진태- ᴍʏ ʟᴏᴠᴇʟʏ ᴘʀɪɴᴄᴇ ♔︎

♔︎ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 1 ♔︎

Jin
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¿Nuestro primer encuentro?

Bueno, fue como recibir un golpe en mi estómago. Verás, primero me quedé aturdido, y luego el dolor se extendió por todo mi cuerpo. Dolía mucho en realidad.

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... ~Ese día fue justo igual a este~ ...

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Cuando ese par de ojos se encontró con los míos, y luego la comisura de sus labios se levantó en una pequeña sonrisa, y al final me ofreció la mano. Fue un maldito y embarazoso momento de vacilación que tuve, pero al despertar de mi estupor, la tomé. El dolor que sentí en mi estómago como aquella vez se triplicó cuando lo toqué. Pero en ese momento me obligué a hablar, prácticamente sonando como si trajera algo atorado en la garganta.

—Excelencia, es un gran honor conocerle. Soy Kim SeokJin. —Y sí, mi voz tembló.

Técnicamente acababa de hablarle como un fanático cuando ve por primera vez a su artista favorito. Su asistente me había instruido sobre cómo saludar al noble Song TaeHyung. Y me consideré muy afortunado de haber conseguido sacarlo del embrollo de mi cerebro porque su guardaespaldas estaba mirándome inquisitivamente. Podría haberme acribillado con su mirada ahí mismo.

—Siempre empiezo a buscar a mi padre cuando oigo el honorífico. Llámame TaeHyung, por favor. —Sonrió, pero dejó caer su mirada rápidamente, sus largas pestañas parecían rozar sus mejillas como alas de mariposa.

Le solté la mano y me aclaré la garganta. Me hormigueaba la palma de la mano.

Su guardaespaldas se quedó junto a la puerta mientras TaeHyung se paseaba por mi estudio, mirando las huellas de las paredes. Yo sólo lo miraba a él. Parecía brillar mientras examinaba las fotos, con el rostro iluminado por el entusiasmo.

Quizás Song TaeHyung no era el hombre más atractivo que había visto nunca. Había hecho retratos de muchas personas impresionantes. Incluso nobles de otras ciudades y países. Sin embargo, por alguna razón, este hombre borró esos otros rostros de mi memoria. Era delgado, pequeño y ágil, y se movía con gracia, como un bailarín profesional después de unas copas, con cada uno de sus gestos expresivos a la perfección. El traje a medida seguía las líneas de su cuerpo, acentuando su cintura y la impecable forma de V de su espalda y sus hombros. Me las arreglé para no mirarle el culo, dolorosamente consciente del guardaespaldas que tenía detrás de mi hombro. El cabello marrón de TaeHyung estaba cortado en un estilo sin esfuerzo, barrido por el viento que hacía que mis dedos tuvieran ganas de peinarlo y sentir su textura. Según las anticuadas tradiciones a las que se adhería la familia de TaeHyung, un joven omega soltero debía ir bien presentable. Sin embargo, él parecía mostrar algo distinto con el cabello desordenado, aunque de igual forma se veía increíble.

Quizás lo más escandaloso de él era su boca atractivamente erótica. Sus labios rojos parecían dar la impresión de estar en constante excitación porque los mojaba distraídamente. ¡A nadie se le debería permitir andar por ahí con unos labios así!

El doloroso palpitar de mi pecho se mezcló con el placer hasta que no pude distinguir esas dos sensaciones entre sí. Cada detalle de él me fascinaba: la delicada forma del contorno de su boca indecentemente hermosa, la forma en que sus cejas se arqueaban con curiosidad, el sutil ceño de su frente, las marcas de nacimiento junto a su ojo izquierdo y nariz e incluso el que estaba bajo su oreja. Inmediatamente me imaginé poniéndome detrás de él y presionando mis labios en ese lugar. Sentir su pulso, aspirar su aroma y...