Más de ti {Edgar y tú} (Jaidefinichon - Goth)

[Capitulo siete]

Bueno ha pasado tiempo ya desde ese día tan dramático,  mi mamá se entero de que el Edgar había mentido, y entonces tuve que contarle toda la historia, inmediatamente me dijo que tuviese cuidado porque podía tratarse de un violador o psicópata, ya saben, weás que dicen las madres.

Después nuestra relación con el Edgar se fue acercando mas al ámbito "romántico", pues aún no somos nada, pero estamos como "andando", existen besos, palabras románticas y toqueteos. Mi mamá aún cree que somos amigos, aunque al parecer le agrada mas la idea de que este con Marcos, pero a mi no me gusta obviamente él. En fin, ahora me encuentro esperando al Edgar al lado de la boleteria de la estación Santa Ana, porque me invitó al cine. Llevo esperándolo al rededor de media hora, y aún no llega, quizás se atrasó, ya que últimamente ha tenido problemas con medir sus tiempos conmigo y su "trabajo". Cuando empezamos a hablar también me molestaba eso, ya que habían veces que hasta se le olvidaba responderme o cosas así, cuando empezamos a vernos y comernos, se volvió molestoso, porque yo obviamente quería estar con él, entonces siempre existían "peros".

Miré la hora en mi celular, y suspiré, ha pasado una hora ya. Lo llamé al rededor de 30 veces y aún así no me contesta; Nada me enoja mas que tener que esperar a las personas, tomé mi mochila y me paré del piso, sacudí mis pantalones para sacar los rastros de pelusas o cosas así. El Edgar me había dejado plantada.

Llegué a mi casa, saludé a mi mamá e inmediatamente me preguntó si algo me pasaba, le respondí que no, y subí a mi pieza, me encerré, me saqué los zapatos, me acosté y me puse a escuchar música. Estaba muy enojada con el Edgar, está es la segunda vez que pasa, la anterior se la perdone porque soy weona, esta no sé si deba perdonársela.

Al rato sonó mi celular, contesté:

— Hola bonita— Su voz sonaba como si nada, y me saludó de la misma forma que lo hace siempre.

— ¿Qué quieres?— Respondí enojada, y cortante.

— ¿Estás enojada?—Preguntó extrañado.

— Pues claro que no—dije de manera irónica.

— No seas así ¿Que pasa?— Él se había olvidado de nuestra salida, ósea que ni se dio cuenta que yo lo estaba esperando.

— ¿Es enserio?—Le pregunté y me reí de manera amarga— Me dejaste planta, ya que el otro día me invitaste a salir ¿Lo recuerdas?—Lo escuche murmurar algo que no entendí, quizás un garabato.

— Mierda—suspiró— Perdóname, se me había olvidado eso, perdón. Soy un idiota lo sé, pero el Nico tuvo problemas con el pc y estábamos viendo como solucionarlo, de verdad que lo siento— Su voz sonaba sincera, y como si se estuviese lamentando— ¿Me esperaste mucho rato?

—No importa eso, es solo que me molesta, me molesta tu especie de trabajo, me molesta que no hagas nada por ti, deberías considerar estudiar o algo así, y tener tu futuro asegurado— dije molesta—Me molesta que de alguna manera no te importe.

—______...—dijo mi nombre a través de un suspiro—Sé que no te gusta esto, pero por ahora es lo que soy, y si no te gusta está bien, lo entiendo, pero respeta eso, además no digas weás, sabes que eres importante para mi de una u otra manera, perdón si no estoy ahí siempre, solo sé que te quiero mucho y eres demasiado importante para mi—Sentí como mi corazón se apretujó y luego latió fuerte. Jamás me había dicho "te quiero".

Sonreí.

— Edgar, yo también te...— Dejé de hablar cuando al fondo de la habitación sonó una voz de una mina (maraca). ¿Esa no era la mina de la otra vez? ¿Es la pelirroja? ¿Qué hace ahí con el Edgar? ¿Quizás me mintió con lo del pc del Nico, y era solo para estar con ella?