Capitulo 08 [1/2]

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"Dulce"

Su nariz se frotó contra la suave piel del cuello del omega, aspiró su aroma, llenándose el pecho de su olor, miel, fresas y suaves flores...

"Cómo antes... Igual que antes..."

Su lobo estaba dando vueltas de felicidad en su interior, Charles curvó sus labios hacia arriba entre sueños, abrazó al rubio con calidez.

"Eres mío de nuevo"

-¿Charles? -George abrió sus ojos un poco, sintiendo su pecho adolorido al respirar-. M-Me está asfixiando...

Llevó sus manos a los brazos del beta, que lo sostenían con firmeza en un envolvente abrazo, no le dolía, no era bruto, pero no la dejaba aspirar profundamente y eso lo desesperaba.

Él enfermero soltó un quejido y se separó rápidamente al despertarse, George sintió una oleada de frío y el aire escapó de sus pulmones en un suspiro que lo hizo sentir un poco vacío.

-¿George? L-Lo siento, a veces yo... Abrazo las cosas muy fuerte cuando duermo.... ¿Te lastimé?

Él omega negó, se giró sobre las sábanas y miró al beta, él frotaba uno de sus ojos, su cabello estaba despeinado y le quedaba muy bien.

-No importa -murmuró, mirándolo algo embobado sin poder evitarlo.

Sus ojos se encuentran por un segundo, y esa sensación extraña los invade a ambos de nuevo, aunque no saben que sea, y ambos lo ignoran.

-Dime, George, ¿qué desayunarás?

Él mencionado negó.

-No tengo hambre.

-Lo diré de nuevo-se sentó un poco más cómodo en la cama, inclinándose hacia él-. ¿Qué vas a desayunar?

George se contuvo un segundo para mandarlo a la mierda en su interior.

-Veré qué hay -murmuró algo molesto, antes de levantarse de la cama de golpe, su cabeza pareció dar una sacudida y sus piernas se debilitaron, cerró sus ojos con fuerza y se sintió caer.

-Omega.

Charles había ido hacia él incluso antes de que el vértigo lo atacara, porque sabía que ocurriría, así que había llegado a tiempo a abrazarlo de la cintura, tomó su nuca con una mano y acomodó su cabeza sobre su hombro, recostándolo sobre su cuerpo, sosteniéndolo antes de siquiera comenzar a caer.

-Despacio, George -murmuró.

George se sentía a gusto entre los brazos del enfermero, así que se tomó segundos de más, después de que el mundo dejó de girar se quedó aún en aquel cómodo lugar, antes de alzar su rostro del hombro del beta, mirándolo como si pidiera disculpas.

Charles notó su expresión, acarició su cabello y mejilla con una sonrisa, separándose unos centímetros.

-¿Todo está bien? -preguntó, y él menor asintió.

Fueron hacia la cocina en silencio, despacio, pasando con cuidado por la sala para no despertar a Mick, quien seguía dormido, abrazando la frazada que Charles le había dado en la noche.

Dejó a George sentado en la mesa, mientras él iba a preparar el desayuno, calentó agua primero, ya que de todas formas la usaría para su café, y preparó con gusto el té con leche que le pidió él otro al rato.

Se sentó a su lado, ambos calentaron sus manos con las tazas.

-Charles... -él castaño hizo un murmullo afirmativo para que continuara-. ¿Podría conocerlo un poco?

-¿Qué quieres conocer?

Él se encogió de hombros.

-No sé... ¿Por qué decidió ser enfermero? ¿Por qué esto?

-Pues, siempre me parecieron admirables, los enfermeros, y a la vez muy poco valorados. Digo, somos los que estamos doce horas, o más, cuidando pacientes de cerca, haciéndonos cargo de ellos muchísimo más tiempo que los doctores o que los mismos familiares... Ponemos el cuerpo y el alma en el trabajo, y tenemos mucha más actitud y humildad que los médicos... Y supongo que lo hice por eso, porque los admiro -se encogió de hombros. -Y con lo de ser acompañante de omegas en tu situación, fue porque necesitaba dinero, no hubo una razón personal. El primer año, haces tres materias de más y ya te dan un título para esto, y bueno -se volvió a encoger de hombros. Además ganas experiencia, y un poco más de reconocimiento. Por eso estoy contigo ahora, aunque todavía no terminé la carrera, me queda un último examen.

George sonrió mínimamente, unos pequeños dobleces surguieron debajo de sus amables ojos azules.

-Se escucha genial.

-La verdad es una puta mierda.

George no resistió la carcajada, y cubrió su boca para ahogar su risa mientras Charles le hacia señas para que se callara mientras miraba al alfa removerse en la sala.

-¡Shhh! -Charles alzaba un dedo sobre sus labios para que parara, aunque él también quería reír.

-¡Haces más ruido con eso que yo! -se quejó George en un grito-susurro.

-¡Shht!

Russell tapó la boca de Charles con ambas manos, y tardó unos segundos en sentir los labios del beta en su palma, apartadose lentamente y con las mejillas encendidas.

Suspiró para intentar calmarse, pasó varios minutos en silencio, tomando pequeños sorbos de su té.

-¿Y tú,George? - preguntó él mayor, quien no parecia afectado en lo más mínimo, no como él omega-. ¿Estudiaste algo? ¿O te hubiera gustado?

Él Chico negó, apretando un poco los labios.

-Quería ser profesor de Historia, pero nunca estudié, ni siquiera empecé.

-¿Alguna razón en especial?

-Toto me dijo que no me iban a tratar bien, porque soy un omega, y estaría solo porque él estaba en las Carreras y eso... Él prefería que me quedara en casa, y me encargara de limpieza y mantener el orden, y cocinar y esas cosas -se encogió de hombros, se sentía dolido por mencionar a su alfa, pero intentó no enfocarse en el dolor para que no creciera-. Y él llegaba tarde a casa y cansado porque también trabajaba de entrenador de pilotos, a demás de tener sus clases, y así estaba casi todo el día. Yo estaba haciendo mi parte aquí mientras él nos mantenía, era mi aporte, no hubiera sido lo mismo si yo estudiaba

Charles se tragó las palabras, no quería que George se ofendiera con su opinión, pero internamente sabía que todo eso estaba mal, que era todo una romantizacion de la antigua visión de los papeles del alfa y él omega en la casa.

Él lo hubiera "dejado" estudiar lo que quería. Él hubiera cocinado o limpiado sin problemas. Él lo hubiera ayudado y alentado a seguir sus sueños.

Apretó sus labios y asintió.

-¿Te gusta cocinar? -preguntó de forma sutil.

George asintió con una sonrisa.

-Lo disfruto muchísimo, bueno, ahora. Hace unos años era un desastre -río un poco-. Pero lo disfruto en verdad, yo estaba todo el día solo aquí en casa así que cocinaba cosas muy elaboradas, podía estar toda la mañana marinando las carnes o preparando los ingredientes, así me entretenía.

-Entonces creo que mis habilidades culinarias van a quedar en vergüenza - Charles rió con pena.

-¿Planeas cocinar?

George asintió sin dudarlo.

-Puedo cocinar aún, Charles -dijo George, con una sonrisa.

-Ahora yo estoy a cargo, George respondió-. Pero seguro vas a querer participar.

Él rubio asintió, y Charles se distrajo con el movimiento de su largo cabello, y le pareció bonito.

"Él es bonito"



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𝗢𝘂𝗿 𝗟𝗮𝘀𝘁 𝗗𝗮𝘆𝘀 || 𝘓𝘦𝘤𝘭𝘦𝘳𝘴𝘴𝘦𝘭𝘭 || 𝖺𝖽𝖺𝗉𝗍𝖺𝖼𝗂𝗈𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora