ꗃ Eclipse; ❝ Ni-ki❞

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C A P I T U L O  03
⏤͟͟͞͞☆¿ǫᵘé ˢᵒⁿ ᵘˢᵗᵉᵈᵉˢ ᵉˣᵃᶜᵗᵃᵐᵉⁿᵗᵉ?
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Nea se encontraba sentada en la punta de la larga mesa que había en el comedor. Esa mansión además de ser muy antigua era realmente grande, parecía un palacio.

Estaba comiendo junto a los siete chicos, la chica no había comido nada en todo lo que llevaba de la noche anterior y todo el presente día. No había tenido hambre debido a todos los sustos que había tenido en todo el día, en lo último que podía pensar era en la comida.

Pero sus tripas gruñieron al inhalar un delicioso aroma de comida. Estaban todos sentados menos Jay y Jungwon que estaban repartiendo los platos de comida a todos los que se encontraban en la mesa. Jungwon puso un plato de comida frente a ella el cual olía muy bien, se trataba de un bistec jugoso de carne, casi se le sale la baba al verlo. La pelinegra tragó grueso y no pasó por alto el ruido de sus tripas nuevamente.

- Si que tienes hambre.

Escuchó la voz de antes y quedó confundida ya que el según dueño de esa voz estaba concentrado en su plato de comida y luego recordó un detalle importante.

La estupidez real irreal de la telepatía.

- No he comido desde ayer en la noche -Respondió la pelinegra.

- Entiendo...

- Oye, ¿De verdad existen los vampiros? -Preguntó ella.

El chico sonrió pero nunca posó su mirada en ella.

- Si existen, yo soy uno de ellos.

- Lo siento, pero sinceramente no lo puedo tomar en serio -Respondió.

- Claro... Haz pasado toda tu vida entre humanos. Pero puedo hacer algo para que me creas.

La menor alzó una ceja curiosa y cuando levantó su mirada el mayor ya la observaba. El chico sonrió de lado y sus iris se volvieron totalmente rojos y de su sonrisa salieron dos afiliados y puntiagudos colmillos. La chica sobresaltó en su asiento y casi se ahoga con un pedazo de carne que anteriormente había llevado hasta su boca.

Ella empezó a toser y Jungwon que se encontraba al lado de ella le ofreció rápidamente un vaso con agua mientras le daba palmaditas en su espalda.

Cuando logró tranquilizarse volvió a mirar al mayor pero este ahora hacía como si nada hubiera pasado, ni siquiera la miraba cuando todos en la mesa se habían alarmado debido al la situación.

Ahora sí podía confirmar que nada de lo que estaba pasando era un sueño.

El gato, los poderes sobrenaturales, los vampiros...

Aparentemente todo era real y eso daba miedo.

- Creo que ya deberías aceptar que lo irreal es completamente real, Nea -Escuchó de nuevo la voz.

Y ahora ella estaba en un mini viaje astral, miraba hacia la nada e ignoró completamente lo que le había dicho el chico. Era estúpido.

Era irreal.

Era ilógico

Era sobrenatural.

Pero al parecer, era verdad.