𝒞𝒶𝓊ℊ𝒽𝓉 𝒾𝓃 𝓉𝒽ℯ 𝒶𝒸𝓉 (𝒯𝓇𝒶𝒹𝓊𝒸𝒾𝒹ℴ) ✓

Mentiras

Notas:

¡Estamos de vuelta! Perdón por la interrupción en las actualizaciones, necesitaba terminar Salvando a Snape para despejar algo de espacio mental. Ahora me enfocaré en este fic.

Además, lo siento si te gusta Remus, pero este es otro capítulo completo de Snape. (Pero habrá un capítulo completo de Remus en algún momento).

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Harrie se despertó de un sueño en el que se escondía entre los pliegues de la túnica de Snape, se mantenía abrigada y segura en las grandes franjas de tela negra.

Ella parpadeó lentamente. Su cuerpo era cálido, pesado. Muy pesado. Y tan dolorido. Entre sus piernas, todo dolía y dolía. Sus músculos también se sentían retorcidos y tenía calambres en lugares donde nunca antes había tenido calambres.

Extraño.

¿Había resultado herida? ¿Estaría en la enfermería, descansando después de que le hubiera ocurrido algún accidente?

No, la cama era demasiado blanda. En realidad, era más suave que la de ella o la de Remus. Ella no conocía esta cama.

Y ella no estaba sola en eso.

Alguien la estaba abrazando, por detrás, un cuerpo firme presionado contra ella.

Snape.

Ella recordó ahora.

Era Snape, y él la había follado en su cama y la había dejado dormir aquí. Con él. Su comportamiento había sido completamente inexplicable anoche. Había sido rudo, y luego le había suplicado que le dejara tener su trasero, y luego había sido aún más rudo, y había terminado con cuidados posteriores suaves y un abrazo. No tuvo ningún sentido. Excepto si...

—Crees que voy a morir —dijo, claramente.

—¿Qué te hace decir eso?

Su voz era normal hoy. Nada como el rasguño desesperado de anoche.

—Remus solo accedió a follarme cuando le dije que no quería morir virgen. Ese fue el argumento que lo hizo cambiar de opinión. A veces pienso que esa es la única razón por la que me folla. Porque yo no creo tener un futuro. Así que ese es tu razonamiento, también. Es divertido, y no habrá ninguna consecuencia, porque estaré muerto pronto.

—Tonta como siempre, Potter.

La agarró de la barbilla y la obligó a mirarlo. A la luz nublada de la mañana de la habitación, su rostro severo se cernía sobre ella, su cabello cayendo en una cortina oscura alrededor de ellos. Hoy no había salvajismo en él, ningún brillo salvaje en su mirada. Estaba tranquilo, sereno. De vuelta al Snape que ella conocía.

—Escúchame. No vas a morir. Te lo prometo.

—¿Entonces por qué me estás cogiendo?

—¿Estás buscando cumplidos o te arruiné las células cerebrales? Te estoy follando porque lo disfruto. Disfruto tu apretada vagina envuelta alrededor de mi pene, y disfruto la forma en que tragas todo mi semen. Incluso disfruté el apretón de agarre de tu culo anoche.

—Me rogaste por eso —dijo ella, sonriéndole—. Tú rogaste, Snape.

—Lo hice.

Dejó que sus ojos vagaran hacia abajo, al resto de su cuerpo. Su cuerpo desnudo. Estaba vestido con su túnica oscura habitual, pero ella estaba completamente desnuda.

—Y disfruté abriendo tu trasero con mi pene y corriendome profundamente allí. Dejándote goteando. Lo haré de nuevo.

Él estaba tratando de distraerla con esta charla sucia, se dio cuenta.