Día duro ( +18 )

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El superintendente de la ciudad; Jack Conway, se encontraba en su despacho corrigiendo algunas cosas que sus agentes no hacían bien; Faltas ortográficas, tildes, puntos y comas.

El super estaba un poco cansado y estresado, lo único que quería era llegar a su casa y pasar tiempo con su esposo.

Pero pensó.

¿Por qué no podría pasar tiempo con su esposo en comisaría?

Decidió levantarse e ir a recepción.

Vio que había un individuo mirando a SU querido esposo con otras intenciones se lo comía con la mirada y cada vez que se daba vuelta le miraba el culo.

El rubio, al ver a su pareja desde lejos se le iluminaron los ojos.

Al de ojos azules se le iluminó la mente y pensó: ¿Por qué no poner celoso a su esposo?

Vamos, ya lo estaba haciendo.

El moreno se acercó a su querido esposo y comenzó a escuchar la conversación de aquellos dos.

-Y...¿tiene número de teléfono, caballero?- Dijo guiñando el ojo al señor.

-Sí, rubito.-

El super gruñó y se acercó por atrás del rubio y lo cogió de la cintura para atraerlo hacia el.

Dejaba besos en el cuello del rubio y le acariciaba su cintura.

-H-hola, Jack.-

-Hola, gustabín.-

El que estaba poniendo la denuncia, al darse cuenta de lo que había hecho el superintendente con ese subinspector se quedó helado, cogió su móvil e hizo como que le hubieran escrito.

-Hotia' me tengo que ir, me han escrito' del trabajo, adiós.- El señor se había ido corriendo de la comisaría.

El super soltó una leve risa.

-¿Ese era tu plan? ¿Espantarlo?-

-Sí.-

-Venga, eres un celoso de mierda.-

-Venga ya, no te enojes, gustabín.-

Pasaron unos minutos y el super le hacía caricias al rubio mientras esté atendía las denuncias de la gente.

-¿Estás siendo muy meloso, no?- Dijo Gustabo "Enfadado".

-Ya amor, no te enojes.- Decía el moreno dando vuelta al rubio y besándolo.

Comenzaron a besarse, sin darse cuenta de que estaba todo siendo visto por el comisario Greco.

-¡Cudiao', que os coméis el uno al otro!-

El de piel pálida río bajito y le dio por última vez un beso a su esposo.

-Te espero en mi despacho.- Dijo con voz ronca el azabache.

Conway se fue a su despacho, esperando que el rubio dejara de atender denuncias para poder verlo en su despacho y "hablar" con el.

***

Habían pasado minimo dos horas, y el super había terminado todo el papeleo que tenía por hacer, prendió su radio y llamo a Gustabo a través de esta.

En menos de un minuto el rubio ya se encontraba en el despacho del superintendente cerrando la puerta con llave y bajando las cortinas de la ventana.

-¿Qué pasó, superintendente?- Dijo coquetamente el rubio mientras se acercaba cada vez más a su superior.

-Quítate la camisa, gustabín.- Comentó el moreno mientras miraba de pies a cabeza a su marido.

-Uy va...- García hizo caso y se la quitó, acercándose a su esposo y a sentarse en sus piernas y poniendo sus manos en el pecho del otro.

Comenzaron un beso lento mientras el rubio quitaba la corbata y la camisa del azabache.

De un momento al otro el beso se había convertido solo en pasión y lujuria.

Sus prendas cada vez eran menos y sus cuerpos rozaba.

El moreno, con su grande mano recorrió cada parte y rincón del cuerpo del ojiazul.

Jack, empotró al rubio contra la mesa, bajó su bóxer haciendo que su miembro erecto sea visto por el rubio.

-Joder, Gustabo, extrañaba tanto verte..- Dijo suspirando diciendo suave en la oreja de Gustabo.

El rubio se excitó al escuchar a su esposo con la voz tan ronca, sintiendo como le acariciaba la espalda.

-Pídemelo, pídeme que te folle hasta dejarte sin aliento.-

-J-jack, fóllame ya...-

El azabache puso su pene erecto en la entrada del rubio y comenzó a adentrarse en el, haciendo que el contrario suspirara y echara su cabeza hacia atrás.

Al entrar completamente en el comenzó a embestirlo rápidamente haciendo que el otro gimiera del placer.

-J-jack...-

Cada vez las embestidas eran más rápidas y fuertes, haciendo que el rubio gimiera cada vez más alto.

El moreno llevó su mano al miembro erecto del rubio y comenzó a masturbarlo.

-C-creo que voy a--

Los dos terminaron, el rubio manchando la mesa y el azabache acabando dentro del rubio.

-Joder...-

-Venga, a limpiar todo esto.-

Limpiaron todo, se arreglaron la ropa y se sentaron en el sofá y estuvieron un rato escuchando música, casi todas eran en inglés, y Jack las cantaba todas.

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