche, había improvisado una cama en el sillón con una almohada y una cobija, no necesitaba nada más para estar cómodo.

Llegada la noche, el castaño ante la oscuridad de la misma y su gran silencio no pudo evitar recordad lo que había pasado esa misma tarde. El dolor que le había generado el rechazo de Miguel, sus palabras junto con el tono y el hecho de que no se haya molestado siquiera en mirarle.

Una lágrima recorrió el rostro de Peter, este trataba de contenerse lo mejor que podía pero en un último intento de mantener todas sus piezas juntas, se rompió, lloro como hacía años no lo hacía, se aferró a la almohada y solo la luna le acompaño mientras el castaño se derrumbaba.

Peter había acordado con Mary Jane que este último podía quedarse por un tiempo en aquella casa que habían compartido en lo que conseguía algún lugar donde vivir, también habían hablado de cómo serían las cosas son May a partir de ahora, en realidad, no serían muy diferentes, pues uno la cuidaría mientras el otro tuviera trabajo o si se presentaba alguna emergencia y de igual forma, quien la cuidara pasaría la noche con ella. Los dos consideraron que ese era el mejor acuerdo.

Por eso mismo es que nadie en el cuartel de la Spider-society lo había visto en un buen rato, pues tenía asuntos que solucionar en su universo y para ser honestos, el no tenía ganas ni interés de regresar ahí. Sentía que solo empeoraría la situación si hacía acto de presencia.

La única razón por la que aún tenía el reloj, era por si existía alguna emergencia de escalas mayores o para visitar a su buen amigo Miles, quien, después del incidente de la Mancha, se había negado a formar parte de aquella sociedad pero que de todos modos se le dio un reloj interdimencial. El castaño aún no sabía si volvería a aquel lugar o en cuanto tiempo lo haría.

Peter decidió que la mejor opción era poner distancia por un tiempo, alejarse del cuartel, aclarar su mente, solucionar sus asuntos y en última instancia, alejarse y olvidarse de Miguel, aunque le doliera con toda el alma.

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-Hoy se cumplen 3 meses ¿No es así?- preguntó Lyla bastante seria al hombre que tenía frente.

El moreno solo agachó la mirada, le dolía demasiado. Hacía ya 3 meses que Peter no se presentaba al cuartel, 3 meses en los que Miguel estuvo sin saber nada de aquel castaño que junto a su pequeña, por un tiempo, le habían traído un poco de calma a su vida.

Claro que el moreno trató de localizarlo a través del reloj, pero este siempre se encontraba desactivado y cuando no lo estaba, la ubicación de Peter era en la tierra 1610, pero claro que Miguel no pondría un pie en ese lugar.

-Deberias ir a buscarlo.- dijo Lyla con una voz que denotaba algo de tristeza por la situación del moreno pero también había un poco de decepción por la actitud de este mismo.

-Lyla, ahora no, vete.- dijo Miguel al tiempo que hacía un ademán con su mano haciendo que la mencionada desapareciera.

Miguel reprodujo una vez más ese vídeo, que tanto dolor y alegría le traían al mismo tiempo.

"Esta vez sí pudimos papi"

"Esa es mi hija, ahora lávate para cenar ¿Sí?"

La grabación se detuvo. Una tristeza aún mayor invadió a Miguel, una vez más la oportunidad de ser feliz se le escapaba de las manos. No, él la había desechado y todo por ese inmenso miedo que constantemente lo atormentaba.

Gabi, ¿qué debería hacer?

El moreno abrió el último cajón del estante que tenía a sus espaldas y de este saco una fotografía, una fotografía de él, Peter y la pequeña Mayday. Recordaba ese día.

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Peter estaba buscando helado de cereza para el y su pequeña, pero no encontró en ninguna tienda de su dimensión, por lo que busco a Miguel para que lo acompañará a buscar una heladería en la suya.

Después de tanto intentar, Peter logró que Miguel accediera a acompañarlos, esto puso muy orgulloso al castaño de su habilidad de sacar de quicio al moreno, que por esa ocasión le había jugado a favor.

Una vez encontraron el sabor de helado, se dispusieron a comerlo los tres juntos en un parque cerca del cuartel. Miguel y Peter estaban sentados en una banca, recargando sus manos sobre esta y muy cerca la una de la otra. Peter había notado eso y esperaba que pudiera acercarse más al moreno con claras intenciones. May por otro lado estaba centrada en el pasto jugando.

-Me gusta estar contigo... Eres muy agradable Miguel, deberías salir más, hacer más de estas cosas ya sabes.- soltó Peter con un tono que le transmitió calma al moreno y le provocó un fugaz sonrojo.

-Ven, acercate.- dijo el castaño mientras sacaba su celular.- Quiero recordar este día, el día que el Spider-Man sin sentido del humor vio el mundo exterior por primera vez.- dijo con tono burlón.

-Peter, por favor, no tienes 15 años.- dijo el moreno mientras cargaba a May en brazos, quien se le había acercado y ahora estaba escalando por todo el cuerpo del moreno, en eso, el sonido del teléfono tomando la foto se hizo presente.

-¡Nos vemos geniales! ¿No te encanta?- dijo Peter enseñándole la foto al moreno. - al verla, Miguel sintió un extraño calor recorrer su pecho. - La imprimiré y te daré una copia para que también recuerdes este día con nosotros.- dijo Peter guiñando un ojo para el castaño, provocando que este último tuviera que desviar la mirada por el sonrojo que tenía en el rostro.

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Miguel tomo la foto con fuerza y la pego a su pecho.

Peter, May. Lo siento, juro que arreglaré las cosas, no sé cómo, pero lo haré. Es una promesa.

Miguel abrió un portal, que lleno toda la habitación de luz y dudando un poco entró por este último dispuesto a buscar a su nueva fuente de felicidad. Arreglaría sus errores. No permitiría que Peter y May se alejaran de el.

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-¿Y... Qué opinas?- pregunto el castaño lleno de emoción.

-¿De verdad quieres saberlo?

-Pues por algo pregunté.- contestó el castaño con tono sarcástico.

-Es algo pequeño en comparación a tu antigua casa y lo más importante... Eres pésimo decorando.

Peter se llevó una mano al pecho y fingió cara de molestia. Estaba indignado ante tal acusación.

-Pues yo creo que se ve bastante bien.-dijo el castaño orgulloso de su nuevo departamento.

-Bueno, no está tan mal para tratarse del Spider-Man pirata.- dijo Miles entre risas mientras daba un pequeño codazo a su mentor.

Miles estaba de visita, se quedaron un rato en aquel lugar hablando y bromeando de varias cosas, no fue hasta que una luz se hizo presente a través de la ventana del departamento de Peter que salieron de su pequeña burbuja. En el callejón de al lado se estaba abriendo un portal.