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Capitulo 2

--Buenos días--Dijo Carlos cuando aparecí en la cocina, buscando algo para comer. Y, aunque me hubiera gustado dormir mas, el hambre me había ganado. Note que el tenía ojeras y, cuando le iba a preguntar al respecto, volvió a hablar:--. ¿Quieres un té?--Murmure un "Bueno, si no te importa" mientras me sentaba. Mientras Carlos iba a prepararlo, mi vista se clavo en algo en particular: la silla de ruedas, ahora vacía.

Sentía dolor y vació dentro de mi. La extrañaba. Sabía que extrañarla no me ayudaría, pero era algo que no podía evitar. En especial teniendo en cuenta que apenas el día anterior paso... lo que paso. Me distraje de esos pensamientos cuando, unos minutos después, apareció Carlos con el té. Le agradecí y, sin pensarlo, tome un poco. Después de ese primer sorbo, que me quemo, decidí tomar con mas paciencia.

Mientras Carlos y yo desayunábamos, en la tele dejaron de pasar música para pasar una noticia. Era extraño, ya que en ese canal nunca pasaban noticieros.

--Interrumpimos todos los programas para anunciar la siguiente noticia: hubo un incidente en una parte del muro, y algunos NH:001 entraron...Los Anti NH:001 intentaran atraparlos y matarlos mientras que otras personas arreglaran el muro. Tengan cuidado con ellos, tomen precauciones. Ahora si, puede continuar viendo el programa--Cuando la mujer termino de decir eso volvieron a dejar la música como si nada hubiera pasado.

Carlos y yo nos miramos un minuto, sin decir nada, para luego continuar desayunando. El silencio era, quizá, un poco incomodo, al menos para mi. Si estuviera mi abuela, ella hablaría a cada momento...Pero no era momento de pensar en ella.

Un buen rato después, Carlos había ido a trabajar. Eran las 10 de la mañana (Nos habíamos levantado a las 9, o al menos yo) y, a decir verdad, me aburría. Ni siquiera quería leer las páginas del libro de medicina, ya que me las sabía de memoria. Aburrida, decidí asomarme a la vereda, pero no sabía si debía ir a pasear. Mire a algunas personas que iban pasando pero, sinceramente, nada que me quitara el aburrimiento.

No tan lejos de mi casa había una casa abandonada que no estaba en tan mal estado y que varias personas o niños visitaban. Carlos y yo habíamos ido muchas veces. Además, en el patio, había una laguna, o algo así. Algunas veces iba allí para tranquilizarme y relajarme, además de distraerme. Solo quedaba a tres cuadras y media, así que decidí ir por un rato. No sabía si podía quitarme el aburrimiento de esa manera, pero al menos podría intentar distraerme un rato. Sentía que debía acordarme de una noticia de la tele, pero no me acordaba en absoluto de nada, así que ignore ese pensamiento y fui.

Sin embargo, en el camino, algo me detuvo. Algo me agarro de la muñeca fuertemente y me impidió seguir moviéndome. Cuando iba a mirar hacia atrás, alguien me giro violentamente hacia el. Unos ojos color miel se clavaron en los míos. Un hombre mas alto que yo, de pelo rubio y despeinado, bastante delgado y, por su agarre, fuerte, me miraba fijamente. Era bastante bonito, a decir verdad. Sonrió levemente.

--Pero, ¿Por que una humana tan indefensa y hermosa anda sola?--Pregunto, sin dejar de mirarme fijamente. ¿Acaso era...un NH:001?--. ¿No tienes miedo de lo que te pueda pasar?--Paso su mano izquierda, aun sin soltarme con la derecha, por mi mejilla y su sonrisa se hizo mas amplía.

--Vete a la mierda--Dije, aunque sabía que no era conveniente hacerlo enojar, e intente soltarme, pero no pude.

--Mmm, ¿Eres valiente? Ya veremos...

--¡Suéltala!--Un chico de ojos verdes, de pelo marrón oscuro, de la misma altura o mas que la de el tipo delante de mi, también delgado, se acerco.

--No me dejas divertirme, idiota. Y eso que solo eres mi primo.

--Por desgracia--Se acerco al rubio y lo aparto bruscamente de mi--. Violar y golpear a las mujeres no es divertido, ellas también merecen respeto. Mierda, vete de aquí, ¿Por que me seguiste?--El rubio no contesto, solo se acero de vuelta a mi. Ojos verdes lo aparto de vuelta--. ¡Que te vayas! ¿Quieres ganarte una golpiza?