Nueva Omega

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Narra Julieta

Llamé a mi hermana con todas mis fuerzas, pero entonces mamá y Lucía llegaron.
Yo las miré con rabia y dolor.

  - Ya está anunciado que tienes nueva Omega, y ya cuando nazca el cachorro que tienes con tu hermana, haremos lo mismo con ella buscándole otro alfa, hay miles de candidatos, qué darían todo por casarse con ella.*Al escuchar eso fruncí el ceño y me dispuse a quejarme pero Lucía me interrumpió*
 
  - Vamos Juli, estoy empezando con los desajustes hormonales, y te necesito *dijo tirado de mi mano en dirección al cuarto a lo que yo intenté resistirme* ¿o acaso quieres que me vaya por ahí? *Mi cuerpo se tensó y dejé de resistirme*

Cuando llegamos me tiró en la cama y me obligó a calmarle los desajustes hormonales.
Estuvimos horas y por las paredes escuchaba los llantos de mi hermana. Yo...solo quería a mi hermana...no quería hacer eso...ni siquiera me había corrido una sola vez en todas esas horas...

Cuando se sintió satisfecha se fue a dar una ducha, y yo me vestí.

  - Una cosa es que tenga que aguantar que ahora eres mi Omega, y que estás embarazada de mi, pero tengo que trabajar, y al menos ahí tengo mi espacio, tampoco te olvides de que mamá ha dicho que me tengo que ocupar de los dos embarazos, así que también tengo que estar con mi hermana *gruñí, ella a regañadientes aceptó*

Me di una ducha pero no en ese baño, en otro, pues no quería compartir nada con ella aunque fuera inevitable.
Después me metí al cuarto de mi hermana, no pude hacerlo de forma natural, tuve que romper el pomo.

  - ¡Julieta sal! ¡No te quiero ver! *Gruñó con los iris azules pero a la vez llorando desconsoladamente*
 
  - Por favor Pepa necesito hablar contigo...lo siento...de verdad lo siento...¡Me arrepiento de todo esto...! Odio tener que ocuparme de ella...quisiera estar todo el día contigo y mi pequeño...*dije acercándome un poco más a mi hermana*

  - ¡Pues haberlo pensado antes! ¡Tenías que haberme hecho caso! *Gruñó con los iris azules lanzandome una almohada a la cara* No te quiero ver Julieta Madrigal y si no te vas te juro que me voy yo. Y vuelvo a casa, pero no sola *dijo contundente, mis iris no tardaron en colorearse de un intenso rojo carmesí.
Me acerqué rápidamente a ella tomando sus muñecas y apresandola en la cama*

  - ¡Eres mía, no puedes hacer eso! *Gruñí más que molesta*

  - Dejé de ser tuya el día que fuiste con esa Omega y la dejaste embarazada. *Gruñó* aún así, te di otra oportunidad, te dije mientras intentaba despertarte del desmayo que te dejaría cuidar a nuestro hijo... qué seríamos una familia...
Pero...después decidiste ser Alfa de dos Omegas y eso no lo pienso aceptar *apreté más sus muñecas, lo que hizo que un fuerte quejido escapase de sus labios, sin embargo mi Alfa no era muy...cuidadosa que digamos...*

  - Pepa eres mía, han pasado muchos años, en los que te tenía que ver con otro mientras yo me moría por dentro. Pero...desde aquel día en qué llegaste a mi cuarto para...ver qué pasaba... porqué Agustín se iba a ir de Casita y...me pillaste en mi celo....
Desde aquel día en el qué te hice mía por primera vez... Desde ese día me perteneces, vamos a tener un hijo, ¡es mío! No voy a dejar qué estés con otro Alfa...

  - Puedes decir misa si quieres Julieta, me da igual. Quizás no esté con otro Alfa mientras esté embarazada porque todos sois iguales y cómo se le cruce el cable intentará matar a nuestro pequeño para embarazarme con uno suyo...
Pero...lo nuestro se ha acabado.
Me da igual lo que hagas, lo que digas, no quiero tenerte cerca y piensa bien lo que haces Julieta Madrigal.
Porque el estrés no es bueno para el bebé, puedo aplastarlo, así qué sí quieres cuidar bien a mi cachorro, mantente alejada *dijo firme y entonces vi la nube con rayos formándose encima de nosotras*
Mi Alfa quería replicar y dejarle claro a mi hermana qué no iba a poder con ella...pero...
Yo entendí que era lo mejor, quería proteger a mi futuro cachorro...
Retomé el control y me alejé de mi hermana, la miré una última vez, pidiéndole perdón pero...lo único que vi en su mirada fue reproche y...odio...
Salí del cuarto, busqué a Luisa y le pedí que arreglase con ayuda de su tío Bruno la puerta de mi hermana.
Después de eso cogí las llaves y salí de Casita.
Me fui al mejor bar de Encanto, años atrás había sido una cliente más que recurrente y...ya me conocían.

Llegué y empecé a beber sin control, había estado tantas horas en ese bar que incluso había empezado el espectáculo de las bailarinas.
Varias Omegas se acercaron a mí pero ninguna me interesaba. Ninguna era mi hermana...
Sin embargo...me había dado cuenta con los años qué era más fácil para mí Alfa tomar el control cuando estaba borracha. Así que cuando sintió el toque de una Omega alta, castaña y de ojos azules, me lo arrebató y empezó a caminar con ella hacia los baños con una enorme sonrisa.

Pero, no iba a permitirlo, empecé a luchar por recuperar el control, mi Alfa estaba resentida con mi hermana pero...yo no, yo la entendía, yo la seguía amando y por nada del mundo permitiría que la cagasemos de nuevo, mi límite eran dos bebés.
No podía recuperar el control, la Omega ya estaba encima de una pequeña repisa con las piernas abiertas llamándome y yo...estaba en proceso de bajarme la ropa interior y levantar mi vestido.
Empecé a luchar más desesperada, solo esperaba conseguir recuperar el control a tiempo...

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⏰ Última actualización: Jul 15, 2023 ⏰

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