Matías ya había cumplido un año, ¿Y cómo no? El super había hecho la mejor fiesta junto a la ayuda de su esposo y Horacio.
Algunos compis del CNP estaban invitados, y también parte de los EMS
Horacio conocía muy bien a uno de ellos, su nombre era Claudio, aunque era más conocido como el Doctor muerte.- ¡Hombree, pero si es el mismo Super-papá!- Soltó una sonora carcajada Horacio después de decirle aquello al superintendente.
- Calla put...- Fue cortado por un carraspeo por parte de su esposo que estaba detrás del super con Matías en los brazos.- Calla.- Le dijo a Horacio respetuosamente.
- ¡Papá!- Habló Mati para abrazar a su papá del cuello.
- ¿Cómo estás, campeón?- Le dijo a su hijo mientras lo cargaba.
Gustabo miraba esto con una sonrisa, ver a su esposo así de feliz con su...hijo, joder, nunca pensó en formar una familia tan linda con su querido esposo, después de haber sido un hombre solitario, sin ningún tipo de escapatoria de la soledad, que no encontraba el sentido de la vida, había llegado ese hombre tan apuesto, el mismísimo Superintendente de los santos.
Por su mejilla cayó una lágrima traicionera, pero la sonrisa en su rostro no cambiaba.
- ¿Gustabo?- Preguntó el super para bajar a Matías de sus brazos y que caminara por la casa.- ¿Estás bien?- Habló poniendo su gran mano en el rostro de su pareja para quitar con el pulgar la lágrima que estaba cayendo.
- Sí Jack, estoy bien.-
Abrazó al chiquillo por los hombros, haciendo que el rubio enterrara su rostro en el pecho de su esposo. Al ser tan alto la diferencia de altura era muy notoria.
El rubio solo sonreía, se separó de su pareja y fueron adentro, donde se encontraba Horacio con Matías en brazos mientras lo elevaba como si fuera un avión.
- ¡Epaa!- Decía Horacio cada vez que lo elevaba.
El niño de cabellos negros y ojos marrones reía, era muy feliz con su familia.
Ya estaba todo listo, los invitados habían comenzado a llegar, Los primeros en llegar fueron: Greco, Ivanov y Leónidas.
Después de eso comenzaron a llegar algunos EMS.
También llegó Paola.
El último en llegar fue el ruso, ya que supuestamente se había quedado dormido.
Cantaron el cumpleaños feliz, y después de eso, había llegado el momento de abrir los regalos.
- ¿Cuál quieres abrir primero, cariño?- Dijo Gustabo a su niño.
- ¡Volkóf!- Gritó el niño, refiriéndose a su tío ruso. Este se puso rojo como un puto tomate. Horacio solo rió y le dio un beso en la mejilla a su pareja.
Cogieron el regalo del ruso, el cual venía en una cajita.
Era un peluche de osito.
- Graciaaas- El niño se acercó al ruso de dos metros y abrazo su pierna.
Volkov solo acarició la cabeza del niño mientras sonreía.
- ¿Venga, abrimos el de Leónidas?- Dijo jack.- A ver qué nos trajo el imbecil de Justin.-
- ¡Sí!- Dijo el niño, Leónidas se acercó a Matías y le entrego un regalo el cual era rectangular y muy grande.
Lo dejaron en el piso y el niño lo comenzó a abrir, vieron en la imagen de afuera de la caja una moto para niños, el cual su diseño era una moto de policía.
- A vé' si no se cae como yo.- Rió Leónidas.
- Eres un gilipollas.- Dijo el super esbozando una pequeña sonrisa.
Estuvieron abriendo los regalos hasta que ya habían acabado.
Todos los EMS se habían ido, todos excepto Claudio.
Del cuerpo quedaban: Ivanov, Greco, Volkov y Horacio.
...
La noche ya había caído, y Gustabo decidió que era buena idea que Matías se fuera a dormir, ya que era demasiado tarde y el pequeño ya estaba con ojos somnolientos.
Una vez lo hicieron dormir, los adultos se quedaron en la sala.- Joderrr...- Conway se quedó con sus codos encima de sus muslos y las manos en su rostro, estaba realmente cansado.
¿Y cómo no? Era el superintendente de Los Santos, tenía que trabajar duramente todos los días.
Gustabo vio a su hombre en esa posición y decidió ponerse detrás de él para comenzar a hacerle un masaje, de los que le gustaban al azabache.- Mhh...- Tiró su cabeza hacia atrás, haciendo que el rubio se acercara lentamente a sus labios para besarlos.
¿Era una posición un poco incomoda? Sí, pero era como cuando Spiderman besaba a Mary Jane.
Gustabo se sentó a un lado de Conway.
- Jack...-
- Gustabo.-
- Te amo.- Dijeron al unísono los dos.
Solo se dedicaron a sonreír y a besarse.
Estuvieron un rato besándose hasta que la cosa se había puesto más cachonda y comenzaron a tocar sus cuerpos.- Ehh, Ehh, que hay niños en casa.- Dijo Greco entrando con una botella de whisky en la mano.
- ¿Y tú de dónde coño has sacado eso, puto subnormal?-
- Hotia'- Hablo Greco y luego soltó un hipido.
Jack intento quitarle la botella de whisky, pero al escuchar un grito de Horacio en el patio trasero fueron corriendo.
- ¿¡Qué coño pasa aquí!?- Exclamó el superintendente.
Al mirar al suelo vieron como se encontraba Claudio, con Volkov encima golpeándole el rostro.
Claudio intentaba defenderse, más no podía.- ¡Volkov, por Dios, ya sueltalo!- Gritó Horacio intentado separar al peliplata.
Conway se acercó rápidamente y empujó a Viktor hacia un costado, este se enfureció aún más, hasta que intento golpear al superintendente y cayó en cuenta lo que estaba haciendo.
El rostro de Claudio estaba hecho un desastre, estaba ensangrentado y con heridas leves.
- ¿¡Qué crees que haces, gilipollas!?- Gritó Claudio mientras intentó acercarse al más alto, pero Greco lo detuvo.
Volkov se encontraba intacto, solo que tenía un moratón en el ojo y los nudillos hechos mierda.
Cuando la cosa se calmó y Volkov pudo explicarle a detalle todo lo que había pasado con Claudio, el super tomo la decisión de echar a la puta calle al doctor, sin ningún remordimiento.
- Es que coño, intentó besar a Horacio, se sobrepasó con él y me enojé muchísimo y ahí fue cuando nos comenzamos a pelear.
...
Pasaron las horas y ya todos se habían ido a sus casas.
Volkov con Horacio se habían quedado a dormir en la habitación de invitados de la casa de Gustabo y Conway.- Buenas noches, cariño mío.- Habló Conway a Gustabo.
- Buenas noches, gruñón.-
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☆ "𝙈𝙮 𝙙𝙖𝙙𝙙𝙞𝙚𝙨" ☆
FanfictionGustabo García, subinspector de los santos, también esposo de Jack Conway, superintendente de los santos. Un día como cualquier otro, la pareja se encontraba en su casa, disfrutando de una rica cena mientras veían una peli en la TV, pero una personi...