Gustabo García, subinspector de los santos, también esposo de Jack Conway, superintendente de los santos.
Un día como cualquier otro, la pareja se encontraba en su casa, disfrutando de una rica cena mientras veían una peli en la TV, pero una personi...
Después de la llegada de ese bebé, la vida de Jack y Gustabo había cambiado por completo.
El pequeño bebé ya tenía nombre, y este había sido elegido por los dos adultos.
"Matías"
Ese era el nombre que habían decidido ponerle al pequeño bebé.
Ya tenía sus 11 meses cumplidos.
Jack se encontraba bajando las escaleras y vió que la comisaría estaba lleno de gilipollas.
- ¡¿Qué coño es esto, un puto gallinero, o qué?!- Gritó sacando la porra.- ¡A tomar por culo!-
La gente salió corriendo de la comisaría.
Estaba Leónidas y Greco bailando en entrada de comisaría.
- ¡¿Qué coño hacen, capullos?! ¡Que sois un puto par de capullos!- Gritaba el superintendente pegándole porrazos a los dos agentes.
Gustabo iba caminando con Matías intentando no pillar un porrazo.
Cuando todo estaba más calmado, el rubio se acercó al azabache y comenzó a regañarlo.
- Jack, te he dicho mil veces que tienes que mantener la calma, no puedes ser tan agresivo.-
- No puedo, en serio no puedo con estos capullos en la puta comisaría.-
Leónidas estaba detrás del super aguantando la risa mientras estaba muy rojo.
- ¿Quien e' ese supeeeh, que me mira y me degradaaa?-
Pegó un fuerte suspiro y se dio la vuelta.
- Acércate, Justin.-
- N-no, yo tengo que entrar a atender denun...-
- ¡Acércate!-
- Voy- El rubio se acercó y el super sacó nuevamente la porra y comenzó a repartir porrazos al agente.
- ¡Capullo! ¡Anormal, eres un puto anormal de Taca-Taca!-
El super dejo al rubio tirado en el piso, que después fue ayudado por otro agente.
- Ca...- Empezó a formular una palabra el bebé de cabellos negros.
- ¿Va a hablar? ¡Va a hablar! ¡Horacio, rápido ven!- Le gritó a Horacio que se encontraba en recepción atendiendo una denuncia de una señora que le habían robado el móvil.
Horacio fue corriendo hacia al lado del rubio y el azabache.
El super solo miraba un poco sorprendido.
- ¡Capullo!- Dijo el bebé para después soltar una pequeña risa.
Un silencio incómodo se formó entre los cuatro.
- No, Matías, eso no.- Dijo el azabache moviendo su dedo índice.- Papá, eso tienes que decir, paaaaaapá.-
- ¿Papa?- Habló el bebé.
- No, paaaaapá.- Ahora el rubio habló ganándose la mirada de su hijo.
- Pa-pá.-
- Papá...- El bebé quedó unos segundos pensando y mirando a Jack.
- Papá capu...-
- ¡No!- Gritaron al unísono los tres adultos presentes.
El bebé rió.
- Joder, mejor me lo llevo al despacho, para no seguir insultando a estos gilipollas.-
El rubio y el super se dirigieron hacia el despacho de este. Cuando llegaron Gustabo se quedó con Matía recostados en el sofá mientras esté le sacaba fotos. El super se encontraba revisando papeleo y mierdas de esas.
- Pronto Matías va a cumplir un año...- Habló el super un tanto sorprendido.
- Joder...- Suspiró el rubio y dejó de tomarle fotos al bebé para dejarlo un momento en el sofá e ir hacia donde se encontraba el super.
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