Cap 35

2.9K 307 9
                                    

Seis días después...

—Noté que no hay anillo en tu dedo—Anderson empieza a hacer pesas a mi lado y bufo mientras sigo golpeando el saco—. ¿Te sientes bien?

—Si, solo una pequeña discusión, es normal en las parejas—contesto

—Seguro, ¿por eso te escuché llorando anoche?

Dejo de golpear el saco antes de darme la vuelta para mirarlo.

—Si, es por eso y no es tu problema.

—Lo es si no me dejas dormir.

—Entonces paga un hotel—me encojo de hombros y deja las pesas a un lado antes de pararse frente a mi—. Limítate a hacer tu trabajo, mi vida amorosa no es de tu incumben...

Me interrumpe cuando me toma del rostro y une nuestros labios en un beso que me toma por sorpresa.

Me aparto de él justo antes de que Christopher lo derribe de un puñetazo haciéndome jadear sorprendida

—¡¿Qué diablos es esto?!—se voltea a encararme y respiro profundo

—Un malentendido—contesto—. ¿Qué haces tú aquí?

—No. La verdadera pregunta es ¿qué hacia ese imbécil besándote?—cuestiona—. Se supone que viniste aquí por un tiempo y parece que ya tienes nuevo novio.

—Coronel—Anderson se levanta y Christopher intenta írsele encima pero me pongo en medio de ellos

—Haz silencio, por tu bien—le advierto a mi escolta antes de mirar a Christopher—. Fue una confusión, y yo no tengo nuevo novio...

—No, está bien, pero no llores cuando yo haga lo mismo—amenaza y la furia se desata en mi cuerpo como un volcán a punto de hacer erupción

Sigo a Christopher fuera del gimnasio mientras intento disipar mi enojo, pero solo crece más mientras sus palabras se repiten en mi cabeza una y otra vez.

—Joder, escúchame un segundo—tomo su brazo y él se zafa de mi agarre haciéndome suspirar—. Estábamos entrenando, él me besó y yo lo aparté, es todo.

—No, yo haré lo mismo y también diré que fue eso, es fácil—se aleja en dirección a la puerta principal—. Ya veo que eso es lo que hacemos.

—¡Que no hice eso!—grito—. Christopher, puedes no creer mi verdad—siseo—, pero te juro por la memoria de nuestro hijo que si sales por esa puerta y cumples con lo que acabas de decir no vuelves a verme o tocarme nunca más en tu vida.

Su paso se detiene antes de voltearse a verme y yo extiendo mis brazos a los lados

—Nunca te he mentido, y lo sabes—mis ojos se llenan de lágrimas y maldigo—. No tienes razones para desconfiar de mi fidelidad, ¿o es que a caso no he demostrado durante estos años que eres el único hombre que quiero a mi lado? ¿No ha sido suficiente? ¿No he sido suficiente?

»Si no confías en mi, puedes irte con una de tus tantas amantes, con esas que intentas llenar mi vacío y nunca lo logras—trago grueso sintiendo un nudo en mi garganta—. Pero si cruzas esa puerta, me perderás para siempre.

—¿Me amenazas?—cuestiona y niego

—Te advierto. Y sabes que siempre cumplo con mis advertencias. Con permiso—paso por su lado y subo las escaleras a mi habitación sintiendo que me arrancan el corazón con cada paso que doy

Cierro la puerta de mi habitación antes de dirigirme a la cama y sentarme respirando profundo para intentar calmarme un poco.

Las lágrimas empiezan a bajar por mis mejillas sin que pueda evitarlo, así que me quito las zapatillas y me recuesto en la cama cerrando los ojos mientras siento mi pecho doler.

Destined [Christopher Morgan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora